El gobierno de Estados Unidos de Donald Trump autorizó la ley conocida como “derecho a probar”, norma polémica que legaliza los tratamientos experimentales con pacientes desahuciados para los que la medicina no ha encontrado cura.
Esta ley ha sido una de las prioridades legislativas de Trump, la cuál ha sido aprobada la semana pasada por la Cámara de Representantes después de que el Senado también diera el visto bueno el pasado mes de agosto.
La ley autoriza a los pacientes a probar medicamentos previos a su comercialización dando autonomía a las farmacéuticas las cuales podrán aprobar los tratamientos dejando de lado a la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) que no podrá supervisar los tratamientos experimentales y únicamente serán informados cuando hayan sido programados.
“Salvaremos miles y miles de vidas” alego el mandatario tras firmar la ley y critico las normas actuales que alargan el proceso de tratamientos con medicamentos prueba, quitando esperanza a enfermos que carecen de tiempo.
Mientrás que los grupos de defensa de pacientes terminales estuvieron en contra de la ley al considerar que esta norma no tiene gran impacto en el acceso seguro a este tipo de tratamientos y da un efecto negativo en la percepcíon de la FDA.
“Haremos todo lo posible para proteger a nuestros pacientes de terapias inefectivas” indicó Christina Jensen, de la Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD) a la Agencia de Noticias EFE.
En la firma de ley estuvieron presentes el vicepresidente Mike Pence, el Secretario de Salud, Alex Azar así como varios enfermos terminales.Los expertos han considerado que esta ley es un punto político a favor de Trump y su administración pero que en realidad cambiará muy poco el panorama para los pacientes en fase terminal.
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