Arrancaron las campañas municipales en Veracruz puerto, y como era de esperarse, los temas prioritarios empezaron a aflorar. Uno de ellos, quizá el que más preocupa a la ciudadanía, es el del agua: su desabasto, mala calidad y, por supuesto, la concesión entregada a Grupo MAS, esa empresa que se ha convertido en sinónimo de hartazgo.
Indira Rosales, la candidata del Yunismo-Panismo, aprovechó su primera semana de campaña para intentar descalificar a su contrincante, Rosa María Hernández Espejo, acusándola de no tener la intención de sacar a Grupo MAS del municipio. Lo curioso, y a estas alturas, ya no tan sorprendente, es que la panista tampoco ha dicho con claridad qué hará con esa concesión. Porque lo que se dice es que no puede.
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Grupo MAS no es un actor externo ni ajeno a la política local es, se dice, producto del poder del Clan Yunes, ese clan que durante años ha operado como un partido dentro del partido. Fue hace ya un par de años cuando se consolidó esta controvertida concesión que les arrebató a los veracruzanos un derecho básico para entregarlo a una empresa privada con prácticas poco transparentes y resultados mediocres.
La crítica de Indira Rosales, entonces, se convierte en un ejercicio de cinismo. Acusa a su oponente de que, cuando sea electa, no hará lo que ella misma no puede, o mejor dicho, ni quiere hacer. Porque cuestionar el contrato de Grupo MAS implicaría cuestionar a sus propios padrinos políticos. Y eso, en la estructura de lealtades que sostiene su candidatura, es un tabú.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue pagando por un servicio ineficiente, mientras la candidata panista convierte el tema en un balón político. Lo mínimo que merecemos es honestidad: que digan, sin rodeos, si están dispuestos a revisar, y revocar si es necesario, una concesión que ha resultado ser un fracaso. Pero en esta primera semana de campaña, lo que hemos visto es todo lo contrario: fuego cruzado lleno de hipocresía.
Haciendo zoom... Hasta el momento, Rosa María ha dejado en claro que revisará esta concesión que tanto ha dañado a los veracruzanos. Veremos si conforme avancen los días, Indira se atreve a decir lo que hasta ahora ningún yunista toca en serio, porque hasta el momento, ni el panismo confía en ella, pero de esto último hablaremos en una próxima entrega.