El Tren Interurbano México-Toluca ha sido cuestionado por su proceso de contratación, además de su encarecimiento de más de la mitad del costo original, y podría ser revisada por quien ha sido propuesto como el siguiente titular de la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes (SCT), Javier Jiménez Espriú.
De acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto Mexicano para la Competividad (Imco), este proyecto se encareció un 55 por ciento desde que se presupuestó; debido a esto ya no tiene rentabilidad social.
Este porcentaje representa alrededor de 59 mil 216 millones de pesos y fue originado por un insuficiente desarrollo de proyectos ejecutivos, lo que derivó en adeudos.
Imco advirtió que la falta de transparencia y coordinación entre distintos órdenes de gobierno, como son la SCT a nivel federal y la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse) a nivel local, provocó un proceso opaco de contratación.
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En una auditoría realizada en 2016 se detectaron pagos indebidos de hasta 1,532 millones de pesos que fueron entregados al gobierno citadino, quien tenía la tarea de construir un tramo del proyecto. Hasta el momento, no se ha comprobado que este dinero haya sido reintegrado a la Tesorería de la Federación.
Ricardo Trejo, director general de Forecastim, empresa especializada en el sector construcción, dijo que de ser revisada la obra no implica que se cancele, pues está en un proceso de avances importantes y ya genera desarrollo económico en sus alrededores.
De acuerdo a lo planteado por el equipo del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, esto podría derivar en sanciones si se encuentran irregularidades en el proceso de contratación.
(Con información de Reforma)
cmo