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Transparencia en el Poder Legislativo

Hacia un Parlamento Abierto | Blanca Lilia Ibarra Cadena

Por
Escrito en OPINIÓN el

A mi amigo y compañero Carlos Bonnin Erales QEPD.

Este 21 y 22 de noviembre se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales el Seminario Internacional de Transparencia Legislativa y Parlamento Abierto, con la finalidad de analizar y discutir las mejores prácticas en la materia, así como plantear los retos para consolidar este paradigma en el Congreso Mexicano.

Junto a académicos, legisladores, especialistas y en presencia del Relator Especial para la Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, así como del magistrado emérito del Tribunal Constitucional de España, Doctor Manuel Aragón Reyes, reflexionamos sobre la importancia del control parlamentario en un gobierno democrático, el cual por supuesto, tiene que ser transparente y abierto.

Transparencia en el Poder Legislativo

En ese sentido, vale la pena recordar la intervención del Doctor Manuel Aragón, quien afirmó que: “La fuerza del control parlamentario descansa, pues, más que en la sanción directa, en la indirecta; más que en la obstaculización inmediata en la capacidad de crear o fomentar obstaculizaciones futuras; más que en derrocar al gobierno en desgastarle o en contribuir a su remoción por el cuerpo electoral. Esta labor de crítica de fiscalización, constituye el significado propio del Control Parlamentario”.

Por su parte, la Vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, desde su experiencia en el campo legislativo señaló: “El INAI se convertirá en esta nueva transición en el motor fundamental para el combate a la corrupción, para romper el ciclo de impunidad y la secrecía de las decisiones fundamentales en todos los poderes públicos”.

En su momento, el Relator Especial, Edison Lanza, destacó que el acceso a la información pública es un derecho fundamental y no es un artilugio burocrático, aunque el cumplimiento es meramente una obligación burocrática, el derecho de acceso es parte de la construcción de la transición que América Latina y México han vivido a partir de mediados de las décadas de los 80 y 90, hacia la democracia de calidad.

Al concluir los trabajos de este importante seminario, la reflexión final del Doctor Sergio García Ramírez, profesor emérito de la UNAM, nos hace recordar que el objeto principal del Parlamento Abierto, el centro de la democracia, el principio y fin de la misma, es sin duda: la ciudadanía, es por beneficio de la ciudadanía que quienes integramos los poderes públicos en todos los niveles, ejerzamos nuestra función apegados a los principios del Estado Abierto, para entregarle mejores resultados, ya que los espera y ahora, más que nunca, los exige.

Hacia un Parlamento Abierto

Desde mi punto de vista, como lo externé en mi participación, considero que las democracias constitucionales encuentran su fundamento y su razón de ser, según el politólogo italiano Michelangelo Bovero, en la representación política de los ciudadanos, quienes al amparo de un pacto fundacional eligen a sus representantes al Parlamento o al Congreso, con la idea de que sean éstos quienes ejerzan la facultad legislativa y del control del gobierno.

De esta manera, los sistemas políticos contemporáneos requieren, necesariamente, para ser democráticos de parlamentos abiertos y transparentes, los cuales además de ser los órganos de máxima representación popular en la República, institucionalizan las grandes promesas constitucionales: el equilibrio de poderes, los frenos y contrapesos al Ejecutivo, la legitimación del propio sistema y un catalizador de los problemas sociales.

El paradigma actual de la transparencia se enfoca, a partir del Gobierno Abierto, en construir una participación ciudadana activa en las decisiones legislativas, políticas y administrativas del Parlamento, para que, con sus mejores prácticas, permeen en otros órganos del Estado.

Uno de los grandes retos del sistema democrático actual, es que la ciudadanía se sienta, efectivamente, representada en las Cámaras del Congreso; cuestión que implica no sólo respetar la decisión del electorado al emitir su voto, sino que implica la generación de mecanismos de participación ciudadana directa, bajo parámetros de constitucionalidad y legalidad, que les permita ser escuchados, sentirse parte del debate público y de la toma de decisiones; pero sobre todo, la mayor exigencia de la sociedad mexicana es que existan resultados concretos de la gestión de sus autoridades.

Si usted está interesado en conocer más sobre los trabajos de este Seminario Internacional, puede consultar los materiales en:

www.blancaliliaibarra.mx/transparencialegislativa

Quince años de la primera Ley de Transparencia en México

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