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“Preocupa el trato de AMLO a migrantes centroamericanos"

Periodista y empresario ven con cautela y preocupación al gobierno de López Obrador, ante amagos de Trump; “los mexico-americanos en EU ya somos mayoría de minorías", dicen

Escrito en NACIÓN el

Es muy preocupante el trato del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia centroamericanos, alerta el periodista Alfredo Corchado.

A su vez, el empresario David Suro-Piñera se dice “cautelosamente optimista”, en una entrevista con LA SILLA ROTA, donde cuentan cómo hace casi tres décadas se convirtieron en migrantes mexicanos en Estados Unidos.

Sus historias son de éxito. Corchado desarrolló una carrera periodística en medios de estados Unidos, ha publicado libros, mientras que su amigo Suro-Piñera pudo consolidarse como un exportador de tequila.

Unos días antes de la nueva amenaza de Trump de imponer aranceles a México desde el 10 de junio, con incrementos graduales, si México no adopta posiciones que frenen la migración centroamericana, el periodista y el empresario advierten que el mandatario estadounidense enarbola una bandera que, lamentablemente, algunos sectores de mexicanos apoyan.

Alfredo Corchado

¿Cómo cuenta su historia cada mexicano? Esa pregunta que me surgió de la amistad con David hace nacer el libro Patrias, cuatro amigos, dos países y el fin del éxodo mexicano. Añoramos a México. El primer mexicano que conocí fue a Primitivo Rodríguez Oceguera, defensor de derechos humanos de migrantes en Estados Unidos. Desde entonces han pasado tres décadas.

David Suro-Piñera

Yo llegué chamaco, de 23 años y abrí un restaurante. Fue algo nostálgico y estando lejos de nuestro ecosistema, traer algo semejante, para la tertulia, intercambio de historias y eso nos traía a algo de México.

¿Por qué irse de México hace tres décadas?

David. En mi caso fue la migración del amor, me casé con una mexicana y cuando esperábamos a nuestro primer hijo nos fuimos. Yo trabajaba en Cancún, pleno desarrollo, en auge. Mi alma mater fue Grupo Anderson, pero se presentó la oportunidad de abrir un pequeño restaurante y fue mi refugio y bendición. Con la inexperiencia e ingenuidad, joven, en un medio ambiente cultural y de negocios nuevo para mí, ellos eran mis amigos. Fueron clientes conocidos, regulares y ahora una amistad.

David Suro-Piñera.

¿Has sido feliz en Estados Unidos?

David. Sí. Tuve mis momentos de conflicto, pero me siento feliz y afortunado de poder tener la posibilidad de ser bicultural.

Tu testimonio dista mucho de la visión de Donald Trump que habla de que va puro delincuente…

David. Claro, porque somos millones que no somos ni cercano a eso. Es un discurso de mercadotecnia para el voto. Usó muy bien ese discurso como buen mercadólogo, pero eso vende a ese sector de americanos que tienen problemas de identidad como americanos y no han sabido asimilar su país como cultura que es de migrantes. Estamos hablando de un país de migrantes, que han cacareado mucho, pero ese corredor, principalmente en el centro, de estados aislados del mundo que se sienten amenazados por esa cultura de migrantes.

¿Por qué te fuiste, Alfredo?

Me fui porque no tenía opción, tenía seis años. Mi papá era bracero…

No fui, me llevaron…

Sí, me llevaron. A través de él llegamos legalizados a San Joaquín, en California, a la cosecha. Mis padres trabajaron en el campo. Pero el México de entonces al de hoy es diferente. Mis padres me decían que no olvidara mis raíces, que no escuchara a los Archies, mejor a José Alfredo Jiménez o a Javier Solis. Pero eso era un conflicto. Conocer a David fue como pertenecer a ambos mundos. David se dedicó a construir su propio México, si quieres aprender español y a lo que es México, pues ve al restaurante Tequilas, aunque ahí también dejamos parte del sueldo como periodista, pero nos atraía por ser México.

Alfredo Corchado.

¿Qué buscan que esas historias aporten?

David. Es un libro alegre, son cuatro historias de éxito, son cuatro historias que en momentos como vivimos, complejos, dolorosos, para mí fue recordar pláticas de hace años tomando tequila toda una noche, desinhibido de mi familia, y eso se plasma en el libro. Por eso el libro me ayuda a revivir la historia de cuatro mexicanos, me mueve cosas que no veía hasta que las platiqué.

Alfredo. La ventaja es que he sido periodista toda la vida, y siempre llevaba mi libreta. Eran tiempos de amnistía, y el Primo estaba en esos temas. Y mi madre conservó todas mis libretas por si algún día me servían. Y me sirvieron. Lo que tratamos es de dejar un tributo a mexicanos que han contribuido a construir Estados Unidos, sin dejar su amor por México. Era la manera personal de entender muy a fondo el por qué mis padres tomaron esa decisión. Enfrentar la nostalgia por México. He sido corresponsal en México y eso me ayuda, pero es abrir la tumba de secretos de la familia, cómo decide una familia irse a vivir a Estados Unidos. El sueño de mi papá era ser músico en Durango y se fue a Estados Unidos. Pero esa historia mía es la de millones de mexicanos.

A veces el mexicano discrimina al mexicano allá, ¿cómo lo describirían, de hace 30 años a lo de hoy y si los incita el discurso de Trump?

David. El discurso de Trump, la gente que de alguna manera encuentra un ánimo de reproche hacia mí, en lugar de cambiar, se agudizó más. Me ha sorprendido encontrar gente de México que está de acuerdo con lo que piensa Trump. A través de los años he desarrollado una capa de teflón. El criticar al migrante por haberse ido y reprocharle es mucha ignorancia, porque sólo imaginemos a México sin esos 30 mil millones de dólares de remesas que llegan cada año, que dan espacio para mantener una economía sustentable. El rol del mexicano es importantísimo. El que lo critique está en una burbuja donde no tiene necesidad y entramos al vecindario del clasismo. Está el que no dimensiona lo importante de esas remesas que no se fue por gusto, sino por falta de oportunidades que no se le dieron aquí. Pero seguimos conectados con México. No hay un barrio mexicano o un grupo de mexicanos que no estén conectados con su estado, región o país.

Alfredo. El México que yo conocí, de hace 30 años, es muy diferente. Cuando llegué lo hice con ese complejo del pochismo, mi madre cuando le pregunté por qué nos fuimos, bueno porque en México si naces pobre vas a morir pobre. Pero es un México que cambia, quizá por ser más global o por el éxito de los mexicanos allá. Si de pronto la mejor chef del mundo vive en Nueva York, eso impacta. Si hay un David Suro que se convierte en una de las voces más importantes de tequila allá, se cambia la percepción. No es que seamos perfectos, pero hay un a mejor percepción.

López Obrador fue a hacer campaña a Estados Unidos. Publicó un libro, “Oye Trump”, pero parece que ahora hay una posición más dura de este gobierno que de gobiernos anteriores hacia los migrantes, ¿cómo ven la actitud de López Obrador hacia los mexicanos en Estados Unidos y hacia los migrantes de nuestros vecinos países del sur?

Alfredo. Yo lo veo muy preocupante y veo que hay una gran diferencia entre ser candidato y dar un discurso muy bonito, de decir ‘no le vamos a poner nada al muro’, discursos muy buenos, recuerdo en El Paso o Los Ángeles, y muchos mexicanos decían “este sí nos va a defender, este sí nos va a apoyar”. Pero hay una gran diferencia al gobernar y que estamos tan integrados como países y que hay que pisar muy cuidadosamente. Sí es muy preocupante el trato hacia centroamericanos. El hecho de llegar a Ciudad Juárez o Reynosa y no tengas el apoyo de ningún gobierno, de que ya no tienes derechos, eso es muy preocupante. Yo he entrevistado a personas que decían que llegaron con esa esperanza de que era un gobierno mucho más humanitario e iba a ver por los derechos de los migrantes. Pero, finalmente, ¿cómo te manejas con alguien como Trump? Con alguien que con un tuit te puede traer un desastre a la economía mexicana. Eso es algo que día a día es cómo le hacemos hoy. No veo un plan a largo plazo, sino adoptarlo día a día.

David. Yo todavía le doy el beneficio de la duda a López Obrador. Son problemas enraizados de políticas que no funcionaron en ambas naciones y no se pueden tomar decisiones individuales. La migración es un tema regional, como lo vemos en Europa. Pero empezar a darle cierto orden al flujo de centroamericanos, hay que tratarlos con dignidad. Pero es más digno darle orden, pero antes ¿cuál era el orden? ¿El orden era el de los traficantes de humanos? Yo estoy en el periodo del beneficio de la duda, además con Trump que es tan impredecible, que se contradice y un día y otro. Son dos gobiernos con visiones totalmente opuestas, antes había servilismo a la política dictada desde Washington. Creo que el maduro de los dos es Andrés Manuel…

Alfredo. Tiene que haber un adulto en la relación…

David. Exactamente, entonces creo que seis meses es un problema de décadas. Estoy cautelosamente optimista.

Alfredo. La clave será la fuerza del mexico-americano, para garantizar que haya un soft-landing en la política entre ambos países, que pueda a ayudar a influir. Desgraciadamente no hemos llegado a ese nivel y será hasta entonces que quizá ese ataque a México, el tratar a México como piñata tiene que cambiar.

David. Pronto habrá un ajuste a esa actitud de Trump. Pero ya somos mayoría de minorías. Y ya viene una participación de mexico-americanos, el niño que ve la deportación de su padre, no se lo va a perdonar a Estados Unidos.

El problema es que la reelección de Trump está a la vuelta de la esquina…

 Sí, pero no lo podemos ver en un contexto así, porque a largo plazo nos vamos a solidificar en participación. Ahora hubo apatía en esta elección que ganó Trump.

Los entrevistados señalan que las historias que relatan en el libro representa a muchos mexicanos que viven en “la otra patria”. Además, es un tributo a los mexicanos que durante décadas ha trabajado para construir a Estados Unidos “sin dejar de querer a México”

JGM