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¿Qué hace el amor en el deporte?

En Día de San Valentín vale la pena reflexionar si el amor cabe en una cancha y nos hace crecer, primero, como personas; luego, como profesionales | Omar Pérez Díaz

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Escrito en HIDALGO el

“El amor es la locura más lúcida que tiene el hombre”.

Hay que vivir más de un siglo para expresarse con tal sabiduría; lo hizo el poeta oaxaqueño Andrés Henestrosa durante una entrevista, poco antes de morir, en el año 2016. Tenía 102 años de edad.

Hoy, en pleno Día de San Valentín, vale la pena tomarse un minuto para reflexionar si el amor cabe en una cancha y nos hace crecer, primero, como personas; luego, como profesionales. ¡Claro que sí! Ejemplos hay muchos…

Javier Aguirre es el técnico latino que más partidos dirigidos lleva en España. Un tipo duro, áspero, que no rehúye a ningún reto. Cambia con su esposa, Silvia Carrión, la única capaz de regañarlo por un mal cambio.

“Ve más partidos que yo. Prefiere quedarse en casa a ver la Champions antes que ir al cine”, ventiló el Vasco sobre su mujer. Llevan 38 años de matrimonio. Si usted es casado, entenderá porque Aguirre le consulta aspectos como quien entra en su equipo de trabajo.

EL AMOR IMPULSA

Cansado de una mala racha, hubo un día que Enrique Meza amaneció sin ganas de ir a la práctica de su equipo. Se lo dijo a su esposa, quien arreglaba su ropa en una maleta.

Sin inmutarse, ni siquiera para verlo, le respondió doña Laura Salinas: “bueno… estaría bien que le hablaran a Tomás Boy para que tome tu lugar”.

“En ese instante me levanté de la cama como impulsado como un resorte”, platica la anécdota el Ojitos, como le dicen sus amigos.

“Algo bueno hice en otra vida para que Dios me premiara con ella”, suele decir don Enrique cuando se expresa de su esposa y el apoyo que le brinda en su carrera. Llevan 42 años juntos.

EL AMOR UNE Y AYUDA EN LOS PEORES MOMENTOS

La ciclista Daniela Campuzano salió hace cuatro meses a entrenar en el rancho que su familia tiene en las cercanías de Tulancingo. Entre las veredas sufrió una desgracia: cayó y se fracturó una pierna.

Calificar a los Juegos Olímpicos de Tokio se antojaba casi imposible pero hace unos días la Federación Mexicana de Ciclismo la consideró para repetir en la máxima justa. Su fuerza y determinación aceleran su recuperación, tanto como el apoyo y guía de su entrenador, Octavio Vicente Cetto, quien también es su esposo.

Comparten la vida desde 2015, justo la mejor etapa competitiva de nuestra representante.

EL AMOR TAMBIÉN PREMIA

Allá por el 2006, Erika Gómez, la mejor basquetbolista de México, estaba por terminar su exitosa carrera en España cuando conoció a un joven entrenador ibérico: Sergio Molina. En la Madre Patria se enamoraron y decidieron casarse.

La Cucha lo trajo a su tierra, sin ninguna certeza sobre su futuro, pues si algo le falta al baloncesto azteca es organización y proyectos. Sergio le hizo caso al corazón. Aceptó un sueldo de mil pesos a la quincena en el primer equipo que le ofrecieron dirigir en Pachuca.

Una década y dos hijas después, Sergio hizo de los Borregos del ITESM campus Hidalgo, el mejor conjunto colegial del país y esta misma semana fue nombrado entrenador de la Selección Nacional Mexicana. Por supuesto, Erika siempre está a su lado, incluso en la banca, como su asistente.

REMATE

“Dame tu mano / y por el camino de mi mano / pásate y éntrate en mi corazón”. Fragmento del poema “Ven a mí”, de Andrés Henestrosa.