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Unión, la “marca registrada” del narco en CDMX

La original la fundaron los hermanos Hernández Gómez y “El Moco”, bajo el padrinazgo de Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”

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Escrito en ESPECIALES LSR el

El hampa de la Ciudad y Estado de México ha levantado un emporio: la marca registrada Unión.

Como ocurrió hace unos años con Los Zetas, hoy el nombre de la Unión dejó de corresponder a un solo grupo delictivo; varios lo usan y lo reclaman como suyo, pero en realidad no existe más el Cártel de la Unión.

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De acuerdo con informes y expedientes de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP-CDMX) y Procuraduría capitalinas (PGJ-CDMX) señalan que en este momento hay tres organizaciones criminales visibles que se asumen como la Unión, pero le añadieron al nombre su toque personal.

Se trata de la Unión Tepito, la Unión Insurgentes y la Unión del Betito. Por si fuera poco, surgió otro grupo que se asume como enemigo: Fuerza AntiUnión.

La Silla Rota consultó el expediente FCH/CUH-3/T1/1031/10-10, iniciado por el asesinato de 6 jóvenes que iban a una peregrinación de San Judas Tadeo, y se encontraban en la calle Granada, en Tepito.

Dicha averiguación, de octubre de 2010, representa la primera indagatoria en la que apareció el nombre de la Unión.

Me consta que Óscar Jonathán Aguinaga Torres, alias ‘El Cholo’ vende mariguana especial y mejorada, llamada hidropónica y éste se la entregaba a Evert Isaac Hernández para su venta. ‘El Cholo’ me dijo en relación a dos mujeres que habían sido levantadas, matándolas, las cuales eran del barrio. “(…) Mencionándome que estaba preocupado porque ese mismo grupo se quería apropiar de la venta de droga y como ‘El Cholo’ era ‘el bueno’ en Granada, me dijo que ellos querían adueñarse de su negocio y que se llamaban ‘La Unión’, cuyos integrantes se dedican a dar protección a comerciantes”, declaró Irving Martínez, uno de los sobrevivientes del ataque.

Esa banda criminal a la que se refería es la original Unión, fundada por los hermanos Francisco Javier y Armando Hernández Gómez, Ricardo Castillo “El Moco” y bajo el padrinazgo de Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”.

La cocaína la obtenían a través de un narcotraficante apodado “El Abuelo”, cuya identidad como Juan Juárez Orozco, dio a conocer LSR tras su extradición a Estados Unidos.

Conforme los crímenes de la Unión se multiplicaron y se estableció ya no como protector de comerciantes, sino como cobradores de derecho de piso, sus redes se extendieron más allá del Barrio Bravo y hasta Gustavo A. Madero, Iztacalco, Benito Juárez; Venustiano Carranza y toda la delegación Cuauhtémoc.

Pero desde finales de 2012, una organización delictiva que había pactado con la Unión, comenzó a ser atacada.

Eran narcomenudistas que se hacían llamar “Los Pellejos” y tenían su base de operaciones en la colonia Romero Rubio, en Venustiano Carranza, donde eran vecinos de la Unión.

Su jefe, Edwin Agustín Cabrera Jiménez “El Antuán”, declaró la guerra a los tepiteños luego de que fueran secuestrados y ultimados dos de sus dealers sacados de un bar, en avenida Bucareli.

La pugna llegó a su momento más álgido en mayo de 2013, cuando un primo de “El Antuán”, Horacio Vite Ángel, fuera sacado del bar Black en la Condesa y asesinado a tiros.

Dos días más tarde ocurrió el evento de mayor magnitud en cuanto a peleas del narco en la CDMX: 13 jóvenes fueron privados de la libertad del bar Heaven, en la Zona Rosa, y posteriormente descuartizados y enterrados en una fosa del municipio mexiquense de Tlalmanalco.

En ese momento emergió la Unión Insurgentes.

“El Antuán”, aún prófugo, reclamó que si los tepiteños eran Unión Tepito por la zona que controlaban, él y su gente eran Unión Insurgentes por dominar la vida nocturna y el trasiego de drogas por todo el corredor Insurgentes, de norte a sur.

Sin embargo, tras el caso Heaven, los de Insurgentes sufrieron bajas por la “cacería” que implementaron las autoridades para dar resultados por los 13 tepiteños.

Entonces, para 2015, otro familiar de “El Antuán”, Luis Felipe Chávez Cabrera asumió el liderazgo de la banda y sus operaciones en la Zona Rosa, Roma Condesa y San Ángel, pero fue detenido.

Otros narcos de Tepito, no precisamente miembros de la original Unión, tomaron el control de los antros y bares de esas zonas, y con el paso del tiempo esparcieron la información entre sus clientes y miembros que ahora ellos eran la Unión.

A finales de ese año, un antiguo colaborador de la original Unión, Roberto Mollado Esparza “El Betito”, hizo crecer las filas de sus sicarios y aprovechó la precariedad de los de Tepito para apoderarse de sus negocios ilícitos, como la extorsión y la venta de estupefacientes.

Fue él quien ordenó la muerte de Francisco Javier Hernández Gómez “Pancho Cayagua”, fundador de la Unión y, consumada, siguió con la tendencia de no eliminar la marca registrada que tanto temor infundía a grupos rivales y policías: se asumió como la Unión de la B o del Betito.

Paquetes con droga marcados con una calavera encapuchada y el apodo de “La Uva” (en referencia a la Unión por la letra con la que inicia), que dio a su grupo delictivo, le permitió a “El Betito” seguir con el cobro de derecho de piso y entrar al corredor Insurgentes, donde ya era muy famosa la marca de la Unión.

Pero fueron dos años de control, pues en 2017 apareció FuerzaAntiunión, creado por Jorge Flores Conchas “El Tortas”, narcomenudista que tenía bajo su dominio la zona de Garibaldi.

Ante el éxito que tuvo el nombre para identificar a todos los enemigos de la Unión, dealers de Ecatepec, Nezahualcóyotl, el Centro de CDMX e incluso en el propio Tepito lo tomaron prestado para unificar criterios contra “El Betito”.

Según los informes de la SSP y la PGJ no existe más la Unión, sino una serie de grupúsculos que usan su nombre para poseer una identidad, y una marca con la cual abrirse paso en el mundo de la mafia.

Como las diferentes células que hay de Los Zetas en el norte del país, y que llegaron a utilizar el nombre de Los Zetas para legitimarse en el hampa, ahora en el Valle de México existe ese mismo fenómeno.

“Es difícil identificar a los que sí forman o formaban parte de alguna de las células de la original Unión, ahora muchos dicen ser de la Unión, pero sus antecedentes no llenan ese perfil, son distribuidores menores y como no hay un liderazgo fuerte, como cuando se fundó la Unión, muchos lo toman y pareciera que todo se le atribuye a una banda, cuando en realidad son muchísimas”, detalló un mando de la Policía de Investigación consultado, el cual pidió mantenerlo en el anonimato.


jamp