CIUDAD DE MÉXICO.- La paraestatal Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), responsable del proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, publicó la convocatoria para licitar los primeros trabajos.
De acuerdo con la licitación, las obras iniciales consisten en remover 441 tubos de acero que están enterrados desde hace 50 años en igual número de pozos excavados en el polígono asignado para la terminal.
El fallo del concurso de la licitación será anunciado el 12 de diciembre y los trabajos deberán comenzar tres días después, de acuerdo con lo publicado por Reforma.
El GACM calificó los trabajos de “urgentes”, por lo que la contratista tendrá seis meses para retirar los 442 tubos, mismos que están enterrados hasta 25 metros de profundidad y podrían interferir con el sistema de drenaje planeado para el nuevo aeropuerto, que contempla dos túneles de dos a tres metros de diámetro y 5 kilómetros de longitud.
“Dentro del polígono considerado para la construcción del NAICM, la empresa Sosa Texcoco estableció un sistema de extracción de agua salobre por medio de pozos equipados para dicho fin, mismos que pueden ocasionar interferencias con los requerimientos necesarios para la construcción del nuevo aeropuerto", se detalla en los términos de referencia de la licitación.
Además, agregan, “se hace necesario ahora el retiro y/o demolición de cualquier obra asociada a ellos, así como el desmonte de equipo, extracción de componentes, relleno y taponamiento y sellado a nivel del suelo de los mismos”.
Aclaran que no sólo son los tubos, sino que hay construcciones, equipos y materiales adicionales como bombas y coples, que presentan variaciones, por lo que la contratista tendrá que evaluar cada uno de los 441 pozos, sin que esté garantizado que todos presentan la misma profundidad.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México explicó que los ganadores de la licitación deberán demoler y retirar todos las estructuras aledañas a los pozos como bases de concreto, casetas, tuberías, instalaciones y equipos en su caso.
Una vez retirados los tubos, la empresa ganadora tendrá que estabilizar la zona con una mezcla cementante, bajo supervisión de un especialista en mecánica de suelos. Se estima que serán necesarios 628 metros cúbicos de mezcla para el relleno.
arg/jlr