SAN JUAN EVANGELISTA, VER.- Tres habitantes del municipio de San Juan Evangelista, al sur de Veracruz, fueron asesinados durante un presunto asalto la mañana de este viernes 26 de mayo en la congregación de Monteverde; este hecho ha generado la movilización de los elementos policíacos quienes buscan a los responsables de este crimen que ha causado indignación entre los pobladores.
Las víctimas fueron identificadas como Manuel y Martina Martínez Bello, así como un sobrino que quiso defenderlos; todos se dedicaban a la compra y venta de leche en aquella región sureña. El crimen se cometió en el rancho El Cultivo de la comunidad antes mencionada esta mañana de viernes.
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Información obtenida por este medio, señala que Manuel y su hermana acudieron a comprar leche, sin embargo traían consigo una fuerte suma de dinero en efectivo para pagar, cuando fueron sorprendidos por al menos dos sujetos que a punta de pistola les pidieron el efectivo, pero estos se resistieron al asalto por lo les dispararon en varias ocasiones. Su sobrino que los acompañaba quiso interceder, pero también fue asesinado.
Tras el triple homicidio, los delincuentes escaparon con el dinero a bordo de una camioneta, dejando los cuerpos en el suelo. Minutos después, algunos pobladores se acercaron y trataron de auxiliarlos dando aviso a las autoridades policíacas, quienes confirmaron el deceso de los dos hombres y la mujer.
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La zona fue acordonada por elementos de la Fuerza Civil, quienes están a cargo de la seguridad en aquella región, y desplegaron un operativo de búsqueda de los responsables, lo que no han logrado hasta el momento. Agentes ministeriales se trasladaron al lugar para realizar las diligencias y ordenar el levantamiento de los tres cadáveres que ya fueron identificados por sus familiares.
Pobladores de San Juan han mostrado su inconformidad, pues aseguran que este tipo de robos son constantes en la zona rural sin que se detenga a los responsables, incluso señalan que aumentaron desde la salida de la Policía Municipal.
Piden que este triple homicidio no quede impune, en una región identificada como zona roja por la incidencia delictiva que prevalece.
ch