Los asistentes son pocos, pero mantienen el entusiasmo y suben el volumen de las arengas. Marchan desde Pino Suárez -ya no desde Monumento a la Revolución- debido a la poca asistencia rumbo a un destino que termina en una misión: entregar a la Cámara de Diputados un pliego petitorio en el que la demanda principal es “educación gratuita y para todos”.
La marcha arrancó, pasado el mediodía, con apenas 200 estudiantes y algunos representantes de la Asamblea Interuniversitaria, que integran universidades como la UNAM y el IPN.
Son prioridad víctimas del 3 de septiembre, rector de la UNAM
Era un mal día para partir a San Lázaro, y no por la amenaza de lluvia, sino porque en viernes los diputados abandonan su curul y bajan la cortina.
Con pliego petitorio en mano, el contingente se apostó a las afueras del edificio de San Lázaro, que alberga a 500 diputados, de los cuales ninguno estuvo disponible para escuchar y atender sus exigencias.
Fue cuando comenzaron los cuestionamientos hacia el ausente coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado, quien en días anteriores había prometido que los recibiría, pero de él ni un asomo. También comenzó la petición de que saliera el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, pero eso tampoco sucedió.
Quien sí salió fue un asesor de la presidenta de la Comisión de Educación, Adela Piña, quien con nerviosismo justificó que la diputada estaba en reuniones. Se ofreció a hacer algo en su lugar.
Sin embargo, lo que encendió los ánimos fue el puntual recordatorio de quien trabaja con la legisladora Piña: “los viernes los diputados no sesionan”, o lo que se traduce como en un “hoy no es día de labores”.
Ello dio vigor a una marcha que comenzó raquítica, ya que apenas acudieron algunos alumnos de las facultades de Ciencias, Filosofía, Ciencias Políticas, el CCH Sur y la Escuela Superior de Educación Física.
Las presiones hacia el asesor legislativo se hicieron más densas y, entonces sí, la diputada de Morena salió a los 10 minutos acompañada del diputado perredista Víctor Varela, quien con tacto de elefante se justificó con los estudiantes y les dijo “no somos adivinos para saber que iban a venir”.
Ambos legisladores les explicaron que Muñoz Ledo no estaba, pero que ellos podían entregar el pliego. A los de la Asamblea Interuniversitaria no les pareció de inicio aunque decidieron someter la propuesta a discusión y votación.
Se agruparon, pidieron a representantes de medios de comunicación alejarse y comenzaron a discutir sobre la conveniencia de que fuera Piña, y no Muñoz Ledo, quien recibiera el documento.
Lo que parecía sería casi una entrega burocrática se convirtió en una "mini sesión" de Asamblea.
Incluso comenzó a llover y quizá eso apagó el enojo, pero no los ánimos, pues con paraguas y lonas de protesta siguieron apostadas a las afueras de palacio legislativo. Cesó la lluvia y también la discusión.
Leyeron su pliego petitorio, que exigieron fuera entregado a “Porfirio Díaz Muñoz”, dijo un joven al que los demás corrigieron, y demandaron que sea leído ante el pleno de la Cámara de Diputados.
Aunque el documento ya había sido escuchado por la diputada Piña, los jóvenes, desconfiados, esperaron a que tuviera el sello de recibido porque “si los legisladores no son adivinos, tampoco parecen ser previsores”.
Finalmente el sello llegó a los 10 minutos y entonces se dispersaron los jóvenes, que se fueron al Metro con sus consignas y como quien cumple con su tarea.
ams