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Raquel Buenrostro, la cara de la crisis que tuvo en jaque al Sector Salud

La oficial Mayor de Hacienda se desempeñó como la mano que mueve las finanzas de todo el Gobierno Federal y quien cuida cada peso del presupuesto; en sus reuniones, es conocida por no ofrecer café ni galletas

Escrito en NACIÓN el

Raquel Buenrostro Sánchez, Oficial Mayor de Hacienda, es una de las mujeres más poderosas de la 4T, y ahora fue nombrada nueva titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Ella tuvo en sus manos el dinero de todo el gobierno federal y desde principios de año parece estar poniendo en jaque al Sector Salud por las políticas de austeridad y las dudas que existen sobre el nuevo modelo de compra consolidada de medicamentos.

Se dice que es una de las personas en quien más confía el presidente Andrés Manuel López Obrador y que incluso habla con él varias veces al día. Aunque ha estado anteriormente en puestos de gobierno, ésta es la primera administración en la que los reflectores están sobre ella.

Buenrostro Sánchez es licenciada en Matemáticas por la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde obtuvo la medalla Gabino Barreda por obtener el más alto promedio de su generación en la Facultad de Ciencias. Asimismo, es maestra en Economía por El Colegio de México.

A la administración pública llegó hace 23 años, y desde entonces se ha desempeñado en 14 cargos, en la mayoría de ellos duró solamente un año o incluso algunos meses. Su carrera en esta área comenzó en Pemex Gas, donde estuvo de 1996 a 1998. De ahí saltó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como directora de políticas públicas de la unidad política y de control presupuestal, en donde estuvo hasta el año 2000.

Su periodo más largo en un cargo fue en la dirección de Política Fiscal de la Secretaría de Finanzas, en donde estuvo de diciembre de 2000 a febrero de 2005, durante el gobierno de López Obrador en la capital del país, en donde también colaboró con Carlos Manuel Urzúa, quien fuera secretario de Hacienda en la administración federal actual, aunque renunció por diferencias en el manejo de las finanzas.

Después fue jefa de División en la Coordinación de Incorporación al régimen obligatorio del Instituto Mexicano del Seguro Social durante un año, luego fungió un mes como gerente de la Dirección de administración y Finanzas del Servicio Eléctrico del Distrito Federal.

Regresó a Hacienda de 2007 a 2010, ahora como directora general adjunta de la Unidad de Política y Control Presupuestario; de agosto de ese año a febrero de 2011 trabajó en Pemex, donde trabajó como asesora en la Dirección Corporativa de Finanzas.

En la Secretaría de Educación Pública estuvo de 2011 a marzo de 2012, donde fungió como directora general de la Oficialía Mayor y como directora general adjunta en la Dirección General de Tecnologías de la Información y Comunicaciones.

Después llegó a la Secretaría de Turismo, en donde fue directora general de la Subsecretaría de Innovación y Calidad durante un año. de 2013 a 2014 fue directora general adjunta en la Coordinación de Servicios Generales de la Policía Federal.

Desde 2014 y hasta agosto del año pasado trabajó en Pemex, primero fue gerente de P.M.I. Comercio Internacional de Pemex, después fue gerente de Planeación y Desarrollo en la Dirección General de Pemex Cogeneración y Servicios y gerente general responsable del proceso de liquidación de Pemex Cogeneración y Servicios. En este periodo uno de sus jefes fue Emilio Lozoya Austin, quien ahora es buscado por las autoridades por corrupción en Pemex.

De acuerdo con su declaración patrimonial que está en Declaranet, la oficial Mayor de Hacienda posee tres departamentos, con un valor total de 13 millones 890 mil pesos, dos de los cuales adquirió en 2015, así como un automóvil marca Volvo 2016, el cual sacó a crédito y tiene un valor de 495 mil 613 pesos.

Buenrostro Sánchez es una mujer dura y de semblante serio, y desde principios de año ha puesto a temblar a varias áreas de la administración federal, ya que lo mismo se encarga de comprar pipas para gasolina, que licitar los libros de texto gratuitos o hacer la compra consolidada de medicamentos.

Buenrostro Sánchez lideró la licitación LA-012000991-E82-2019, por 17 mil millones de pesos, con la que el gobierno compró medicamentos y material de curación para el segundo semestre del año. La cual se retrasó hasta cuatro veces por diversas cuestiones.

La convocatoria fue publicada el 5 de junio, con un mes de atraso, después la junta de aclaraciones se pospuso tres veces porque recibieron más de 6 mil preguntas.

La licitación fue diferente a las anteriores porque no participaron distribuidores y porque fue internacional abierta.

Aunque estaba la duda de cómo se entregarían los productos en el país, Buenrostro Sánchez explicó que lanzarán una licitación por separado para la distribución. 

“El proceso se va a encimar, digamos, se están sincronizando las fechas para que la distribución quede junto con las entregas de los medicamentos. En relación a los retrasos, me permito decirles que a nivel federal no hay ningún retraso”, enfatizó la oficial Mayor.

Buenrostro Sánchez aseguró que no hay riesgo de desabasto en el país, como han alertado legisladores y representantes de la industria. “Si ustedes revisan, el 28 de noviembre se firmó un contrato para todo el abasto de medicamentos consolidado de la Federación.

Es decir, hay un contrato que está consolidado en el IMSS, que incluye el abasto para todo el año hasta el 31 de diciembre. Este ejercicio intermedio es un ejercicio principalmente de apoyo a todas las entidades federativas”.

La compra consolidada es sólo un ejemplo, pero el Sector Salud es una de las áreas en las que la oficial Mayor ha metido la mano y que ha enfrentado varios golpes de austeridad. Por ejemplo, se le atribuyen los recortes de médicos de Institutos Nacionales de Salud  que estaban a cargo de programas innovadores.

El 23 de mayo también se vio involucrada en el congelamiento de 2 mil 400 millones de pesos a los Institutos Nacionales de Salud, quienes alzaron la voz para exigir que les liberaran los recursos, ya que de lo contrario no podrían continuar dando servicio, situación que se resolvió una semana después.

Asimismo, se relaciona a la Oficial Mayor con la renuncia de Germán Martínez Cázares al IMSS, ya que en su carta de dimisión señaló que “algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”.

El documento que causó su salida fue el Programa de Rediseño de la Estructura Organizacional del IMSS, que incluye reorientar las funciones de las delegaciones del IMSS hacia Oficinas Técnicas de Representación, con lo que Hacienda proyectó ahorrar 254 millones 634 mil 825 pesos en disminución de nómina de mando, que equivale a 35% del total, que es de 732 millones 340 mil 468 pesos.

El plan incluye reducir la contratación de plazas homólogas y suprimir las Coordinaciones de Asesores y secretarios particulares. El rediseño en la estructura de la nómina de mando incluye la reducción de 16% de las plazas, lo que equivaldría a un ahorro de 128 millones 702 mil 284 pesos.

Buenrostro Sánchez es la mano que mueve las finanzas de todo el gobierno federal y quien cuida cada peso del presupuesto. Muchas personas cuestionan si la meta de lograr ahorros podría representar un riesgo para la salud de la población. 

De acuerdo con un perfil publicado en Eje Central, Buenrostro Sánchez es una mujer serena, dura y amable que trata de explicar toda la realidad a través de fórmulas matemáticas. Además, es conocida porque en sus reuniones no ofrece café ni galletas, ya que lo importante son los temas a tratar.


MJP