Main logo

Totoaba, el pez más caro que la cocaína

A esta especie protegida, endémica de México, se le conoce como “buche de totoaba” y puede venderse en el mercado asiático hasta en 60 mil dólares el kilogramo.

Escrito en ESPECIALES LSR el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- En el mar de Baja California hay un pez en peligro de extinción que el crimen organizado está pescando y comercializando ilegalmente, porque las ganancias que obtienen de él comienzan a superar a la de la cocaína.

A esta especie protegida, endémica de México, se le conoce como “buche de totoaba” y puede venderse en el mercado asiático hasta en 60 mil dólares el kilogramo.

Esta nueva modalidad de negocios del crimen organizado ya preocupa a las autoridades mexicanas y estadounidenses e incluso la Interpol emitió la Alerta Púrpura, a petición de la propia Procuraduría General de la República (PGR).

La totoaba se pesca mayoritariamente en la desembocadura del río Colorado y atraviesa siete estados estadounidenses antes de llegar al Valle de Mexicali, en territorio nacional.

Cuando es pescada, los traficantes tratan de cruzar a Estados Unidos únicamente los buches, y desechan en mar o en tierra el resto del cuerpo del pez, generando adicionalmente un serio problema de contaminación.

El buche de la totoaba es la parte que se utiliza en Asia para elaborar remedios medicinales y sofisticadas artes culinarias, además de ser considerado un manjar con propiedades afrodisiacas, por lo que es un producto sumamente costoso.

La Totoabamacdonaldi (nombre científico) es una especie endémica del norte del Golfo de California y fue una de las pesquerías más importantes de la región, además de ser de las primeras en el país en mostrar evidencias de sobreexplotación desde 1940, motivo por el cual se convirtió, mediante decreto, en una especie protegida, encontrándose en veda permanente desde 1975, además de estar considerada como especie en peligro de extinción de conformidad con la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Incluso, el presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha el año pasado un programa para el rescate y la conservación de la vaquita marina y de la totoaba, el cual incluye la prolongación de las vedas y apoyos económicos a los pescadores de la zona.

Sin embargo esta medida, respetada por los lugareños, es vulnerada por pescadores de otras regiones que, según la autoridad, son auspiciados por el crimen organizado que ha encontrado en el tráfico de la vejiga de la totoaba, una nueva y muy lucrativa modalidad para sus negocios ilegales, ante la gran demanda que el producto encuentra en estos momentos en el mercado asiático.

De esta forma, la Comisión Permanente turnó a comisión un exhorto a la PGR para que remita un informe sobre los resultados obtenidos a raíz de la notificación de la alerta púrpura por parte de Interpol, a fin de valorar los logros que se han alcanzado desde su implementación, y lleve a cabo las acciones que conforme a sus atribuciones le competen.

El punto de acuerdo dado a conocer en la sesión de este miércoles, también pide al titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para que, a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, intensifique acciones de inspección y vigilancia en las zonas geográficas en donde habitan la vaquita marina y la totoaba, con la finalidad de impedir actividades ilegales en detrimento de estas especies, así como coordinarse con las autoridades competentes para su preservación.

 

Totoaba vs Cocaína

El 1 de diciembre de 2014, la Organización Internacional de Policía Criminal Interpol emitió una Alerta Púrpura, a petición de la PGR, como una medida tendiente a combatir el ilegal tráfico de esta especie.

La Alerta Púrpura es una notificación que se hace a los cuerpos de policía de los países miembros de Interpol para compartir información esencial sobre el modus operandi de criminales para llevar a cabo sus actividades ilegales.

Según información de la propia PGR, un kilo de cocaína en el mercado negro cuesta aproximadamente 150 mil pesos, precio sumamente inferior al kilogramo de este pez en peligro de extinción.

El punto de acuerdo de la Comisión Permanente añade que hay una alta incidencia de captura de traficantes de buches de totoaba, en cantidades que van desde las docenas hasta los centenares de piezas incautadas.

El documento explica que lo alarmante de esta situación es la similitud que guarda con otras actividades del crimen organizado: “se detiene a los operadores inferiores de la cadena criminal, mientras las cabezas de estas mafias continúan disfrutando de impunidad para continuar su ilegal actividad, en detrimento de una especie animal que puede llegar a la extinción si no se radicalizan las medidas para protegerla”.

El pasado 29 de marzo se detuvo en la carretera Mexicali-Tijuana a un contrabandista en posesión de 121 buches de totoaba. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detalló que los buches asegurados tenían tallas de entre 35 a 57 centímetros de longitud, por lo cual se puede inferir que correspondían a ejemplares de más de 30 años de edad.

Por todo lo anterior, es necesario considerar que alertar a los cuerpos policiacos internacionales para evitar el tráfico de totoaba es un importante primer paso, pero los hechos demuestran que no debe ser el único, pues es preciso que acciones en conjunto, en el territorio nacional, enfocadas a la inspección y vigilancia de estas especies vulnerables, continúen y puedan ser reforzadas por las instituciones”. “Siguiendo el paralelismo con el narcotráfico, mientras haya demanda, seguirá habiendo quien se arriesgue a sufrir una pena corporal en el intento de obtener una ganancia rápida en el desempeño de una actividad prohibida pero altamente lucrativa”.

 

Fuente: PGR

 

maaz