Sarah conoció a Tom en la casa de unos amigos. Ambos hicieron química de manera inmediata.
Por ello, tras el primer encuentro, comenzaron a salir juntos de manera más constante. Incluso, en ocasiones compartían el departamento, a veces él se quedaba en el de ella o ella en el de él.
La primera vez que él se quedó en casa de ella, Tom se levantó a mitad de la noche se puso sus pantalones y dijo que se iba, al día siguiente no se acordó de nada.
Durante una de esas noches juntos, Tom comenzó a tocar los senos de Sarah y luego empujó su ingle contra ella de una manera “cruda y poco sensual”.
Sarah pensó que sólo estaba siendo brusco, por lo que ignoró lo sucedido.
Como avanzaba la relación, la mujer olvidó el extraño episodio sucedido aquella noche.
Sin embargo, otra noche, luego de asistir a una fiesta en la que ambos bebieron, Sarah despertó y encontró a Tom intentando penetrarla a través de su ropa interior.
El hecho fue definido por Sarah como “doloroso y perturbador”, por ello, al día siguiente, terminó la relación.
Tom estaba sorprendido, no entendía lo que sucedía, dijo no recordar el haber intentado tener sexo con Sarah aquella noche.
Él quedó impactado por el relato de Sarah, ella no sabía cómo reaccionar.
Las brusquedades nocturnas de Tom no eran nada parecidas a sus tratos cotidianos, lo cuales eran amables y amorosos.
En ese momento, Sarah recordó que, cuando se acababan de conocer, Tom le contó que había sido condenado por violar a su expareja, Karen, y sentenciado a siete años de cárcel.
Los hechos ocurrieron cuando Tom la visitó para pasar un tiempo con uno de sus hijos que ambos tenían.
En aquella ocasión, ambos bebieron, vieron una película y durmieron juntos.
45 minutos después de comenzar el sueño, Karen lo despertó con un grito: "¿Qué estás haciendo? Este no eres tú. Esto no lo haces tú?".
Tom recogió sus pertenencias y salió del apartamento. Él no recuerda nada de lo que sucedió entre que cayó dormido y fue despertado por los gritos de Karen.
Entonces, Sarah convenció a Tom de ir con el médico, asistieron al hospital Guy´s and St Thomas en Londres, donde pasó una noche con cables conectados a la cabeza para monitorear su actividad cerebral.
Las ondas cerebrales de Tom mostraban que estaba despierto y dormido al mismo tiempo.
De acuerdo Guy Leschziner, el neurólogo a cargo del caso de Tom, en momentos las ondas cerebrales fueron amplias y lentas, lo cual significa que está en sueño profundo, pero sobreimpuestas con ritmos rápidos que sugieren que simultáneamente está despierto.
Leschziner diagnosticó a Tom con un raro desorden del sueño llamado sexomnia.
Dicho desorden está relacionado con el sonambulismo y los terrores nocturnos. Se manifiesta en la primera parte de la noche durante un sueño muy profundo y tiene síntomas parecidos a los de las pesadillas.
"Las partes del cerebro que controlan la visión, el movimiento y la emoción son las que parecen estar despiertas", señala Guy Leschziner, "mientras las regiones del cerebro involucradas en la memoria, la toma de decisiones y el pensamiento racional parecen continuar en un sueño profundo”.
Este hecho genera las dudas sobre la culpabilidad de Tom en el caso de violación por el que fue acusado por su exnovia, sin embargo, nunca se sabrá si realmente fue este desorden del sueño lo que lo ocasionó, pues, de acuerdo con el neurólogo, tendría que haber estado monitoreado de sus ondas cerebrales al momento para saberlo.
Aun así, en años recientes, varios casos judiciales que tienen que ver con desórdenes del sueño, incluyendo la sexomnia, han resultado en exonerados.
Un caso parecido sucedió en Canadá, cuando un sujeto asesino a su suegra y atacó a su suegro. El jurado decidió que era sonámbulo y lo declararon inocente.
Mientras que en Estados Unidos, otro hombre asesinó a su esposa. Se consideró que estaba dormido y no lo condenaron.
Con información de la BBC
rgg