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Candidato de Trump a la Corte Suprema, abierto a testificar por acusación de abuso sexual

El juez conservador Brett Kavanaugh fue acusado de este delito por Christine Blasey Ford, quien entonces tenía 15 años

Escrito en MUNDO el

Kavanaugh, candidato de Trump al Supremo, se muestra dispuesto a testificar tras la denuncia de abuso sexual.

El candidato conservador del presidente Trump al máximo órgano judicial de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, ha sido acusado de abusos sexuales por parte de una profesora universitaria.

La mujer, que decidió desvelar su identidad este fin de semana en una entrevista con el diario The Washington Post, asegura que el abuso ocurrió cuando ambos eran adolescentes.

Se llama Christine Blasey Ford y sus acusaciones salieron a la luz por primera vez la semana pasada, pero hasta ahora se desconocía su identidad.

Kavanaugh, juez de apelaciones del Distrito de Columbia y exconsejero del expresidente George W. Bush., ha rechazado todas las alegaciones. pero este lunes se mostró dispuesto a volver a testificar en el Senado para atajar la polémica.

Estoy dispuesto a hablar con el Comité Judicial del Senado de cualquier forma que el Comité considere apropiada para refutar esta falsa acusación de hace 36 años y defender mi integridad", señaló en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

Ford también está abierta a hablar con los legisladores.

Un senador republicano clave ha cuestionado su apoyo a Kavanaugh mientras los demócratas piden posponer el voto, previsto para el próximo jueves, del Comité Judicial del Senado sobre la designación del juez.

La aprobación de Kavanaugh parecía hasta ahora estar asegurada, pero esta incógnita podría tener un impacto en su designación, en plena era del movimiento Me Too contra el encubrimiento de abusos sexuales.

El juez de apelaciones de Washington, que tendría un cargo vitalicio y afianzaría la mayoría conservadora del Supremo, testificó la semana pasada en el Comité Judicial y su designación parecía encaminada a ser aprobada por el pleno del Senado, gracias a los votos de la mayoría republicana, antes de las elecciones legislativas de noviembre. En esos comicios los conservadores se juegan mantener el control de la Cámara.

El senador republicano por Arizona Jeff Flake anunció que ya “no está cómodo votando así” a Kavanaugh el próximo jueves en el Comité Judicial. Ese es el primer paso para que luego todo el pleno del Senado vote la designación.

Flake, de los pocos republicanos críticos con Trump, es un senador clave. Es uno de los 11 republicanos en el comité y, sin su apoyo, la nominación quedaría empatada dado que los 10 miembros demócratas está previsto que la rechacen. Aún así, la cúpula republicana podría someter directamente el voto al pleno del Senado.

HUBO UN TERCER IMPLICADO

La mujer relató que Kavanaugh, delante de su amigo, la "empujó" y mantuvo sobre una cama, la "manoseó", "frotó su cuerpo" con el suyo y trató "torpemente" de "quitarle" la ropa que llevaba.

Cuando trató de gritar, dijo, él le tapó la boca con su mano", publicó The Washington Post.

Ford, de 51 años, aseguró al diario que consiguió liberarse.

Pensé que me iba a matar involuntariamente. Estaba tratando de agredirme y quitarme la ropa", dijo Ford al periódico.

Kavanaugh publicó su rechazo a la acusación la semana pasada, cuando aún se desconocía la identidad de la supuesta víctima.

Rechazo esta acusación de forma categórica e inequívoca. No lo hice durante el instituto ni en ningún momento", dijo en un comunicado.

El incidente que denuncia Christine Blasey Ford, profesora de psicología en la Universidad de Palo Alto (California), supuestamente ocurrió en 1982, cuando ella tenía 15 años y Kavanaugh, 17.

Él era una estudiante en una escuela de Bethesda, Maryland (a las afueras de Washington) y ella acudía a una secundaria cercana.

El suceso ocurrió supuestamente en una reunión de adolescentes en una casa, cuando Kavanaugh y un amigo "la acorralaron" en una habitación.

Kavanaugh y su compañero de clase Mark Judge estaban “borrachos” hasta el punto de que “tropezaban”. Todos los participantes en la fiesta habían bebido cervezas, pero los dos chicos llevaban muchas horas bebiendo.

Mientras Judge miraba, Kavanaugh se abalanzó sobre Ford para tenderla sobre la cama. Postrado sobre la espalda de ella, trató de quitarle la ropa. Cuando ella intentó gritar para pedir auxilio, él le tapó la boca.

La chica logró finalmente escapar cuando Judge se lanzó encima de los dos en la cama. Todos cayeron y ella pudo huir hasta el baño, donde se encerró hasta que escuchó que ambos bajaban al piso de abajo y entonces se marchó de la casa aterrada.

Ford asegura que decidió olvidar lo sucedido y que no se lo contó a sus padres por temor a que la regañaran por estar en una fiesta donde menores de edad tomaban alcohol. La primera vez que contó el presunto abuso sexual fue en 2012 cuando acudió junto a su marido a una terapia de pareja. Asegura que es un trauma que ha arrastrado toda su vida y que la ha afectado emocionalmente.

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El Post ha revisado algunas de las notas de la psicoterapeuta de Ford, en las que, sin citar a Kavanaugh, se describe un asalto por parte de “chicos de una escuela elitista” que se convirtieron en “altos representantes de la sociedad de Washington”.

Según el diario, la mujer contrató recientemente a una abogada de Washington especializada en casos de abuso sexual y que le recomendó que efectuara una prueba poligráfica ante el temor de que fuera acusada de mentirosa. El examen concluyó que Ford decía la verdad cuando explicó la acusación.

El Post también ha analizado el libro escolar del año de graduación de Kavanaugh, en el que hace varias referencias al alcohol. Por su parte, Judge, un cineasta y escritor, escribió un libro sobre su adicción al alcohol que incluye una posible mención a Kavanaugh y a una intensa noche de borrachera.

A principios de julio, la mujer contactó al Post cuando Kavanaugh sonaba como uno de los favoritos para ser nominado por Trump para el puesto vacante en el Supremo. Sin embargo, en las semanas posteriores decidió que no quería contar el presunto abuso sexual por el impacto que tendría revelar su identidad.

Todo cambió la semana pasada cuando afloraron las primeras informaciones sobre la carta que mandó a una senadora demócrata con la condición de que no se difundiera pero que acabó filtrándose.

mlmt