Main logo

El compadre de “El Señor de los Cielos” que lavó dinero en el futbol mexicano

Compadre de Amado Carillo Fuentes y Arturo Beltrán Leyva, Tirso Martínez Sánchez se encuentra como testigo protegido en el juicio de “El Chapo”

Escrito en NACIÓN el

Varios son los apodos que carga Tirso Martínez Sánchez sobre la espalda, todos ellos relacionados a sus trabajos dentro del narcotráfico.

Algunos lo apodaban “El Mecánico” porque traficaba droga dentro de trenes, otros más “El Futbolista” porque lavaba dinero en el futbol mexicano, “El Doctor” o “El Ingeniero” son otros motes más que se suman a la lista del narcotraficante.

Como la mayoría de los que se inmiscuyen en el mundo de las drogas, Tirso se las dificultaba para costearse la vida, desde pequeño trabajo boleando zapatos y lavando coches.

En los años donde el paso en la frontera con Estados Unidos era menos complicado, Martínez Sánchez cruzó en innumerables ocasiones sin papeles.

LEE ADEMÁS: Cártel de Juárez: poco queda del imperio del "Señor de los Cielos"

Con esa habilidad fue reclutado por el Cártel de Juárez, particularmente por Eduardo González Quirarte, “El Flaco”.

En 1995, Tirso formó parte de la organización criminal de Amado Carillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.

Aunque no estuvo mucho tiempo bajo su mando, pues dos años después Amado moriría en medio de una cirugía en un hospital de la Ciudad de México, Martínez Sánchez llegó a ser compadre de “El Señor de los Cielos”.

PUEDES LEER: Líderes de La Familia Michoacana, los más buscados en el Edomex

La complicidad con “El Flaco” tampoco duro mucho para Tirso. González Tirarte se disparó en la cabeza, no murió, pero perdió la memoria, lo suficiente para salir de las filas del narcotráfico.

Así, Martínez Sánchez quedó bajo las órdenes de Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, hermano de “El Señor de los Cielos”, quien heredo el liderato del Cártel de Juárez.

A través de trenes, hacía llegar la droga a Los Ángeles, Chicago y Nueva York, en Estados Unidos, ganándose la confianza de “El Viceroy” y también de los líderes de la organización aliada: El Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

En tres años, introdujo a territorio estadunidense alrededor de 76 toneladas de cocaína, obteniendo ingresos brutos por entre 40 y 50 millones de dólares .

El dinero que ganaba era tal, que no lamentó haber perdido entre 2 y 3 millones de dólares en peleas de gallo y demás juegos de apuestas.  

PUEDES LEER: El sanguinario final de El Z-12, líder fundador de Los Zetas

Tirso fue testigo de la unión entre el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa, la cual se rompió con el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de “El Viceroy” y “El Señor de los Cielos”, presuntamente por órdenes de Guzmán Loera luego de que éste se negara a darle la mano.

En respuesta, los Carillo Fuentes asesinaron a Arturo Guzmán Loera. Así comenzó la guerra entre ambas organización que hasta ahora prevalece.

Martínez Sánchez conoció a “El Mayo” y a “El Chapo”. Este último le presumía las rutas de tráfico de drogas que había inventado, el primero lo amenazó de muerte y casi lo asesina cuando le apuntó con un arma en la cabeza por haberle cambiado cocaína de calidad por una “sin valor”.

PODRÍA INTERESARTE: Así comenzó la guerra entre El Chapo y los Arellano Félix

“No te mato porque mi ahijado me lo pidió”, dijo “El Mayo” mientras le apuntaba con el arma en la cara, él se refería a “El Viceroy”.

Antes de que ambos cárteles rompieran, Tirso también se hizo compadre de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”.

“El Barbas”, junto con sus hermanos, eran primos de Guzmán Loera y socios criminales, también rompieron con Guzmán Loera tras la supuesta traición de “El Chapo”.

La justicia norteamericana puso el ojo sobre Martínez Sánchez desde el año 2000, ofreciendo una recompensa por su captura de 5 millones de dólares.

LEE ADEMÁS: La traición de El Chapo que acabó con los Beltrán Leyva

Por ello, decidió someterse a una cirugía plástica. Sin embargo, el médico suspendió la operación a causa de su hipertensión.

Además de la droga, Tirso estaba involucrado en el lavado de dinero, pero no en cualquier empresa, sino en equipos de futbol profesional.

Martínez Sánchez era dueño o socio de equipos como el Querétaro, Irapuato, León y La Piedad.

También compró a "Los Venados" de Mérida, en Yucatán, por los cuales pagó 700 mil dólares, mientras que por "Los Reboceros" de La Piedad gastó 2.2 millones de dólares.

Con este último equipo, el capo hizo un negocio millonario, pues lo vendió posteriormente a 10 millones de dólares. 

Luego de liquidar a jugadores y empleados, Martínez logró una ganancia neta de cuatro millones de dólares por esa transacción.

En esa ocasión, incluso la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) desapareció al Querétaro y al Irapuato.

También lavaba dinero a través de la transferencia de jugadores particularmente los futbolistas provenientes de Colombia.

Una de esas transferencias fue la del colombiano Carlos Gutiérrez, del Millonarios de Medellín al Necaxa.

En febrero de 2014, Tirso Martínez Sánchez fue detenido por la Policía Federal en León, Guanajuato y recluido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1, conocido como Altiplano, en el Estado de México.

Al año siguiente fue extraditado a Estados Unidos, actualmente se encuentra como testigo protegido en el juicio contra “El Chapo”.