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Los gritos se oían en todo el edificio: feminicidio de Guadalupe en Medellín

Guadalupe había dicho a sus vecinos que si escuchaban sus gritos llamaran a la policía, porque aseguraba que vivía constantes ataques de su pareja

Escrito en VERACRUZ el

"La señora nos había dicho que si la escuchábamos gritar que llamáramos al 911", contó una de las vecinas de Guadalupe Jiménez, víctima de feminicidio en su casa en el fraccionamiento Lagos de Puente Moreno, en el municipio de Medellín de Bravo, el sábado 5 de febrero.

El cuerpo de Guadalupe fue encontrado por su hijo, murió después de haber recibido varias puñaladas con un arma punzocortante presuntamente por su pareja Agustín N., quien intentó escapar, pero fue detenido horas más tarde en la zona norte de la ciudad de Veracruz.

El departamento en el tercer pido marcado con el número cinco del Circuito Zafiro permanece cerrado, con un letrero que dice “asegurado”, junto al barandal cuelga una cinta amarilla que prohíbe el paso.

En ese sitio que está asegurado por autoridades ministeriales, vivía desde hace más de seis años Guadalupe, su hijo y su esposo, que se encuentra detenido como el único sospechoso del feminicidio.

Guadalupe Jiménez, de 42 años, pasó a ser una víctima más de feminicidio en el estado de Veracruz; donde en los primeros meses de 2022 se registraron nueve casos, seis de los cuales ocurrieron en menos de una semana, entre el 29 de enero y 6 de febrero. 

El día del asesinato de Guadalupe los gritos de auxilio se escucharon en todo el edificio, no obstante, nadie acudió a su llamado. La respuesta de los vecinos fue que no querían meterse en problemas, porque eran discusiones familiares.

Otros aseguraron que ni siquiera se habían enterado de la muerte de Guadalupe hasta que vieron las noticias por internet.

“Yo estaba en el trabajo cuando me enteré de que habían matado a alguien por una transmisión de Facebook. Mis hijos me dijeron que escucharon gritos de ayuda, pero pues ellos siempre están encerrados, hasta que yo llegué”, dijo una de las vecinas.

Aquella tarde todos los vecinos de Circuito Zafiro se encontraban encerrados, protegiéndose de las fuertes rachas de viento que azotaron la zona conurbada. Otros estaban trabajando, por lo que no se percataron de la muerte de Guadalupe hasta que llegaron los elementos policiacos a asegurar la zona.

Era víctima de violencia familiar

Nadie conocía a Guadalupe, ni siquiera sus vecinos más cercanos que aseguran que no salía con frecuencia.

Los vecinos relatan que era una persona poco sociable, en gran parte porque su marido era un hombre celoso, por lo que preferían mantener la distancia.

“Sí, yo la llegué a ver, a veces platicábamos, ella me dijo que él era muy celoso y que por eso casi no salía; cuando salía a la tienda, él se quedaba arriba viendo a que fuera y viniera”, aseguró uno de los vecinos que prefirió reservar su nombre.

Esta no era la primera vez que tenían una discusión violenta, donde los gritos pasaban a los golpes, en una ocasión sufrió un intento de feminicidio, cuando su esposo presuntamente la quería asfixiar.

A una de sus vecinas le dijo que si en algún momento la escuchaban gritar por favor pidieran ayuda a la policía. Debido a estos comportamientos violentos en distintas ocasiones Guadalupe se separó de su pareja, sin embargo, volvían a reconciliarse, contaron los vecinos.

Según declaraciones de su hijo, antes del asesinato de Guadalupe ellos estaban separados, pero su pareja la seguía acosando.

Las primeras declaraciones recogidas por personal de la Policía Estatal con vecinos fue que ese día el hombre se presentó en la vivienda pasado el mediodía y salió después de la discusión en la que escucharon los gritos.

El hijo de Guadalupe llegó al lugar luego de que recibió un mensaje de Agustín N. en el que, dijo, confesaba el crimen que acababa de cometer.

El testimonio que rindió el joven a los Policías Estatales y Ministeriales permitió que el presunto agresor fuera ubicado en un domicilio ubicado en el callejón Santo Domingo, de la colonia Formando Hogar, en el puerto de Veracruz.

Hasta el momento es el único sospechoso del crimen y en las siguientes horas será presentado ante un juez de control para que la Fiscalía General del Estado (FGE) presente las pruebas para que sea imputado por el feminicidio de Guadalupe Jiménez, quien murió sin recibir la ayuda que pidió cuando fue atacada.

Seis feminicidios en Veracruz en una semana

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en el estado de Veracruz  se registraron 480 llamadas de emergencia relacionadas con algún tipo de acoso u hostigamiento sexual.

Para el mismo año, la violencia familiar alcanzó una cifra de 11 mil 706 denuncias, un aumento de mil 320 en comparación del 2020 que cerró con 10 mil 386 carpetas.

Del 29 de enero al 6 de febrero del presente año se registraron al menos seis feminicidios en todo el estado. El primero fue en Playa Vicente, Ana Marilyn Garrido fue atacada a balazos mientras trabajaba en un bar el viernes 29 de enero y falleció después de cinco días agonizando en un hospital.

Otro más fue en Teocelo, el 31 de enero, Flor de 14 años fue asfixiada por un hombre de 32 años que la presentaba como su pareja; la joven se encontraba embarazada en el momento de su ataque.

Con tres días de diferencia en el municipio de Coatzacoalcos ocurrió un doble feminicidio, Alejandra y su hija Liz de nueve años fueron asesinadas, la menor presentaba signos de violencia sexual.

Los últimos dos se registraron este 5 y 6 de febrero, el quinto fue el de Guadalupe y el sexto ocurrió en Acultzingo, el cuerpo de una mujer fue abandonado a un costado de la carretera federal 150 Orizaba-Tehuacán, en la Localidad El Mezquite.

De estos casos, se detuvieron como presuntos feminicidas a los hombres señalados por los ataques en contra de Alejandra y su hija Liz, así como en los casos de Ana Marilyn y Guadalupe.

Antes de estos feminicidios a inicios del año se registraron otros tres casos, el asesinato de Guadalupe se convirtió en otra estadística más que hace que el estado permanezca entre los primeros lugares con más delitos de este tipo.