En Suecia, Alemania, Australia y Nueva Zelanda existe una nueva tendencia: incrustarse un chip en la piel con varios fines, desde pagar productos hasta para no olvidar las llaves.
El caso de Suecia es el que más destaca, de mayo a noviembre de este año, alrededor de 3 mil personas ya lo hicieron, pero es probable que la cifra sea mayor.
Cada vez más personas en Suecia se implantan chips RFID en la mano y los usan para desbloquear puertas, 'llevar' boletos de tren e incluso hacer pagos”, declaró Ben Libberton, especialista en microbiología para BBC Mundo.
Esta tecnología funciona de forma inalámbrica y funciona en coordinación con teléfonos inteligentes y tarjetas.
La primera empresa en iniciar con esta tecnología fue Epicenter. En 2015, la empresa de tecnología con sede en Estocolmo anunció que empezarían a usar chips con sus trabajadores, para que pudieran entrar al edificio, usar la copiadora o pagar un café.
Pero, poco a poco esta tecnología comenzó a expandirse hasta llegar a los trenes, donde SJ ya comienza a aceptar estos pagos: ahora quien checa los boletos, pasa al lugar de la persona y acerca el Smartphone a la mano para cobrar.
Sin embargo, no todos están a favor de usarlo. Existen especialista que han advertido sobre la vulnerabilidad de la privacidad y seguridad de quienes lo usan.
A medida que estos chips se integran en más servicios digitales, revelarán más datos si se ven comprometidos. Es un punto débil en lo que respecta a la seguridad”, afirma Libberton.
(Con información de BBC)
cmo