Sonora (La Silla Rota).- La desesperación ante la falta de respuestas por parte de la autoridad judicial, llevó a ocho integrantes del movimiento social de Rastreadoras de El Fuerte Sinaloa a indagar en terrenos de San Carlos Guaymas, próximos al Cañón del Nacapule, para testificar las osamentas encontradas en fosas clandestinas desde el pasado 15 de enero.
Tras sufrir la pérdida de su hijo en 2014, al ser “levantado”, en una gasolinera de El Fuerte Sinaloa y dos años después encontrarlo descuartizado, Mirna Nereyda creo este grupo de hombres y mujeres.
La leyenda “Te buscaré hasta encontrarte”, llevan inscrita en playeras durante la jornada de búsqueda.
El recorrido comenzó la tarde de este domingo y el grupo era liderado por Mirna Nereyda Medina Quiñonez, además eran acompañados de familiares de los 11 pescadores que salieron de Choix, Sinaloa en mayo de 2015 para trabajar en la pizca de uva en Hermosillo, pero que jamás retornaron a sus hogares.
En la travesía lograron desenterrar más huesos y desperdicios de telas que despedían fétidos olores.
Al localizar estas fosas con restos humanos el 15 de enero, hallazgo que fue descubierto por una persona que se ejercitaba en la zona, en los familiares de los desaparecidos surgió la esperanza de que se pudiese tratar de estos jornaleros sinaloenses, pues la comunicación con ellos hace casi tres años, se cortó al ir cruzando por la zona de Guaymas y Empalme.
La Fiscalía General de Justicia informó que los restos son de dos o tres personas, se acuerdo con la valoración de expertos llevados al lugar, mientas que el grupo rastreador señala la localización de 10 docenas de huesos que pudieran corresponde a 12 cuerpos humanos.
Las Fiscalías de Justicia de los estados de Sinaloa y Sonora, el Agente del Ministerio Público de Guaymas asistido de peritos, recibieron el pasado 20 de enero a este grupo de personas identificado como “Las Rastreadoras del Fuerte”, quienes solicitaron toda la información disponible sobre los restos encontrados recientemente en el lugar.
Actualmente se realizan las pruebas de genética correspondientes para determinar la identidad de la persona a la que pertenecen los restos, sin embargo hasta el momento los expertos señalan que pudiera tratarse de dos o tres personas.
La conclusión expuesta por peritos de la FGJE, es respaldada con la declaración de Mirna Nereyda Medina Quiñonez, líder del grupo de “Las Rastreadoras del Fuerte”, quien expuso que según las pruebas recibidas y según su experiencia, los restos corresponden a menos de tres cuerpos.
La intención de Las Rastreadoras de El Fuerte es cotejar las muestras de ADN entre las recogidas de las osamentas a un lado del Cañón del Nacapule y las muestras que se tienen de los 11 pescadores perdidos en Sonora hace tres años.
Mirna dijo entender el dolor de los padres de estos 11 pescadores que desaparecieron en el trayecto a los campos agrícolas de Hermosillo para la cosecha de uva y la desesperación por no saber de su paradero.
“Es entendible el dolor de estos padres que después de tres años siguen sin saber qué fue de sus hijos”.
La activista Medina Quiñonez desde 2014 tampoco tenía noticias de su hijo hasta el año pasado cuando pudo localizar su cuerpo que había sido descuartizado, luego de haber sido levantado en una gasolinera de El Fuerte Sinaloa.
Ha pasado una semana de la detección de fosas clandestinas
El pasado 15 de enero a las 16:00 horas, las autoridades recibieron el reporte de un vecino del fraccionamiento Pedregal, quien informó sobre la localización de restos humanos en el sitio antes mencionado, aproximadamente a 500 metros de la pista vieja de aterrizaje.
De inmediato personal de Medicina Legal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE) se trasladó al lugar donde localizaron varios restos óseos calcinados así como indicios sobre los hechos, mismos que fueron recabados por el personal especializado, dando inicio a las indagatorias correspondientes.