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Rivales de AMLO, los posibles beneficiados por crisis en la UNAM

Catedrático universitario y especialista en el tema de “los porros” advierte que ha habido similitudes: a los grupos no se les detiene, o si se les detiene, se les libera pronto

Escrito en NACIÓN el

Enemigos o malquerientes del próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), o de su movimiento, pueden ser los interesados en hacer visibles a los porros y crear una crisis en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y así ensuciar la transición y la toma de posesión del tabasqueño.

Así lo consideró el autor del libro Génesis, desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de la UNAM, Hugo Sánchez Gudiño, entrevistado por LA SILLA ROTA.

“Ahorita le convendría a Enrique Peña Nieto y a quienes se van. Él ya se va, dejan en libertad a todos los delincuentes, él mismo está acusado de corrupción. Con esto empaña la toma de posesión, la transición, los intereses podrían ser de grupos de priistas desplazados; el mismo peñanietismo que hace seis años fue víctima del #yosoy132 ahora se va a desquitar, suelta a sus porros; los directamente interesados son los que están contra López Obrador”, dijo.

Entrevistado por LA SILLA ROTA, recordó que los grupos porriles nacieron en la Universidad y han existido desde hace 80 años. Su función a lo largo de esos años ha sido acallar a grupos estudiantiles críticos, y se caracterizan por estar al servicio de diversas autoridades, que pueden ser universitarias o del gobierno, que les brindan financiamiento y protección y los usan en momentos críticos del país.

“Siempre han estado esos grupos y mientras hay periodo de calma político los tienes en el sótano o de bajo perfil, pero cuando hay momentos políticos coyunturales, este es uno de esos casos, los sacas de la ‘perrera’ y los lanzas a cumplir su función, ya la cumplieron, ya desataron la cultura del miedo. Liberarlos es un mensaje, quien se atreve a denunciar la va a pagar; se les usa en ciertos tiempos políticos”.

El catedrático de la UNAM afirmó que también durante la historia del porrismo una constante ha sido que no se detiene a quienes se les acusa de ejercerlo, o si se les detiene, se les libera pronto, tal como ocurrió el viernes pasado, cuando la Secretaría de Gobernación presumió que dos personas involucradas en la agresión de porros contra estudiantes, pero después fueron liberados por la Procuraduría General de Justicia capitalina, porque no fueron detenidos en flagrancia.

“Eso refuerza la hipótesis de protección política, económica y jurídica, era como cuando hace 80 años los detenían e inmediatamente salían o había una orden de arriba de que los liberaran. Y regresaban a lo que saben hacer. Los liberan y van a volver a seguir delinquiendo”, previó.

Desde su análisis, el experto en el tema del porrismo solo observó un elemento diferente en los hechos ocurridos el 3 de septiembre a los pies de la Rectoría universitaria: la cobertura mediática que se le prestó a los ataques. Algo que comparó con el Halconazo del 10 de junio de 1971, la tarde de Corpus Christi de ese año, que también recibió una amplia cobertura mediática, aunque en esa ocasión fue una “cobertura manipulada”. La razón es que la agresión de los halcones ocurrida en San Cosme fue orquestada por el mismísimo presidente de la república de entonces: Luis Echeverría, quien usó la agresión de pretexto para destituir a funcionarios que le parecían incómodos.


LA CONTRAPARTE

Gudiño reforzó su teoría de que se busca ensuciar la transición, al decir que luego de lo ocurrido el 3 de septiembre y con la cobertura mediática que recibió, la comunidad universitaria, que se había mantenido pasiva, comenzó a organizarse como no lo hacía desde hacía muchísimos años. 

Aunque la crisis podría desactivarse con detener a los agresores y saber quién los envió, eso no ha ocurrido a una semana y la comunidad estudiantil se organiza más y discute un pliego petitorio que conforme avancen los días, puede incluir más y más puntos.

De seguir el movimiento, tomará fuerza para seguir, porque se avecinan hechos como el cuarto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre; el 50 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968, y de ahí a la toma de protesta del próximo presidente, el 1 de diciembre próximo.

“La función del porrismo es usar la violencia para tener el control de las escuelas, y despierta a la comunidad estudiantil, la provocan, se organiza el sector más informado, toman escuelas, se convoca a marchas, pero si hubiera una respuesta inteligente de las autoridades, el problema se resolvería en pocos días. Como no hay ese interés se le deja crecer y se va a multiplicar. Eso es un termómetro de que crece el problema, y seguramente habrá un pliego petitorio, el problema crecerá y ni modo”, concluyó.

LOS SOSPECHOSOS

Conforme avanzan los días después de la reaparición de los porros en la UNAM, se han escrito diversos artículos sobre quiénes podrían estar detrás de los porros. El mismo Sánchez Gudiño explicó durante la entrevista que durante muchos años estuvieron vinculados con líderes priístas, y cuando el PRI perdió el poder en 2000 comenzaron a vincularse al PAN y en la ciudad con el PRD, ya que al final carecen de ideología y lo que les importa es recibir financiamiento.

Otros articulistas o reporteros han dicho que tienen conexiones con el exjefe delegacional de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, o con el exjefe delegacional de Coyoacán o incluso con quien será el alcalde de GAM por Morena, Francisco Chíguil, quien los apoyaba desde que gobernó la demarcación cuando era perredista.

En la misma línea el diario Milenio publicó una entrevista con un ex porro, a quien apodaban “El Shaggy”. Según la nota, dicho personaje trabajó para el PRD, y entre sus tareas estaba la de acudir a eventos de Lobo como de Alejandra Barrales (quien fue dirigente del PRD en la capital).

“Íbamos a gritar cosas a su favor, o íbamos a reventar otros eventos que no querían que no se hicieran. Nunca golpéabamos a nadie, solo alterábamos el orden para que se acabara el mitin. Después ellos pagaban con dinero al dirigente, él hacia una fiesta y a veces llegaban Lobo o Barrales para agradecer el apoyo”, según el testimonio recogido por el diario, que para acompañar la nota presentó una foto del supuesto porro con Barrales.

También se ha hablado que dentro de la propia UNAM un funcionario de nombre Jaime Vázquez, quien es Coordinador de Gestión en la UNAM, cuenta con un aparato de inteligencia en la UNAM y tiene interlocución con los grupos de porros.

Además, información apunta a los grupos de porros, que tienen más presencia en los colegios de Ciencias y Humanidades. Uno se llama 3 de marzo, del CCH Vallejo; otro es el Grupo 32, del CCH Azcapotzalco, y uno más es la Federación de Estudiantes de Naucalpan (FEN) del CCH Naucalpan, nutrido con presencia de porros de la FES Acatlán. Juntos, crearon la Alianza Universitaria, a la que se sumaron el Grupo de Reflexión de Estudiantes Universitarios y Apocalipsis de la Facultad de Derecho.

AJ