Una estudiante y activista sueca impidió este lunes que un afgano solicitante de asilo fuera deportado de su país, negándose a ocupar su asiento en el avión que estaba a punto de despegar del aeropuerto de Gothenburg, Suecia, con destino a Estambul (Turquía).
Elin Ersson, de 22 años, compró un billete para un vuelo a Turquía tras descubrir que un hombre afgano, solicitante de asilo, iba a ser deportado e hizo una transmisión en vivo en Facebook a través de su teléfono móvil.
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Durante la conexión, Ersson explicó en inglés que a uno de los pasajeros querían deportarlo a Afganistán, donde el hombre “sería matado”, ya que —explica— “allí hay una guerra”. La chica afirmó que se negaba a sentarse hasta que el afgano fuera bajado del avión, afirmando que estaba resuelta a “parar la deportación”.
Algunos pasajeros molestos y los tripulantes intentaron quitarle el celular a la chica, pero Ersson siguió con la trasmisión.
Finalmente, el inmigrante fue bajado del avión junto con la estudiante, lo que provocó fuertes aplausos por parte de los pasajeros, conmovidos por la valiente conducta de la activista. La chica no pudo contener las lágrimas por lo ocurrido.
Este podría no ser el final de la historia. Según recoge la Deutsche Welle, las autoridades suecas mantienen que aquellos que se nieguen a cumplir las órdenes de un piloto de un avión, como por ejemplo, lo respectivo a sentarse, pueden ser multados o recibir una sentencia de prisión de hasta seis meses.
Las fuerzas de seguridad suecas no han confirmado ni desmentido que el hombre afgano siga en proceso de ser deportado.
Según la ONU, en Afganistán 3.438 civiles murieron y 7.015 resultaron heridos durante 2017.Suecia llegó a recibir más de 160.000 solicitudes de asilo en 2015. De acuerdo con la Oficina Migratoria Sueca, el número se ha reducido progresivamente en los últimos años. Los grupos de solicitantes más numerosos son los sirios, los iraquíes, los iraníes y los somalíes.