El consumo de tabaco en el mundo ha caído lentamente desde 2005 gracias a las cada vez más estrictas regulaciones que los gobiernos han aplicado para procurar la salud de los fumadores pasivos y que han arrinconado a la industria.
Las cifras demuestran que las ventas han alcanzado su nivel máximo en la mayoría de los países más ricos y que la tendencia continuará decreciendo.
Sin embargo, hay mercados nuevos donde el porcentaje de personas adictas al tabaco es menor, pero el potencial de crecimiento es mayor, como pasa en algunos en África y Asia, donde el consumo era prácticamente inexistente y ahora está en aumento.
Ejemplos del aumento del tabaquismo en los últimos 20 años en países de ambos continentes son República del Congo (+29.9%), Camerún (+26.8%), Jordania (+21.4%), Lesoto (+14.5%), Mauritania (+14%), Indonesia (+11.8%), Malí (11.7%), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras que los países en los que más ha descendido el consumo son Dinamarca (-25%), Noruega –(24.1%), Uruguay (-23.6%), Myanmar (-20.7%) y Bulgaria (18.8%).
En México, el consumo ha disminuido en 13.7%, una buena noticia si se toma en cuenta que a la Secretaría de Salud le cuesta más de 61 mil millones de pesos al año la atención de enfermedades asociadas al consumo de cigarros.
Esta cifra es equivalente a casi el 1% del PIB (0.62%), mientras que a nivel mundial es de 2%, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con la OMS, para el 2030 el tabaquismo provocará el fallecimiento de ocho millones de personas.
El daño en la salud es producido por la introducción del monóxido de carbono, contenido en el humo del cigarro, en la sangre. Esta sustancia obstaculiza el transporte de oxígeno, vital para la vida.
Las enfermedades que produce el tabaco son infartos al corazón, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas como la bronquitis y enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, próstata y mama, entre otras.
El consumo de tabaco también produce resequedad de la piel, arrugas prematuras y pérdida de piezas dentales. Aumenta las molestias asociadas con la menstruación y algunos casos esterilidad.
