En 2002, Zinedine Zidane regaló una de las mejores postales que una final de Champions League ha tenido. El francés, dejó ver al mundo una volea que le dio al Real Madrid una ‘orejona’ más. Una anotación que Romelu Lukaku no pudo ver porque su familia estaba en bancarrota.
Los futbolistas migrantes en las semifinales del Mundial
"Llegaba al colegio y todos los niños hablaban de la final, yo no tenía idea lo que había pasado. Todo el mundo hablando de la volea de Zidane. Yo hacía como que sabía de lo que hablaban", relató el delantero en The Player’s Tribune las dificultades económicas que tuvo con su familia.
De padre y hermano también vinculados con el futbol; el primero tuvo su paso por el Zaine y su hermano juega en Italia con la Lazio, el atacante del Manchester United y goleador de la Selección de Bélgica prometió a su madre convertirse en el mejor: “Mamá, esto va a cambiar, voy a ser futbolista profesional de Anderlecht y no tendrás que preocuparte más”.
Después de un paso complicado por el Chelsea, el despegue de su carrera con el Everton y el salto al Manchester United, Romelu disputa el Mundial de Rusia 2018 a sus 25 años.
También contó cuando vio cómo su madre mezclaba agua con leche. Fue un punto de inflexión en la vida de Lukaku. Todavía era un niño.
El delantero ha sido goleador toda su vida. Recuerda sus registros cuando estaba en categorías inferiores. No solo destaca en el área rival, también es una persona que habla inglés, francés, alemán, portugués; además de la lengua de su tierra natal, de Congo.
Romelu puntualizó que ve mucho futbol. Todos los partidos de la Premier League han pasado por los ojos del futbolista. Lo hace cuando acaba de entrenar. Ahora, en su segunda experiencia mundialista y de la mano de Thierry Henry, apoyo del entrenador Roberto Martínez, Bélgica aspira a la final de la Copa del Mundo cuando enfrenten a Francia en las semifinales del torneo más importante de este deporte.
jc