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Valentina, indígena de Guerrero logró sentencia contra sus torturadores

Hace 16 años, Valentina fue torturada y abusada sexualmente por militares del 41 Batallón de Infantería

Escrito en ESTADOS el

Chilpancingo, Guerrero.- La lucha de 16 años de Valentina Rosendo Cantú, indígena me’phaa de Ayutla de los Libres, abrió el camino para que otras mujeres lleguen a la justicia civil, al lograr una sentencia de un juez federal contra los militares que la torturaron de manera sexual el 16 de febrero de 2002.

La sentencia en México fue dictada el 1 de junio pasado y pone límites a los abusos militares, porque condenó a 19 años, cinco meses y un día a los dos elementos del 41 Batallón de Infantería por tortura y violación en contra de Rosendo Cantú.

Las organizaciones que la han acompañado consideraron la sentencia histórica, sobre todo porque beneficia a otras mujeres que están en un proceso similar.

En la misma ruta está Inés Fernández Ortega, también indígena me’phaa de Ayutla, quien mantiene su lucha contra elementos del Ejército que la torturaron sexualmente, de igual manera en 2002.

Las mujeres indígenas, el sector más discriminado en la CDMX

Rosendo Cantú y Fernández Ortega lograron en 2010 sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) que obligaron al gobierno mexicano, tiempo después, a ofrecerles disculpas públicas por el abuso en su contra cometido por militares, pero sobre todo, porque antes no consiguieron justicia en México.

La condena del 1 de junio se deriva también de la sentencia hecha por la Corte Interamericana, porque además de las disculpas públicas, ordenó que la justicia mexicana asumiera el caso.

Durante una conferencia de prensa en Chilpancingo, en la que estuvieron ambas mujeres acompañadas de miembros de organizaciones como Agustín Pro Juárez y Tlachinollan, se refrendaron el compromiso de continuar acompañándose. Valentina le dijo a Inés que estaban hermanadas por la lucha y por el amor, y también garantizó que continuará en el proceso, porque no desea que otras mujeres crucen el camino de la injusticia.

“Hemos logrado una base de esperanzas para otras generaciones y otras compañeras que han tenido violaciones. El gobierno me hizo caminar muchos años, el gobierno nunca me escuchó, el gobierno siempre me tachó de mujer mentirosa, el gobierno siempre me humilló y me discriminó”, dijo Rosendo Cantú.

Fernández Ortega, a través de una traductora, porque sólo habla su lengua me’phaa, comentó que ella también está en espera de la sentencia de la justicia mexicana, para que sus abusadores también queden en la cárcel. “Quiero que ustedes también me acompañen en el proceso, porque mi proceso tampoco ha llegado a la sentencia, así que pido que no me dejen sola y siempre me acompañen. También quiero la sentencia como la de Valentina”, mencionó.

Rosendo Cantú agregó que en el camino de la lucha no todo es fácil, porque se topó con amenazas a ella, su familia y a los abogados que la han acompañado. En 2002 que salió de su pueblo para encontrar justicia, también tuvo que aprender el español, porque su idioma materno es el me’phaa.

“En esa sentencia hemos caminado casi 16 años de lucha. En 2002 fui agredida por militares. En esa sentencia que ya salió, y que salió a mi favor, yo esperaba muchos años, pero sólo les dieron 19 años de cárcel a mis agresores. Esa lucha de camino largo y de trago amargo es muy difícil, porque yo esperé muchos años”, Valentina.

Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, organización pendiente del proceso, informó que el caso de Valentina también abre el camino de la justicia a las mujeres no sólo de Guerrero, de todo México, por ejemplo, como las de Atenco, que están en la misma lucha.

Caso Atenco detonó un giro en materia de Derechos Humanos

Con el caso de Valentina, según Barrera, que significa la culminación de todo un proceso, se manda un mensaje al Ejército de que sí serán juzgados. “Para nosotros es muy importante para el caso de Inés Fernández, porque también ya viene. (…) Este antecedente ayuda mucho no sólo al caso de Inés, si no a otros casos como el de Atenco, aunque ahí no son militares, la valoración jurídica es importante”, agregó.

bl