Este 18 de abril los contendientes para la gubernatura de la Ciudad de México, expondrán sus mejores propuestas enfocadas a los temas de Seguridad, Justicia, Urbanismo y Sustentabilidad; en su primer debate que se está llevando a cabo en las instalaciones del INP.
Para muchos la vestimenta podría resultar un detalle irrelevante, sin embargo, en una contienda electoral cada aspecto cuenta y más si se toma en consideración la psicología del color, la intención de sus asesores de vestuario, e incluso el propio gusto de los candidatos.
Para entrar en materia hablaremos de Lorena Osornio, la única candidata independiente por la CDMX y la primera en llegar a las inmediaciones de Canal 11; cabe destacar que fue muy puntual, se presentó a las 17:00 horas en punto. Osornio desfiló por la alfombra de concreto, con un traje sastre color hueso, blusa blanca y zapatos de tacón ancho color piel; todo su atuendo estaba compuesto por tonalidades claras. En psicología del color, las personas que usan el blanco transmiten una imagen de bondad, pureza e inocencia, ya que este color simboliza paz, humildad y amor.
Quizá la estrategia de la persona/as que asesoraron a la candidata independiente en su elección de ropa, tenían presente el significado del color, el cual buscaron empatar con el discurso de Lorena Osornio.
La segunda en desfilar ante las cámaras fue Purificación Carpinteyro, quien representa al partido Nueva Alianza. La candidata llegó muy sonriente con un traje negro con botonadura dorada, zapatillas negras y una camisa turquesa del partido. De acuerdo a los expertos en psicología del color, el negro suele estar asociado con aspectos negativos, sin embargo, cuando se le mezcla con otro color cambia el significado.
En este caso la mezcla del negro con turquesa muestra una personalidad con autoridad, la cual a la vez refleja clama, inspiración y confianza.
Un punto importante de resaltar, es que las candidatas que usaron trajes sastres como atuendo, buscan tener un plano de igualdad con los varones presentes en el debate, ya que históricamente, la prenda era relacionada a hombres con cierto estatus; sin embargo, tiempo después la prenda fue modificada y usada por mujeres que rompieron paradigmas desempeñando los roles que solían ser exclusivos del sexo masculino.
La tercera en llegar fue la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum, quien estaba ataviada con una camisa blanca, un pantalón obscuro y una pashmina que distingue el color de su partido.
A diferencia de otros candidatos, Sheinbaum, prefirió una vestimenta sencilla, con colores básicos; en este atuendo lo más destacado es la identificación que generan sus prendas, cualquier persona sin ningún conocimiento político podría sentirse familiarizado con Claudia, su ropa aporta frescura y juventud, lo cual también le permite abrirse camino con el público más joven. Esto muestra que no solo el color no es el único que revela de talles de su portador, también lo hace la intención con la que se eligen las prendas.
En cuarto lugar de acuerdo a su orden de llegada, está Alejandra Barrales, candidata del Frente por Ciudad de México, conformado por PRD, PAN y MC. La candidata no lució ninguno de los tres colores que la representan, optó por un elegante traje entre el contraste del blanco y el negro.
Como ya lo habíamos mencionado antes, el negro no tiene las mejores connotaciones, sin embargo, al ser combinado con blanco transforma su contexto y en este caso refleja poder y nobleza; es importante que la candidata haya escogido el color claro para portar en la parte superior, cerca del corazón y las emociones, mientras que el negro se encuentra en sus pies, denotando la fuerza necesaria para caminar. Esto es solo una simbología, pero bajo circunstancias de contienda podría ser determinante enviar los mensajes correctos aunque estos tengan que ser leídos entre líneas.
Y como no hay quinto malo, tenemos a Marco Antonio Rascón del Partido Humanista, quien es uno de los dos hombres que estará en el debate. El candidato llegó con un "look" casual de jeans, camisa blanca y actitud relajada, su vestimenta es una extensión del nombre de su partido, humana, real, con prendas básicas y al alcance de todos. Nuevamente vemos la elección de prendas por familiarización, será más grato para los televidentes ver a un hombre al que pueden relacionar con un integrante de su familia a ver a un “estirado” político con el que se sienten ajenos.
ESTOS SON LOS MEMES QUE GENERÓ EL DEBATE DE LOS CANDIDATOS A JEFE DE GOBIERNO DE LA CDMX
El sexto fue el candidato por el PRI para la CDMX, Mikel Arriola, quien llegó al encuentro ataviado con gran elegancia, la cual caracteriza a los miembros de su partido. Usó un traje azul marino, camisa blanca y corbata en tonalidades azules, su vestuario rompió con el tradicional traje negro y corbata roja que han usado durante años los candidatos del Revolucionario Institucional. Lejos de centrarnos en la ropa, lo que más llamó la atención fueron las pulseras de su mano derecha, las cuales salían a la vista como un distractor ante las cámaras, por su tamaño y vistosidad, quizá este fue el objeto foco de su atuendo con la intención de que se centrara la atención en el porqué de los brazaletes más allá del por qué de sus propuestas.
La séptima y última fue Mariana Boy, candidata del PVEM, quien al contrario del resto de los candidatos mostró un rostro bastante nervioso. Su atuendo fue bastante básico, uso unos pantalones negros, blusa blanca, botas negras y un suéter color verde militar. Lejos de concentrarse en la ropa, lo que más impactó fue el nerviosismo de la candidata, su vestuario guardaba familiaridad con un sector en particular de la Cuidad de México, ya que sería fácil encontrar en la calle a una moderna madre de familia con un atuendo similar al de Mariana, quizá la intención de sus asesores sea acaparar la atención de ese sector para conseguir sus votos.
nl