Luego de los tropiezos y las trabas en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cada vez parece más lejano que los tres socios comerciales cierren el pacto.
Tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio a México y Canadá; así como una posibilidad de poner tarifas al sector automotriz, la situación se ha tornado tensa.
Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) aseguró que las negociaciones no se están moviendo y que hay un texto avanzado, pero no hay acuerdos en el sector.
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Estados Unidos busca un incremento del 62.5 por ciento a 75 por ciento el contenido regional de automóviles, sin embargo, la propuesta fue rechazada por México y Canadá.
Con la imposición de aranceles siderúrgicos, los fabricantes han indicado que los precios de los vehículos tendrá un incremento que será absorbido por los estadounidenses.
Por su parte, el sector automotriz interpondrá una demanda al gobierno estadounidense sobre los estragos que ocasionarán el arancel del 25 por ciento a los automóviles que provengan de México y Canadá.
Solís aseguró que el sector no puede cruzar los brazo ante la investigación para imponer barreras comerciales a los vehículos, además de que erróneo combinar la indagación con el TLCAN.
Destacó que los autos mexicanos no suponen un riesgo para los estadounidenses, pues tienen un 40 por ciento de componentes producidos en Estados Unidos.
Este lunes, el titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, afirmó que la única forma de lograr un acuerdo en la renegociación del TLCAN es con la "suficiente flexibilidad" para acortar diferencias.
El funcionario federal dio a conocer que los negociadores de México, Estados Unidos y Canadá estarán "fuertemente comprometidos" con lograr un acuerdo en julio para que sea "factible, manejable y que beneficie a las tres naciones involucradas".
cbl