Mazatlán (La Silla Rota).- Teodora, de 63 años de edad, fue asesinada frente a su nieto con un arma blanca en el interior de su domicilio a manos de su expareja, la tarde de ayer en la cuarta sección del fraccionamiento Pradera Dorada, en Mazatlán, Sinaloa.
El ataque
De acuerdo con las primeras versiones, la víctima llevaba el nombre de Teodora “N”, de 63 años, y estaba separada desde hace un mes de Luis “N”, de 64 años, y desde entonces no se le había visto por el lugar.
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Los mismos vecinos comentan que la pareja tenía un largo historial de violencia intrafamiliar, ya que fueron varias las veces que ellos se percataron de que el señor golpeaba a su esposa.
Fue a las 13:30 horas cuando una vecina se comunicó con las autoridades para pedir una patrulla, ya que escuchó a Teodora pedir ayuda.
Lo atrapan ''in fraganti''
Cuando los agentes policiales llegaron a la casa de Teodora, encontraron a Luis encima ella todavía dándole varias cuchilladas.
Los elementos municipales intentaron acercarse para detener al hombre, pero al verlos venir se echó para atrás y comenzó a infligirse heridas en el cuello, por lo que comenzó a sangrar.
Socorristas de Cruz Roja arribaron al lugar para atender a los dos adultos, pero cuando revisaron a Teodora, ya no presentaba signos vitales.
El presunto responsable fue llevado a bordo de una ambulancia para recibir atención médica en un hospital, mientras varias unidades de la Policía Municipal los escoltaban.
Un infante de 2 años, de nombre Saúl “N”, nieto de la pareja, se encontraba en la vivienda al momento del ataque. Debido a que el niño se encontraba vendado de una pierna, se corrió el rumor de que también habría sido lesionado.
“El niño estaba dentro de la casa porque su mamá se lo dejó a la señora para ir a la escuela. Creo que ya lleva un tiempo fracturado, por eso trae una venda”, señaló un vecino.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado acudieron al sitio para realizar la recolección de evidencias y poder armar la carpeta de investigación.
Luego de realizar su trabajo de campo por alrededor de 50 minutos, los especialistas de Servicios Periciales autorizaron al personal de la funeraria en turno para que levantara el cuerpo de la víctima.