De 2010 a 2017, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) documentó 31 asesinatos de niños, además del hallazgo de 15 osamentas u otros restos humanos de infantes, así como fetos.
Con base en un informe que la dependencia entregó a La Silla Rota como respuesta a una solicitud de información (folio 00316218), tres de los homicidios de menores ocurrieron en Tizayuca durante 2017, pero sólo uno, afirmó, fue con violencia.
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Ese año, durante el primer multihomicidio en este municipio –el segundo ocurrió el 19 de diciembre, con cuatro víctimas en el Barrio de Nacozari– dos de los once ejecutados eran menores de 14 y 12 años, quienes, al igual que el resto, fueron degollados en una casa en el fraccionamiento Villa los Milagros, el 13 de julio.
Aunque el documento que entregó la Unidad de Transparencia tiene fecha del 26 de junio de 2018, la fiscalía no reconoce crímenes contra infantes en los primeros seis meses del año, pese a que en la matanza de cinco personas en un domicilio de la localidad de El Damhú, en Tula, el 4 de enero de 2018, dos eran niños.
Además, los resultados de los estudios practicados a los cadáveres de las víctimas de los dos multihomicidios de Tizayuca y el de Tula, los cuales determinan las causas de las muertes, fueron clasificados como reservados por el gobierno de Hidalgo, quien –en menos de 24 horas tras los sucesos– afirmó que en los primeros dos casos los ejecutados pertenecían a grupos de narcomenudistas y que el móvil fue “ajuste de cuentas”, versión que, en uno de los ataques, refutan allegados a dos jóvenes asesinados, quienes acusaron a la administración actual de criminalizarlos.
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La clasificación de reserva fue confirmada a La Silla Rota a través de la solicitud de información 00039518.
Pese a la discrepancia en números de crímenes reconocidos y los documentados sólo en estos casos, el informe de la Procuraduría revela un incremento de ciento por ciento en asesinatos de infantes en un año, al pasar de seis en 2016 a 12 en 2017.
El resto de crímenes ocurrió de la siguiente manera: siete en 2015, dos en 2014, así como uno en 2010, 2011, 2012 y 2013.
Por los de 18 asesinatos de los últimos dos años, la PGJEH sólo tiene tres detenidos, por hechos en Pachuca y Santiago de Anaya, en los primeros doce meses, y otro en Tezontepec de Aldama en el segundo periodo.
Con base en la información de la fiscalía, la probabilidad de que exista una persona puesta a disposición del Ministerio Público por un homicidio de infante es de 38 por ciento, ya que de los 31 casos reconocidos, únicamente en 12 hay una detención; no obstante, en cuanto a probabilidad de que existan procesados –es decir, que un juez encuentre elementos del hecho delictivo–, baja a 19.35 por ciento, ya que en siete años son seis las personas que, por su probable responsabilidad, han llegado a esa etapa. Asimismo, nueve fueron consignados.
Además de estos asesinatos, durante enero de 2010 y junio de 2018, 15 fetos, así como de osamentas u otros restos humanos de infantes también fueron encontrados.
El primer año del periodo es el que tiene más incidencia, con seis; seguido de 2014, con cuatro. En 2012 y 2015, según la fiscalía, no hubo registro de restos localizados.
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