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¿Cómo afecta a México la reforma fiscal de EU?

Especialistas consideran que los cambios provocarán que inversionistas prefieran EU en lugar de México, por lo que es importante reaccionar con rapidez

Escrito en DINERO el

De acuerdo con especialistas, México debe responder velozmente para enfrentar la reforma fiscal de Estados Unidos, consideraron especialistas.

Una disminución de 35% a 21% en la tasa corporativa del país del norte es considerable y atractiva para generar mayor flujo de capital a las empresas, las cuales comenzarán a analizar dónde invertir en el futuro, considerando ya los nuevos incentivos fiscales que aplicarán.

“No esperamos que salgan capitales de México de manera inmediata, pero sí podríamos ver que las inversiones a futuro elijan Estados Unidos, sobre México atraídas por una menor carga fiscal, que les permitirá un mayor flujo de capitales”, dijo Manuel Rico, socio de impuestos internacionales de la firma de auditoría KPMG.

Si se suman los impuestos estatales, la carga fiscal para las empresas en Estados Unidos se acercaría a 30%. En comparación, en México, las personas morales que invierten pagan una tasa de 30% de Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre sus ganancias; 10% de PTU (reparto de utilidades), más 10% sobre dividendos, detalla información del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

 “Frente a los cambios en el país del norte, México estaría en una camisa de fuerza, pues será difícil hacer cambios de fondo en materia fiscal, considerando que habrá elecciones en 2018”, opinó Juan Francisco Torres Landa, socio en México de la firma legal Hogan Lovells.

En el corto y largo plazos, México puede dar tres respuestas a la reforma fiscal de Trump, la cual fue aprobada este martes por la Cámara de Representantes, para aplicar desde el primer día de 2018.

1.- Decreto para la industria maquiladora. Así como ocurrió tras los temblores de septiembre, el gobierno puede dar a través de un decreto, incentivos fiscales para los sectores afectados, que en este caso será la industria maquiladora, explicó el socio de KPMG. Ello si se considera que cualquier empresa de este tipo podría cambiar su domicilio fiscal a Estados Unidos dado el esquema de doble tributación.

La tasa de ISR será ahora más alta en México, y “eso no les va a convenir, porque el principal beneficio para esta industria era mano de obra barata y calificada, además de una tasa de impuesto menor a la Estados Unidos”, consideró Manuel Rico.

2.- Fortalecer Zonas Económicas Especiales (ZEE). El decreto de estas zonas, refiere que ofrecerán descuento de 100% del ISR durante los primeros 10 años de operaciones de las empresas que se instalen en las ZEE; créditos fiscales de 50% por las cuotas patronales que se pagan ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los primeros 10 años de trabajo; tratamiento especial en materia de IVA y régimen aduanero especial con reducciones a las cuotas de derechos.

No obstante, al estar localizadas en regiones que no han tenido el mismo desarrollo que las regiones norte y bajío del país, carecen de infraestructura y conectividad competentes para el movimiento de mercancías, consideró Manuel Díaz, presidente de la firma especializada en comercio exterior y logística, Grupo Ei.

3.- Reducir el ISR y homologar el IVA. Esta es la propuesta con la que coinciden representantes del sector privado en México, sin embargo, es la que necesitaría de un proceso más a fondo, difícil de llevar a cabo en tiempo de elecciones.

“Normalmente las reformas estructurales, se realizan en los primeros años de las administraciones, como ocurrió en ésta, pues generan descontento entre la población, lo cual sería contraproducente en periodos electorales”, comentó de acuerdo con Torres Landa.

Estos son cinco elementos clave para comprender la reforma, presentada como la más ambiciosa desde 1986.

El impuesto federal sobre las sociedades bajará de 35% a 21%. Donald Trump confía en que ello sirva para impulsar el crecimiento, aunque realmente la mayor parte de las empresas no pagan la tasa completa gracias a las deducciones fiscales.

Mil 450 millones de dólares será el impacto de la baja de impuestos para las finanzas públicas durante el periodo 2018-2027, según una comisión parlamentaria. Se espera que el déficit federal crezca y, según muchos analistas, la reactivación prevista de crecimiento no generará suficiente para compensar el boquete fiscal.

La deuda pública federal alcanzará entre 95% y 98% del PIB en 2027, según el Comité por un Presupuesto Responsable, frente a 91% si se mantiene la ley vigente y el 77%actual.

Es la tasa máxima de impuesto sobre la renta. La más baja quedará en 10 por ciento, mientras la más alta pasará de 39.6 por ciento a 37 por ciento, para los ingresos superiores a 600 mil dólares anuales para una pareja casada. En Estados Unidos se retienen los impuestos en la fuente, por lo que el gobierno anunció que la baja de impuestos se reflejará en los salarios desde febrero.

El poder de compra adicional para una familia mediana será de 2 mil 59 dólares, según el presidente de la Cámara de Representantes y defensor de la reforma, Paul Ryan. Analistas independientes estiman que todos los niveles de ingreso verán bajar sus impuestos en 2018, aunque la mayoría verá cómo se desvanecen esas ventajas en la próxima década, por la inflación y la expiración de algunos artículos.

La baja de impuestos para los particulares llegará a su fin en 2026, porque los legisladores se opusieron a encontrar una fórmula que la hiciera permanente.