Spotify busca "subirle al volumen" en su plan financiero, pero corre el riesgo de apagarse como propuesta musical para 160 millones de usuarios que posee.
La plataforma de streaming ha salido este martes a bolsa bajo el símbolo SPOT y mediante cotización directa, lo cual ha evitado que nuevas acciones hayan tenido que ser emitidas. La bolsa de Nueva York (NYSE) abre, por tanto, con una compañía a la que se esperaba desde hace mucho tiempo pero que no ha sido hasta este 2018 cuando se ha visto con posibilidades de garantizar una salida al mercado fructífera.
La expectación entre los traders, inversores y otras empresas del sector tecnológico es total por ver cómo funciona el nuevo método empleado en la salida a bolsa; un método que analistas advierten que puede derrumbar la acción “mucho y muy rápido”.
En las horas previas a la apertura del mercado las estimaciones situaban a la acción en un precio aproximado de 130 dólares, una buena cifra que lo es más considerando el precario momento que algunas grandes empresas tecnológicas viven en bolsa. Finalmente han sido 132 dólares por acción, lo cual sitúa a la compañía en una valoración de 23 mil 500 millones de dólares. Daniel Ek, fundador y CEO de Spotify ha advertido de que espera altibajos en la cotización, por lo que es posible ver fluctuaciones a lo largo de la jornada y de los próximos días.
Después de la salida a bolsa, Spotify se enfrenta ahora a la necesidad imperante de ir ofreciendo unos resultados que garanticen la viabilidad de la compañía a largo plazo. A pesar de ser líder en el mercado de la música en streaming, con 160 millones de usuarios en total y más de 70 millones de suscripciones de pago, los beneficios que obtiene vienen en un 90 por ciento de estos últimos, ingresando solo un 10% por medios de publicidad.
Esto provoca la urgencia a Spotify de provocar que el máximo usuarios posible se pase a planes de pago, que es lo que aporta rentabilidad realmente. Más aún cuando la media de cantidad ingresada por usuarios de pago ha descendido hasta los 5.32 euros por usuario, un 14 por ciento anual, lo cual se debe a opciones de suscripción como el plan familiar –que permite que un grupo de usuarios se agrupe en una misma dirección de pago por 14.99 euros al mes, aunque no compartan lazos familiares, de hecho– o el plan estudiantil.
AJ