Chilpancingo, Guerrero (La Silla Rota). Un grupo de militares y policías estatales están retenidos por campesinos de la Sierra de Guerrero, en un punto que es considerado el límite entre los municipios de Heliodoro Castillo y Coyuca de Catalán, como una manera de presionar a que el gobierno federal les entregue el fertilizante subsidiado.
La retención ocurrió en Puerto Gallo, donde los militares tienen una base del Ejército. Son entre 40 y 50 elementos, entre los que también hay policías. Los campesinos de 27 comunidades (25 de Heliodoro Castillo y dos de Coyuca de Catalán) llegaron alrededor del mediodía hasta ese lugar con la intención clara de retenerlos.
“No venimos a agredirlos ni venimos a correrlos”, le dice uno de los campesinos al grupo de militares y policías después de explicar el sentido de la protesta, según se escucha en un video difundido por medios locales sobre el momento de la retención.
Es sabido en Guerrero, además de que así lo sostienen los reportes institucionales, que la Sierra es productora de amapola. Sus habitantes se dedican a sembrarla y cosecharla, en muchos casos, porque hay pocas opciones adicionales.
“Dejen de sembrar amapola, les vamos a dar proyectos, dice el gobierno. ¿Qué nos han dado? Al contrario nos están chingando, porque nos quitó el Procampo, nos quita el fertilizante”, es otro de los reclamos que hace el campesino a los militares en el mismo video.
Una de las peticiones de los campesinos de la Sierra es que el delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, acuda hasta ese lugar. Ya no quieren más promesas sin cumplir de las autoridades locales y federales.
Hasta esta tarde no se sabía que alguna autoridad del gobierno federal subió a dialogar con los campesinos.
El 11 de abril pasado, campesinos de la comunidad de Campo Morado, Heliodoro Castillo, retuvieron por más de 24 horas a militares, porque intentaron destruirles sus sembradíos de amapola.
Los liberaron porque en esa ocasión subió una comisión de autoridades locales y federales y les hicieron promesas, como que les asignarían proyectos productivos, les construirían aulas escolares, les abrirían centros de salud, les abrirían camino y les entregarían fertilizante. En sí, que tanto el gobierno estatal como el federal los dotarían de programas sociales que siguen sin llegar a la Sierra.