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Víctimas de pederastia también tienen "cola que les pisen": Cardenal

En EE.UU. se denunciaron los abusos sexuales de 300 sacerdotes a más de mil niños y niñas

Escrito en ESTADOS el

Veracruz, Ver.- Para el recién nombrado Cardenal, Sergio Obeso Rivera, las víctimas de pederastia deberían tener “tantita pena” antes de realizar señalamientos contra la iglesia católica, pues algunas tienen “cola que les pisen, muy larga”.

Cuestionado tras las acusaciones contra 300 sacerdotes de Pensilvania, Estados Unidos, que abusaron sexualmente de más de mil niños y niñas, Obeso Rivera dijo que es una acusación que en algunos casos es cierta, aunque “mal de muchos, consuelo de tontos”.

Por favor ayudenme, abusé sexualmente de un niño

“A veces quienes nos acusan, deberían tener tantita pena porque suelen tener una cola que les pisen muy larga, pero también en lo que a nosotros respecta, nos sentimos muy mal y queremos mejorar”.

De manera breve, añadió que se encontraba contento “para hablar de cosas bellas, no para hablar de cosas problemáticas como esa”.

En contraste, dijo que el mayor reto de la iglesia católica sería vivir su “dimensión social”, para dar una respuesta a través de su doctrina a los males que aquejan a la sociedad “aquí y ahora”.

En ese contexto, abundó que la violencia es un mal serio y la iglesia comenzará “por lo primero” pidiendo “al Señor” paz, y entender las causas que provocan esta situación para poner “lo que esté de nuestra parte” para atacar el problema.

Sergio Obeso Rivera, es pariente de la familia Chedraui, una de las más acaudaladas de Xalapa, la capital veracruzana, fue arzobispo de Xalapa y recientemente nombrado Cardenal por el papa Francisco.

Esta semana se hizo público un informe policial de aproximadamente mil 356 páginas en las que se describen los abusos sexuales de 300 sacerdotes a más de mil niños y niñas en Estados Unidos.

Más de mil niños fueron abusados sexualmente por sacerdotes en EU

Estos abusos, fueron tolerados y encubiertos por siete décadas por la cúpula eclesiástica católica, misma que calificó como una “persona cándida y sincera” a uno de los depredadores sexuales que confesó 80 violaciones anales y orales a por lo menos 15 menores.

El informe también da detalle sobre un patrón de prácticas en las iglesias de Pensilvania, lugar en el que se cometieron los abusos, a manera de un “manual” para ocultar los abusos.


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