Debido al riesgo que representa portar un billete de mil pesos en el país, el uso de esta denominación va a la baja, de acuerdo con informes del Banco de México (Banxico).
Entre las principales razones se encuentran lo difícil que se torna en cambiarlo en algún establecimiento, además de la posibilidad de recibir un billete falso.
En La Silla Rota te presentamos las claves para entender esta aversión al billete de mil pesos:
1) La producción de billetes hace dos años era de 82 millones de piezas; este mayo se registró una caída de 10 millones, es la única denominación con una circulación a la baja.
2) La desconfianza en el billete por parte de los establecimientos surgió a raíz del alto índice de falsificación. En 2004 comenzó su circulación, cuatro años después se calculaba que por cada millón de piezas, 507 eran falsos. Se trata del porcentaje más alto dentro de todas las denominaciones que circulan en México.
En 2018, el promedio de falsificación disminuyó a 55 piezas por millón.
3) Datos del pasado abril obtenidos por la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) muestran que 56% de pequeños comercios aseguran tener clientes que pagan sus compras con un billete de mil, pero sólo el 44% afirmó que tiene la capacidad de cambiarlo.
4) Aunque por ley se deben aceptar todas las denominaciones que emitidas por Banxico y que circulan por el país, existen establecimientos con letreros donde indican que no reciben este tipo de billetes.
5) De 100 y 500 pesos, son las denominaciones que presentan un mayor crecimiento de circulación.
6) El comportamiento de los mexicanos para con el billete de mil, podría ser un indicador negativo ante el posible lanzamiento de un billete de dos mil pesos, acorde con Alejandro Alegre, director general de Emisión de Banxico.
djh