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Terror del narco obliga en Guerrero a estudiar por WhatsApp y Facebook

Mensajes del narco fueron enviados a celulares: si las escuelas funcionaban, que si daban clases, los maestros serían asesinados y las maestras violadas

Escrito en ESTADOS el

Primero las amenazas fueron vía Facebook. Después llegaron vía WhatsApp a los celulares de prácticamente todos los profesores de la Montaña Baja de Guerrero.

El texto decía que si las escuelas funcionaban, que si daban clases, los maestros serían asesinados y las maestras violadas.

Primero se tomó a la ligera la amenaza, pero enseguida aparecieron choferes de transporte público asesinados en la zona, dos o tres cada semana.

Para el 12 de octubre, decenas de hombres con armas largas y lanzagranadas recorrieron todas las escuelas de Chilapa, el municipio más importante de la región.

Los pocos planteles que seguían abiertos se vaciaron en minutos. Las clases se suspendieron y no volvieron a reanudarse.

Para no interrumpir el ciclo escolar, los maestros asignaron tareas y guías de estudio por internet.

WhatsApp y Facebook se coinvirtieron en aulas virtuales para miles de estudiantes en Guerrero.

El secretario de Educación de Guerrero, José Luis González de la Vega, reconoce que las amenazas del narcotráfico suspendieron clases.

"Pero eso no quiere decir que se abandonó el semestre educativo. Los maestros dan guía para estudiar y dejan tareas a través de internet", le dice a BBC Mundo.

Para restablecer la normalidad, el gobierno de Guerrero desplegó un operativo especial de seguridad, con ayuda de militares y policías federales.

Mientras, los alumnos siguen su curso por sus redes sociales.

"No es lo ideal, no nos conformamos: estamos haciendo lo que está en nuestras manos para con estos operativos reforzados con el Ejército, la fiscalía y la Policía Federal podamos restablecer al 100% el servicio educativo".

Organizaciones civiles y padres dicen hay 60 mil estudiantes afectados, pero el gobierno habla de 6 mil

Las amenazas de dos bandas que disputan el control de la siembra y tráfico de heroína en las montañas mantienen a miles de estudiantes fuera de las aulas.

En las semanas siguientes a las primeras amenazas, algunos maestros convocaban a los alumnos en reuniones virtualmente secretas para revisar los deberes y asignar guías de estudio.

Nunca era el mismo lugar, le cuenta a BBC Mundo uno de los profesores que recibieron mensajes intimidatorios.

No quiero arriesgarme que a mis niños los agarre una balacera o me los secuestren. Y todos mis vecinos están igual"

"Era un día a la semana, trataban de reunirse los más que se podía con los alumnos. No hay definido un día ni el lugar para evitar como una rutina que los identifique".

"Ese día revisan la tarea que dejaron y vuelven a dejar otra, pero si no se pueden ver, lo hacen por WhatsApp o Facebook".

En esta red social existen páginas de algunas escuelas donde se coordinan los estudios.

Pero incluso en ese espacio hay temor a los criminales, algo que en la región conocen desde hace varios años es campo de batalla de bandas rivales.

La violencia se nota en las calles.