El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló a favor del pastelero de Colorado que en 2012 se negó a hacer un pastel de bodas para una pareja homosexual por creencias religiosas.
De acuerdo con El País, los jueces ampararon al pastelero con una mayoría de siete contra dos, al considerar que la justicia no había sido neutral. Sin embargo, evitaron algún argumento sobre el fondo del tema, es decir, si un negocio tiene derecho a no servir a clientes homosexuales poniendo como argumento la libertad de religión.
Aunque le jurado, conformado por nueve jueces, es en su mayoría de corte conservador, la sentencia tuvo el apoyo de cuatro jueces considerados progresistas.
Se esperaba que la sentencia fuera un parteaguas a en la historia de los derechos civiles, como pasó con un caso un caso que permitió que se legalizara el matrimonio igualitario o el que vetó la aislamiento racial en espacios privados.
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Sin embargo, evitaron algún argumento sobre, si un negocio tiene derecho a no servir a clientes homosexuales poniendo como argumento la religión, es decir , en dónde acaba la libertad religiosa y comienza la discriminación.
El caso supone un golpe a la comunidad LGTB, que en los últimos tiempos ha perdido varias conquistas sociales.
EL CASO
Charlie Graig y Dave Mullins acudieron en julio de 2012 a la pastelería de Jack Philips en Lakewood, Colorado, para encargar un pastel de bodas.
Philips se negó bajo el argumento de que hacerlo violaría sus creencia religiosas, por lo que la pareja acudió ante la Comisión de Derechos Civiles a presentar una denuncia.
En 2015 la justicia de Colorado lo condenó por discriminación y el pastelero llevó entonces el caso hasta el Tribunal Supremo, donde este lunes ganó la demanda.
En su argumento, el pastelero se definió como un artista y apeló a la libertad de expresión señalada en la primera enmienda de la Constitución para defender su derecho a no realizar un pastel nupcial para homosexuales.
Según alegó, el negarse no discrimina a los homosexuales, porque está dispuesto a venderles, dice, cualquier otro pastel.
Para ejemplificar su argumento, dijo que tampoco elabora pasteles para Halloween o con mensajes ateos y que tiene que ver con el pastel en sí, independientemente de quien lo compra.
cbl