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Zafiro, exreina trans y animalista que asea a Jalcomulco para el carnaval

Pese a que sufrió discriminación, ahora Zafiro trabaja en varios frentes para ayudar animalitos abandonados y para convertir en Jalcomulco en un lugar amigable con la diversidad sexual

Zafiro, mujer trans que busca cambiar imagen de Jalcomulco.Créditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER. - La historia de Zafiro es una muestra más de la lucha que enfrentan las personas transgénero en Veracruz. Discriminación laboral y un entorno hostil, son algunos de los obstáculos que ella ha enfrentado en su camino hacia la aceptación y la igualdad de derechos, pero su cariño por Jalcomulco y también su amor por los animales la han impulsado “a no dejarse de nadie”.

Sin embargo, en los últimos días se ha enfocado en su faceta como animalista, destacando el surgimiento de la campaña de “Sembrando Conciencia” con la que ciudadanos organizados realizan actividades de limpieza general enfocadas al embellecimiento de las calles del pueblo previo a recibir a los turistas que arribarán para el próximo periodo vacacional de Semana Santa y para los festejos del Carnaval.

Esta iniciativa tomó fuerza debido a la alta cantidad de mascotas que deambulan libremente este sitio turístico, la mayoría con dueños que no los atienden, de ahí que la comunidad se está organizando para promover la tenencia responsable, es decir, que los pobladores asuman las responsabilidades y obligaciones que significa tener un animal bajo su cuidado.

Zafiro fue servidora pública hace unos años y sufrió discriminación laboral. También fue reina de la comunidad LGBT+ en 2019 y actualmente tiene su propio negocio, pero en entrevista destaca su labor como amante de los animales con la que ha rescatado una veintena de perros sin hogar, aunque todavía trata de ayudar a los que continúan en situación de calle conforme a sus posibilidades.

Lamenta que los animales generan suciedad y otros problemas a la administración pública debido a la falta de cuidados, por eso recalca la labor que están efectuando los pobladores previo a las vacaciones, pues todos están dispuestos a colaborar en pro de un entorno amigable con el medio ambiente y de la educación que genere espacios limpios, sobre todo cuando la economía de Jalcomulco depende del turismo.

De acuerdo con el Sistema de Información Estadística y Geográfica del Estado de Veracruz (SIEGVER), citando los datos del Censo de Población y Vivienda del INEGI en 2020, el sector terciario genera el 48 por ciento de los empleos entre los 5 mil habitantes de Jalcomulco, de los cuales 2 mil 398 son parte de la población económicamente activa.

Con este contexto, los pobladores concluyeron que es importante limpiar y barrer las calles del municipio, sobre todo cuando del 2 al 8 de abril se realizarán actividades por Semana Santa y del 28 al 30 de abril el municipio tendrá su evento más importante, el Carnaval con diferentes actividades artísticas y culturales, algunas organizadas desde hace casi una década por la comunidad LGBT que poco a poco convirtieron a Jalcomulco en una comunidad “Gay-friendly”.

MUJER EMPODERADA

Zafiro sigue en proceso de transición y se ha convertido en una mujer empoderada luego de padecer discriminación laborar por su orientación sexual cuando trabajó como empleada del Ayuntamiento. Pese a la mala experiencia, asegura que los excesos de autoridad en los que incurrió un alcalde le sirvieron como experiencia para que sus derechos no sean vulnerados.

Actualmente, como dueña de una estética en Tlaltetela, igualmente sigue impulsando la participación de la comunidad LGBT en Jalcomulco, un municipio que en los últimos siete años se ha abierto a la inclusión.

No obstante, la chica trans recuerda su paso por el ayuntamiento de Jalcomulco, cuando no existía la apertura de la que gozan a la fecha, pues mientras trabajó ahí sufrió de tratos homofóbicos a manos de una persona que le hizo “la vida de cuadritos”. Fue durante la administración de un exalcalde conocido como “el chancla”, que gobernó el municipio de 2015 a 2018, cuando la discriminaron por su orientación.

Zafiro estaba adscrita al Registro Civil, donde era auxiliar, sitio donde fue rechazada desde el primer día que empezó a laborar, con comentarios acerca de compartir el mismo espacio con otras personas. Derivado de esto, tuvo que ser removida a otra área, la de limpia pública y posteriormente en obras públicas, donde la mandaron prácticamente a laborar como albañil.

“Al final de cuentas ser trans no indica que deben ignorar mis derechos, al final de cuentas soy igual que todos, tengo los mismos derechos”, concluye respecto a dicha experiencia. Por esos tratos, Zafiro emprendió una batalla legal para hacer valer sus derechos, ante el mismo presidente municipal a quien prefiere no mencionar por su nombre, pues el trato fue más allá de una cuestión profesional, sino que se volvió algo personal.

Finalmente, al cumplir un año como servidora pública, tal y como se acostumbra en el municipio, ella dejó de laborar en el Ayuntamiento y rápidamente se sobrepuso de aquella experiencia. Actualmente lleva dos años con su estética en Tlaltetela, donde ha recibido un trato excelente por parte de sus clientes.

El caso de Zafiro es uno de los pocos donde el respeto a su persona ha prevalecido, pues durante el 2022, Veracruz ocupó el sexto lugar de agresiones contra miembros de la comunidad LGBT.

La cifra, situada en 33 casos, se desprende del sitio “Visible”, plataforma dedicada a la comunidad y que registra las agresiones en todas las entidades de la República, ya sea que hayan sucedido de forma física o verbal. Ya sea en lugares públicos o en entornos privados.

Entre enero y diciembre de 2022, las personas más agredidas por su orientación sexual fueron las personas homosexuales con 26 casos, las personas bisexuales con 3, los pansexuales con una y en el rubro no especificado, una víctima más.

Del total de agresiones, 17 ocurrieron en espacios públicos, nueve en espacios privados y cinco en redes sociales o medios de comunicación. En 2021, la cifra fue de 21 casos, por lo que es evidente que el año pasado, las agresiones tuvieron un incremento. Para este año, los casos de agresiones para los miembros son 3 en lo que va del 2023.

UN PUEBLO QUE BUSCA CAMBIAR

Pero la labor de Zafiro no se limita a la limpieza del municipio. También ha rescatado a 16 perros de las calles y les ha brindado un hogar amoroso, pues muchos de ellos solamente son apreciados mientras son pequeños, pero una vez que crecen, “los perritos les estorban y los echan a la calle”.

“La población de perros está creciendo en Jalcomulco y lo peor es que también no los esterilizan y hay perritos que se ponen en celo y más va creciendo la población”, lamentó.

Con este activismo, Zafiro ha notado que es principalmente la falta de conciencia de las personas para ser responsables de los animales. Sostiene que los perros que deambulan por Jalcomulco no necesariamente son de la calle, sino que tienen dueños que a ello los obligan, por lo que ha emprendido junto a otras personas, campañas de esterilización y ahora de limpieza.

Lamentablemente, Zafiro no tiene una fundación ni cuenta con apoyos gubernamentales para hacer frente al reto que significa limpiar el municipio al tiempo que rescata a los animales de la calle. Pese a ello, sabe que no cesará en su activismo, el cual emprendió desde hace unos siete años, pues es una convicción personal que nada tiene que ver con partidos o intenciones lucrativas de ningún tipo.

“La verdad yo y las personas con las que estoy viviendo hemos dicho que ‘pues ya hasta que se nos acabe el trabajo’, ahí dejaremos de darle de comer a los perritos, hasta que Dios me mande a traer”, enfatiza.

Zafiro es la quinta reina trans del Carnaval de Jalcomulco, cuya experiencia tuvo lugar en 2019, un año antes de la pandemia del coronavirus. Era algo que quería desde hace años, cuando decidió su identidad de género, pues aunque ya lo tenía claro desde muy pequeña, ante su padre siempre debió guardar las apariencias.

No fue fácil tomar la decisión para transitar de un sexo a otro, pues recuerda que fue duro enfrentarse primeramente a su familia y posteriormente ante la sociedad, pues tenía muchas expectativas sobre cómo sería aceptada su decisión.

Sin embargo, logró vencer el miedo y cuando decidió cambiar su apariencia y empezar a vestirse con ropa para mujeres, emigró a Xalapa, donde inició desde abajo limpiando un salón de belleza que era atendido por otra chica trans que fue su inspiración.

“Yo decía ‘qué bonita persona, quiero llegar a ser igual y tener también mi propio negocio’, pero para mi familia fue un poco difícil porque a pesar de tener tres hermanas y un hermano, soy el más chico, pero al final de cuentas terminaron aceptándome. Mi mamá me aceptó pero mi papá desgraciadamente murió antes de que yo empezara mi transición, cuando yo tenía 12 o 13 años”, recuerda.

Zafiro lleva tratamiento hormonal y cuenta que uno de los recuerdos que mejor atesora es que su madre, que murió hace dos años, se fue sabiendo quien era y que ya tenía su propio negocio con el cual salir adelante y donde se ha enfocado de manera importante en el municipio de Tlaltetela, conocido como Estudio de Belleza Alejandra Cid.

Igualmente, se siente orgullosa del lugar donde vive, pues tras el episodio de discriminación que sufrió, ha visto como ahora Jalcomulco es de los municipios donde no existe discriminación a la comunidad LGBT empezando precisamente por actividades como el carnaval, pues el ayuntamiento ya los toma en cuenta y les da derecho de participar sin necesidad de eventos similares como el de Veracruz, donde aún las reinas trans deben buscar un lugar fuera para ser coronadas, no como parte de la Corte Real.

“Anteriormente nosotros participamos en comparsas o por lo menos andábamos apoyando al comité en la organización o siendo partícipes”, dice al señalar que la comunidad está unida no solo para la fiesta, sino socialmente apoyando a personas enfermas o con las jornadas de limpieza. Gracias a ello, cuando las personas de la sociedad civil y empresarios se enteran de que participarán en el carnaval, les donan dulces, juguetes o materiales para sus carros alegóricos.

“Ya en Jalcomulco las personas no nos ven raro, no nos ven mal, tenemos una aceptación super bonita de parte de la gente. Tenemos una aceptación, para mí es un pueblo respetuoso”, agrega. Señala que, gracias a ello, Jalcomulco se ha convertido en un municipio amigable y reconocido por su respeto con la comunidad LGBT.

mb