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Narcomenudeo, responsable de alza de violencia en CDMX

Especialistas en el tema de seguridad coincidieron que el repunte de asesinatos en la capital es la pugna de “plazas” del narco

Escrito en METRÓPOLI el

El aumento de los homicidios dolosos en la capital se debe en parte al incremento del narcomenudeo, un problema que aqueja además a todo el país, coincidieron expertos en materia de seguridad.

“Lo que nos está generando la mayor cantidad de ejecuciones del crimen organizado, más del 80 por ciento, es el mercado de drogas, específicamente el narcomenudeo, que se pelean las plazas para la venta, producción, transportación y lo demás”.

Santiago Roel, coordinador de la organización Semáforo Delictivo, afirmó a La Silla Rota que en el caso de la Ciudad de México “sería más bien para la venta, entonces esto está provocando el incremento de homicidios en todo el país y es lo que da el dinero a las mafias con lo que se extienden a otros delitos o mercados.

Obviamente en la ciudad vas a tener mafias que se dedican a otras cosas como en Tepito, pero lo que más genera violencia, homicidios y ejecuciones es el mercado negro de drogas”, expuso.

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De acuerdo con el Observatorio de Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, de 2017 a 2018 se duplicó el narcomenudeo en la capital, y en el primer trimestre de este año creció en 113 por ciento.

Apenas el 29 de mayo pasado se realizó un decomiso de 270 kilogramos de cocaína en Tláhuac, el más grande en la última década y que sería enviado a Chicago.

A ello se suma que de unos meses a la fecha han dejado narcomantas en la ciudad, y como en otras ciudades, la aparición de personas asesinadas con métodos similares a los empleados por el narcotráfico en otras entidades, ha aumentado.

Esta semana dejaron tres cuerpos en Iztapalapa, y la semana pasada una persona “entambada” en Tepito.

Aunque comparado con otras entidades el problema del narcomenudeo ha tenido menor impacto en la capital, no se le ha atendido adecuadamente, aseguró el coordinador del Observatorio, Francisco Rivas.

“Aquí se le ha dado poca atención a este fenómeno, y seguimos más con darle una respuesta punitiva, más que con una política de prevención o vista desde la salud pública. Si lo vemos como una política punitiva va a seguir aumentando la violencia, y no estoy seguro que a quienes detengamos sean esos delincuentes que generan daño a la sociedad y sí a los consumidores”, advirtió Rivas.

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Roel consideró que para atender el problema del crimen organizado en la capital, no ha ayudado la sistemática negación de las autoridades de su presencia, ni que tampoco haya una propuesta para comenzar a regular las drogas.

Rivas fue cuestionado sobre las recientes declaraciones del jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, de que la ciudad no es un centro de producción ni de laboratorios, sino sólo de paso de drogas que viene de otros estados, por lo que toca al gobierno federal investigar de dónde llega esa sustancia ilícita que se comercializa en la capital.

El coordinador del Observatorio consideró que es algo sobre lo cual hay poca información de parte de las autoridades capitalinas. En su caso, ha recibido información de que en Iztapalapa se localizan las llamadas cocinas donde se preparan drogas.

“En particular, las cocinas se encuentran posicionadas en Iztapalapa, pero ese tipo de información al no ser pública, es información sensible, no se entrega ni por transparencia, no permite un adecuado análisis de la sociedad civil, son datos que el gobierno se guarda y no comparte”.


MÁS VIOLENCIA

Otro indicador del aumento de la violencia en la capital, es que de acuerdo con datos del Observatorio, la ciudad ocupa a nivel nacional el tercer lugar en robo con violencia, y que 74 por ciento de las carpetas de investigación por homicidio doloso tuvieron como modalidad el uso de arma de fuego.

“Los tres delitos que están creciendo son el homicidio, el narcomenudeo y el robo con violencia en general”, afirmó Rivas.

Una de las herramientas para la prevención del delito es el uso del sistema de monitoreo y vigilancia conocido con el C5, el cual incluye cámaras de videovigilancia en la calle. Compuesto por 15 mil 310 cámaras distribuidas en la ciudad, 7 mil fueron instaladas en la actual administración,  mil 500 cámaras que fueron instaladas desde el 2009 han sido sustituidas, mientras que actualmente 569 se encuentran en proceso de mantenimiento por diversas causas como vandalismo o falla en suministro de energía eléctrica, entre otras, según una tarjeta informativa enviada por el C5.

Pero no basta con usar la tecnología para prevenir el delito, si no va acompañada de una Policía y Ministerios Públicos bien capacitados, opinó Rivas.

“Yo te puedo decir que he sido víctima no una sino varias veces de asalto, en todas las ocasiones, será muy mala suerte mía, pero para mí sí es un indicador, que todas las ocasiones la cámara no servía, volteaba para otro lado o lo obstruía algún objeto o planta. Lo que me queda la impresión es que las cámaras son subutilizadas por un sinfín de motivos y principalmente porque no tenemos suficientes instituciones de seguridad y justicia capaces de responder a la capacidad de cámaras de observar fenómenos delictivos”.

La procuración de justicia en la capital también es un talón de Aquiles para el combate a los delitos. Sin datos concretos, Rivas dijo que sí hay indicios de un rezago en la ejecución de órdenes de aprehensión por parte de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX.

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“No son datos públicos. Mi impresión, con base en muestras, es que no son suficientes para decir que es una verdad absoluta, pero aparentemente hay una deficiencia en términos de órdenes de aprehensión ejecutadas. Porque hay un problema para otorgar medidas cautelares alternativas, con juicios en libertad a delincuentes, porque no se verifica adecuadamente la identidad, porque no operan adecuadamente las medidas cautelares, porque no hubo quién verificó o hizo un trabajo de inteligencia previo, para cuando te dicen ‘el jefe delincuente ya ha estado involucrado en otros delitos’ es porque alguien no hizo  bien su trabajo“.

Para Roel, la atención que se destina a atacar el mercado de drogas ocasiona que se descuide la procuración de justicia en otros temas que afectan más a los ciudadanos. “Vemos al sistema de Justicia y de Policía distraídos con estos temas, con esta guerra frontal contra el mercado.

Necesitamos liberarlos de tonteras de andar aprehendiendo a narcomenudistas y consumidores, y dejar de dar dinero a las mafias y dejar de destinar recursos de nuestros impuestos a esta guerra absurda”, concluyó.

AJA