PUEBLA (La Silla Rota).-Le dieron dos puñaladas en el pecho, lo intentaron decapitar, le quemaron los pies y le pasaron el vehículo encima. Sin embargo, Marco Antonio López Rodríguez sigue vivo, lo encontraron unos peregrinos y tuvo más suerte que su primo Germán Zamora López, asesinado el miércoles por la noche en la autopista México-Puebla, a la altura del municipio de San Miguel Xoxtla.
Los jóvenes primos, ambos nietos del líder Téllez del tianguis de San Martín Texmelucan, uno de los más grandes de Latinoamérica, había sido secuestrados el miércoles 15 de noviembre dentre las 21:00 y 22:00 horas cuando cenaban en la pozolería ubicada en la calle Labastida, de la colonia Ojo de Agua en Texmelucan, municipio donde en los últimos meses se incrementó la comercialización de huachicol.
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Con ayuda de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), la familia inició a partir del jueves la negociación para rescatar a Marco Antonio de 30 años de edad y Germán de 20 años, no obstante que el último ya había sido asesinada y ya estaba en el Servicio Médico Forense (Semefo) del Poder Judicial desde el jueves, sin que nadie les avisara.
Con la orientación de las autoridades estatales, quienes habían abierto la carpeta de investigación CDI/204/2017; la familia de las víctimas estableció día, hora y lugar para la entrega del rescate. Sin embargo, aunque pagaron el sábado 18 de noviembre, Germán y Marco Antonio no fueron liberados. HUbo problemas durante la entrega, se desató un balacera.
La balacera
La familia indicó que desconoce porqué se desató una balacera durante la entrega, cuando les comentaron que la prioridad en todo momento era salvaguardar la integridad de las víctimas.
Ese día, personal de la Fiscalía les indicó que habían detenido a tres de los involucrados cuando intentaron cobrar el rescate y uno de ellos tenía el teléfono utilizado para contactar a la familia y llevar a cabo la negociación.
De manera posterior al fallido rescate, tuvieron noticias de Marco Antonio López. Unos peregrinos, lo encontraron moribundo la madrugada de este domingo en la carretera Amozoc-Nautla, a la altura del municipio de Acajete.
El joven ingresó a terapia intensiva, tenía tres heridas en el cuello porque lo intentaron decapitar, dos heridas punzocortantes por el corazón, y signos adicionales de tortura, explicó su tía Antonieta López.
Devastada por la desaparición de su hijo Germán, ahogada en llanto suplicaba se lo regresaran vivo o muerto. Pidió al gobernador Antonio Gali Fayad frene la inseguridad, porque después de la tragedia que vive su familia dijo: “¿Quién sigue?”.