CULTURA LGBT+

Victoria Fantasmal, una rebelde del mundo drag queen en Xalapa

La drag queen xalapeña, Victoria Fantasmal, explicó a La Silla Rota Veracruz el significado del mundo drag en Veracruz y las barreras existentes para sus exponentes; desde las luces y escenario hasta su educación y los espacios que faltan por abrir

Victoria Fantasmal, una rebelde del mundo drag queen en Xalapa.Créditos: Carlos Caiceros
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER.- Hace 10 años hablar abiertamente de la cultura Drag en Xalapa hubiese sido imposible, afirma Victoria Fantasmal, drag queen que está ganando notoriedad en Veracruz como exponente de ese movimiento.

Después de ser conductora de la segunda temporada del concurso Next Top Draga Queen sostiene que hace falta apertura entre los veracruzanos, aunque a su parecer cada vez son más aceptadas e incluso van ganando adeptos.

Explica que una Drag Queen puede ser un hombre o mujer homosexual, bisexual o heterosexual, pues se trata de un personaje.

En su caso pide que se omita su nombre real y se le mencione únicamente como Victoria Fantasmal.

Victoria Fantasmal asegura que cualquier persona puede ser drag queen. Foto: Victoria Fantasmal.

Agrega que el mundo drag puede significar una sátira de las convenciones e ideas tradicionales sobre la identidad y los roles de género. Así, desde su perspectiva, se van superando toda clase de prejuicios, especialmente los que están relacionados con la sexualidad.

SE VAN A REÍR DE TI

Victoria Fantasmal, de 25 años, recuerda que desde su infancia se interesó por este estilo de vida. Su padre era aficionado al cine del español Pedro Almodóvar, lo que significó una fuerte influencia en su juventud. 

De entre su repertorio cinéfilo recuerda “Todo sobre mi madre”, “Tacones lejanos” y “La Mala Educación”. Aunque no son filmes para niños, actualmente ironiza que los vio “gracias al buen gusto de su papá”.

Victoria Fantasmal reconoce que ser drag queen no es sencillo, pero con el tiempo se abren más espacios. Foto: Carlos Caiceros. 

“En mi familia siempre hubo una cierta apertura a la representación ‘queer’ y yo de niño quería dedicarme al arte, no estaba segura. A los 15 años decidí que quería estudiar teatro y mi papá me dijo que estaba bien”.

Obtuvo una carrera técnica de teatro en la escuela Industrial, matriculándose posteriormente en la Universidad Veracruzana (UV) en la Facultad de Artes, donde se enfrentó con un dilema.

Ahí descubrió que no solo era buena en el escenario, sino también fuera de él. Gracias a ello se convirtió en maquillista y en diseñadora de vestuario, aprendiendo todo lo que conlleva la preparación de una obra, más que la actuación misma.

Pero también encontró las más fuertes barreras para cumplir sus metas. Recuerda cómo una profesora le dijo que si quería ser un “actor real” debía cumplir ciertos requisitos como hablar más grave, verse “menos gay” o ser “menos femenino”.

“Justo fue en una obra que estábamos montando en la facultad y me dijo ‘es que yo no puedo subir a alguien que se ve como tú a escena, porque la gente se va a reír de ti’”.

Las barreras no fueron solo de las demás personas hacia Victoria. Personalmente, también fue víctima de los propios prejuicios que desde niño conoció y eso lo llevó a ella misma a preguntarse si lo que hacía estaba bien o estaba mal y cuestionarse también si el mundo del arte necesitaba otro actor gay que intentara verse heterosexual en escena

Victoria Fantasmal tuvo baches a través de su carrera, pues muchas personas le dijeron que no se dedicara a lo que le gusta. Foto: Carlos Caiceros.

“Y no, requerimos representación real de personas reales”, sostiene.

Igualmente, cuenta una experiencia a corta edad en un colectivo de teatro, donde “por ser gay” le asignaron la tarea de tener que maquillar a los demás. 

Aunque al principio le pareció un comportamiento machista de parte de la maestra, posteriormente encontró en ese trato un reto que la ha llevado a ser uno de los mejores exponentes del maquillaje en esta rama del queer

Entonces empezó su carrera en el drag, no solo por ser algo que le gusta, sino también como una forma de protesta. Y dicho inicio fue en medio de la emergencia sanitaria, en diciembre de 2020.

Aunque reconoce que fue irresponsable de su parte, recuerda que hizo un casting a artistas drags para el primer show de su tipo en la entidad, en un teatro y no en un bar o antro.

Los concursos para drag queens obtuvieron gran afluencia durante los últimos años, razón por la cual, Victoria vislumbra un futuro prometedor para el arte. Foto: Carlos Caiceros.

“La respuesta fue apantallante. De un aforo de 80 personas, tuvimos sobrecupo y se abrió una segunda fecha y entonces me di cuenta de que la gente quería consumir drag. Hay niños de 15 años que quieren consumir drag. Hay señoras de más de 40 años que no se quieren ir a meter a un bar gay y no las culpo, pero quieren consumir drag”.

Desde aquel tiempo, Victoria Fantasmal ha realizado más de 20 espectáculos de este tipo en el estado, pero no solo montando los shows, sino también maquillando y cosiendo para sacar adelante el proyecto.

PRÓXIMOS PROYECTOS 

El drag no solo es una expresión artística. En la experiencia de Victoria, también ha servido en el contexto político y social del país, abrazando a personas de todos los contextos y los disidentes de aquello que intenta hacerse pasar por natural.

Victoria Fantasmal ha realizado más de 20 espectáculos de este tipo en Veracruz. Foto: Carlos Caiceros.

“Hay gente que hace drag desde la pobreza porque lo que les atrae de esta vida de falso glamour y falso lujo es el poder escapar de una realidad socioeconómica violenta. Hay gente que hace drag y no tiene estudios y quienes tenemos estudio; tengo amigas que son licenciadas en canto, en teatro y hacen drag porque les parece un arte muy completo”, narra.

Con su familia apoyándolo en todo momento, Victoria Fantasmal sabe que el proceso por el que ha pasado ha sido relativamente ligero. Su padre, cuenta, es su mayor fan, pero también su más severo crítico.

Sus hermanas y su madre también apoyan sus expresiones artísticas. Y aunque al principio su abuela no entendía del todo el concepto drag, actualmente se siente orgullosa de Victoria.

“Me considero una historia de éxito LGBT en ese sentido porque creo que a pesar del estigma y la invalidación que viví en el mundo artístico y el gremio teatral por ser LGBT, el drag me dio todo lo que nunca tuve que fue trabajo, éxito laboral, fans, aprecio y la posibilidad de incidir en otras personas, como tener un activismo.

“Abrir espacios, sacar arte de bares, antros y cantinas y meterlo al teatro es un movimiento político indudablemente. También creo que soy una persona muy privilegiada, creo que no existimos los casos de éxito sin un poco de privilegio. Soy el subproducto de todas las cosas buenas que he tenido”, señala.

Es ese privilegio el que lo ha llevado a replantear cómo el drag puede apoyar a las personas que no tienen lo que Victoria sí tuvo.

En ese sentido, afirmó que el movimiento LGBT+ no solo sigue viéndose como “un carnaval”, sino que ahora es una plataforma para visibilizar los problemas que enfrenta la comunidad.

Así, al ser este año nombrada como Reina del Orgullo, ha intentado darle a ese nombramiento la importancia que merece el sector que representa.

Victoria Fantasmal sabe que el proceso por el que ha pasado ha sido relativamente ligero, sin embargo, sus compañeres no han tenido la misma historia. Foto: Cortesía.

A dos años de distancia de su primer espectáculo, Victoria Fantasmal tiene muchos proyectos en mente. 

Entre otros, prepara un show unipersonal donde junto a bailarines contará en una hora y media cómo ha sido su vida, emulando los grandes espectáculos de cabaret.

También prepara su audición para Drag Race México, la plataforma más grande del mundo para la exposición drag.

De igual forma, conduce y produce de manera mensual un espectáculo que lleva por nombre “La Casa Fantasmal”, presentándose en el café teatro Tierra Luna.

El 24 de septiembre estrenará un espectáculo basado en el cine de Pedro Almodóvar con drag, flamenco, música en vivo, proyecciones de cine, entre otros.

“Mientras siga teniendo el hambre de que me aplaudan, no voy a parar”, cuenta con emoción.

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