La austeridad es una prioridad para el nuevo gobierno federal. Este principio contrasta contundentemente con administraciones pasadas. El presidente ha mencionado en reiteradas ocasiones que “no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre”. En efecto, un Estado ostentoso no tiene cabida en un país con más de 50 millones de pobres. Las medidas de austeridad cobran más sentido cuando se demuestra con evidencia que son reales y que benefician a la ciudadanía. Es bueno saber que la austeridad es un eje rector del quehacer del nuevo gobierno federal, pero la historia reciente del país obliga a demostrar congruencia con acciones e indicadores.
Un símbolo del gasto desmedido de la pasada administración fue el avión presidencial, por lo que desde su campaña, el presidente López Obrador procuró dar el ejemplo comprometiéndose a venderlo y recuperar el gasto al erario público. Es necesario demostrar con evidencia que las medidas de austeridad son reales y que dan resultados porque permea el escepticismo. En el pasado existieron múltiples casos en los que funcionarios públicos abusaron de sus cargos para usar aeronaves y helicópteros para intereses particulares, o bien, contrataron viajes con sobrecostos sin considerar la responsabilidad que debemos tener los que desde el gobierno servimos al país. Están los casos de David Korenfeld, Emilio Lozoya y Emilio Gamboa, por mencionar algunos.
La austeridad aplicada sin previo análisis, sin debate público y sin información puede ser contraproducente como menciona Amartya Sen. Para eso se necesita transparencia. Para gobernar, los tomadores de decisiones requieren incurrir en gastos de viajes y comisiones de trabajo. El presidente, por ejemplo, debe conocer contextos, supervisar avances, coordinarse con otros funcionarios públicos, etc. Pero los viajes y comisiones de trabajo no pueden ser actividades de lujo, sino medios para emprender acciones de gobierno que mejorarán la vida de los mexicanos. Los ciudadanos están vigilantes y algunos ejercen su derecho a la información pública para saber si esto se cumple. Por ejemplo, en el recurso de revisión RRA 3269/19 el INAI ordenó a la Oficina de Presidencia de la República publicar información sobre número de viajes, destinos, fechas y gastos de los viajes en avión del presidente. Con esto el gobierno federal tiene una oportunidad de demostrar que la austeridad está rindiendo frutos.
Por esta razón el INAI, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, utiliza la herramienta de transparencia proactiva Comisiones abiertas y la ha puesto a disposición de cualquier interesado, es una plataforma informática de código abierto que permite transparentar la gestión de las comisiones de trabajo en las instituciones públicas. Esta herramienta permite transparentar y evaluar si el gasto ejercido en viáticos y pasajes abona a los fines y objetivos de las instituciones, entre otros, crear valor público, porque provee información sobre el por qué y el para qué de las comisiones oficiales. “Comisiones Abiertas” permite publicar los montos ejercidos, los objetivos y los resultados de las comisiones emprendidas por los servidores públicos.
Además, las herramientas de transparencia proactiva permiten acercar a los ciudadanos a la acción de gobernar para que entiendan realmente las implicaciones en gasto, dificultad y grado de responsabilidad. La herramienta Comisiones abiertas puede servir a la Oficina de la Presidencia de la República y todo el gobierno federal para demostrar los ahorros logrados a partir de las medidas de austeridad en viajes y comisiones de trabajo, pero también para involucrar a la población en las tareas de gobierno.