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Angelo cobraría deuda en Ixhuatlancillo; cumple 10 años desaparecido

Como parte de su trabajo, Angelo cobraría una deuda a un cliente de la empresa para que la trabajaba cuando desapareció; hoy cumple 10 años de desaparecido y no hay mayores avances en la investigación de su caso

10 años sin su hijo y sin justicia: Gaby busca a Angelo en Córdoba.Créditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

CÓRDOBA, VER.-  “Quiero que se viralice”, pide Gabriela sobre el caso de su hijo Angelo Montiel San Pedro, quien este 1 de abril cumplió 10 años desaparecido. Los principales sospechosos de este caso son elementos de la policía municipal de Ixhuatlancillo y una clienta a la que le notificaría un adeudo de la empresa donde trabajaba; mismos que desde entonces son investigados por la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE), aunque no hay detenidos.

Gabriela, de 48 años de edad, narra el momento en el que su hijo fue privado de la libertad por integrantes de una familia y elementos de la policía de Ixhuatlancillo, municipio ubicado en la región de las Altas Montañas de Veracruz. Estos datos fueron aportados a la FGE por la propia familia del joven que lo buscó en campo durante tres meses seguidos. 

Angelo viajó a finales del 2012 de Cancún a Orizaba para poder darle una mejor calidad de vida a su familia que había formado, la cual estaba conformada por su esposa y su hija que en aquel entonces tenía 11 meses de nacida. Él tenía 21 años de edad. Angelo entró a trabajar como cobrador de una empresa entonces denominada “Empresa Promotora de Procedimientos Mercantiles”.

El joven llevaba 7 meses viviendo en el municipio de Orizaba cuando fue desaparecido, “no había razón que tuviera enemigos, porque mi hijo es un buen chico, un buen hermano, un buen papá, un buen amigo, nunca tuvo ningún problema con nadie”, comenta Gabriela en entrevista para este medio de comunicación.

El 1 de abril del 2013, a Angelo lo mandaron a notificar un adeudo al municipio de Ixhuatlancillo, específicamente a la colonia Los Olivos, donde una clienta debía de saldar una cuenta con dicha empresa donde el joven trabajaba, de la cual, ya no se tiene rastro.

De acuerdo con lo relatado por la familia y testigos de la zona, Angelo arribó a la casa de una mujer identificada como Nancy “N”, la cual, agredió a golpes al joven junto con esposo, cuñados y amigos de aquella familia sin aparente razón alguna. Tras el enfrentamiento a golpes y gritos en medio de la calle, Angelo fue tomado por dichas personas e ingresado a la casa de la mujer, donde lo seguían golpeando.

“Hay muchos testigos que vieron cuando mi hijo dejó la hoja a la clienta, se llama Nancy, agrede a mi hijo y enfrente estaba su esposo, sus cuñados y unos amigos, los hombres agarran a mi hijo a mitad de la calle, lo empiezan a golpear y lo meten a la casa de la clienta. Esa dirección la obtuvimos porque en la hoja que le dieron para visitar a la clienta, venía asignado el nombre de ella y esa dirección y por los testigos”, indica la madre de Angelo.

Minutos después, testigos de la zona narraron que a la vivienda llegó un taxi, el cual presuntamente pertenece al suegro de Nancy “N”; Angelo presuntamente fue sustraído de ese domicilio, encintado, y escondido en la cajuela de ese vehículo, donde lo trasladaron metros más adelante del lugar para golpearlo en un área verde.

Al poco rato, una camioneta llegó al área verde del fraccionamiento Los Olivos, donde fue a cobrar el joven, en el municipio de Ixhuatlancillo. Sujetos habrían intentado subir a Angelo a la camioneta, pero este logró escapar y salir corriendo en medio de gritos de auxilio, refirieron testigos. 

“Él iba gritando en medio de la calle, por eso es que hay muchos testigos, él iba gritando que lo querían matar, pero él iba amarrado de sus manos”, comenta Gabriela.

De acuerdo con los mismos testigos que son citados en la investigación del caso, Angelo habría entrado a una casa que encontró abierta pero un perro lo mordió y nuevamente salió corriendo pidiendo auxilio hasta que encontró otra casa donde se pudo resguardar por un tiempo más mientras sus agresores lo buscaban en la zona.

Testigos indican que patrullas de la policía de Ixhuatlancillo junto con personas armadas desconocidas y familiares de Nancy “N” rondaban en carros y motocicletas por las calles de Los Olivos en búsqueda el joven, gritando que lo encontrarían. Desde esa noche, Gabriela y su familia no saben nada de Angelo, por lo que esperan las investigaciones correspondientes de la Fiscalía del Estado.

Expedientes y denuncias

Actualmente, se tiene una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Veracruz por la desaparición de Angelo, la línea de investigación es por el delito de desaparición forzada por la clienta que fue a ver el joven, familia de ella y por elementos de la policía municipal de Ixhuatlancillo que laboraban en el año 2013.

A la par, Gabriela mantiene una queja contra la fiscalía en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) debido a que el 7 de junio del 2013, es decir, tres meses de la desaparición del joven, la dependencia frenó la búsqueda por una supuesta declaración que dio el padre de Angelo, misma declaración que no tiene sustento que compruebe que haya sido él, comenta la madre del joven.

“Todo esto lo investigó la familia, toda esta información se le dio a la fiscalía y a los tres meses de que se puso la denuncia, hace 10 años, se llevó la denuncia a Xalapa y allá prácticamente no hicieron nada, con el tiempo pararon la búsqueda”.

“Son 10 años, había toda la información en su momento que se le hizo llegar a la fiscalía, para que empezaran a hacer algo y a estos años ya hubiera gente detenida y gente que a lo mejor ya hubiera hablado”, dice Gabriela. 

Entre las personas sospechosas por la desaparición de Angelo, su madre refiere que también lo es quien fue la jefa del joven, pues se puso a la defensiva al momento de que fue llamada para declarar. Dicha empresa tampoco se hizo cargo del caso.

Una hija sin su padre

Angelo es padre de una menor que ahora tiene 11 años. Gabriela narra que la familia trata que ella lo tenga presente. “Ella está consciente de que su papá está desaparecido, es un dolor tan grande que niños tan chiquitos tengan que madurar en ese aspecto y que entiendan qué es una desaparición”. 

Gabriela, a pesar de su padecimiento de hipertensión, dolores en columna y rodillas busca justicia para Angelo y darle respuestas a su nieta, de saber dónde está. Limpiando casas, haciendo postres y tras aprender primeros auxilios en cursos, es como se sostiene la mujer, junto con su pareja y su madre.

“La salud entre más años se me va deteriorando y tengo miedo porque no me gustaría que ella (su madre) o yo nos llegáramos a ir sin encontrarlo, sin saber qué pasó con él y sobre todo que no se hiciera justicia, aparte quiero entregarle a mi nieta a su papá”

Búsquedas de larga data; “el caso de mi hijo se va olvidando”

Gabriela lamenta que por ser una desaparición de larga data, la fiscalía ya no se enfoque en buscar a sus desaparecidos, comenta que hace 10 años las búsquedas no eran tan ágiles como ahora, por eso pide que si ven fichas de búsquedas de larga data en redes sociales, las compartan.

“Quiero justicia porque ya han sido 10 años, todos los que somos de larga data, nos van rezagando, nos van dejando, nos van olvidando, cuando muchos de larga data seguimos en la lucha, en la búsqueda. Ellos merecen también ser buscados y regresar a sus hogares”, finaliza Gabriela.

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