El tiempo para alcanzar un acuerdo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se agota y los tres ministros que encabezan las negociaciones para cada país no parecen preparados para reunirse.
A lo anterior, se añade que los aranceles al sector siderúrgico que Estados Unidos condonó temporalmente a Canadá y México está por expirar este viernes. Además, la exclusión está vinculada a las negociaciones del TLCAN.
Por su parte, el portavoz de la Cámara estadounidense, Paul Ryan, coincide en que se necesita un acuerdo del TLCAN para entonces, a fin de que el Congreso actual pueda votar su aprobación.
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A este ambiente incierto, se suman las elecciones presidenciales en México, el 1 de julio próximos, que podrían marcar el comienzo de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, y la nueva amenaza de tarifas a automóviles, lo que dañaría a Canadá y México.
Las negociaciones se encuentran atoradas principalmente en el sector automotor, aunque persisten otras barreras clave, como la exigencia de Estados Unidos de una cláusula de terminación automática.
Fuentes han señalado que México ha aceptado que el 20 por ciento de un automóvil se fabrique con altos salarios, a cambio de que Estados Unidos retire otras disposiciones polémicas, sin embargo, este último no ha respondido públicamente.
ENCUENTROS
Mientras el tiempo se agota, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, sostiene reuniones en Washington con el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
Este martes, luego de reunirse por dos horas con Lighthizer, la canciller canadiense habló con los medios de comunicación a quienes dijo que durante la última semana los equipos encargados de la negociación han trabajado “intensamente”.
Indicó que también ha tenido contacto con el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
El canciller mexicano, se encuentra en París donde asiste a reuniones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El lunes en Ottawa, Freeland dijo que el gobierno respalda con firmeza a los trabajadores del sector automotriz de su país, y criticó a Estados Unidos por la premisa a las tarifas del 25 por ciento a la importación de autos.
Este martes, reiteró a los medios estadounidenses que la idea de que Canadá y sus automóviles puedan representar una amenaza a la seguridad de Estados Unidos “es francamente absurda, y se lo he dejado en claro a la administración estadounidense".
PÉRDIDA DE EMPLEO EN EU
Si la administración del presidente de EU, Donald Trump, decide imponer un arancel de 25 por ciento a los automóviles importados por razones de seguridad nacional provocaría una pérdida de 157 mil empleos netos en Estados Unidos, apunta un estudio de la consultora The Trade Partnership.
El impuesto, que actualmente es analizado por el Gobierno federal, tendría un impacto opuesto al esgrimido por Trump cuando inició su investigación el pasado 23 de mayo.
Rechazan naciones arancel de Trump
"Si apoyar los empleos y el fortalecer la economía son los motivos para imponer una protección, invocando razones de seguridad nacional, tales aranceles tendrían un impacto opuesto al buscado", apunta el estudio de seis páginas que utiliza datos oficiales del Gobierno.
A decir de los cálculos para el empleo de EU, un arancel del 25 por ciento -como el que según reportes busca Trump- lograría levantar el empleo en la industria automotriz en más de 92 mil plazas, pero provocaría más de 250 mil empleos en el resto de la economía incluida manufactura.
"Alrededor de 3 empleos se perderían por cada empleo ganado en el sector de vehículos automotores y en el sector de autopartes", señala.
Además, las principales pérdidas de empleos para EU ocurrirían en el sector servicios: 120 mil plazas menos en construcción y 68 mil empleos menos en el sector de servicios profesionales y de negocios.
De acuerdo con el reporte, la economía estadounidense también se vería afectada con un aumento al precio de los autos importados en 21 por ciento, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 18 mil millones de dólares y una caída en las exportaciones de EU de 2 por ciento anual.
El estudio no ofrece datos del impacto en las industrias de México y Canadá, principales orígenes de la importación de autos a EU, pero insiste en que el aumento en precio sería tanto para los importados como los domésticos.
Por ejemplo, el arancel de 25 por ciento aumentaría en 6 mil 384 dólares el precio de un auto importado con valor actual de 30 mil dólares, según la consultora.
El 23 de mayo pasado, el Departamento de Comercio anunció el inicio de una investigación para conocer los impactos en la seguridad nacional de la importación de automóviles, autopartes, SUVs y camiones ligeros bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión del Comercio de EU de 1962.
El Departamento de Comercio de EU anunció la programación de dos días de audiencias públicas el próximo 19 y 20 de julio para que el público exponga sus posiciones frente a la investigación, además de anunciar un período de comentarios antes del 22 de junio.
IP EN MÉXICO, PREOCUPADA: CCE
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, sostuvo que el sector que encabeza está preocupado por la resolución de Estados Unidos de imponer aranceles al acero y aluminio, por lo que confió en que tanto México y Canadá queden exentos y reciban trato de socios.
El líder del organismo cúpula sostuvo que si existe una preocupación en la iniciativa privada porque el próximo 31 de mayo culminará la exención de pago de tributos al acero y aluminio.
Comentó que de aplicarse la medida a México, los empresarios pedirán al gobierno que actué de la misma forma, es decir, aplicando aranceles a productos que se importan del vecino país del norte, pues así se estaría en igualdad de circunstancias.
Con información de Reforma
cbl