VILLAHERMOSA (La Silla Rota).- Con la exigencia de que fueran deportados, pues carecían de agua para bañarse y tenían pocos alimentos, un grupo de migrantes se salió del albergue donde permanecían asegurados desde hace ocho días.
Sin embargo, un operativo policial y militar los reaseguró y los volvió a introducir al albergue temporal donde los mantiene el Instituto Nacional de Migración.
La tarde de este viernes, los centroamericanos, mayormente hondureños, fueron reasegurados sobre la carretera federal Villahermosa-Frontera, a la altura de la Ranchería Medellín y Pigua, a unos metros donde se localiza un inmueble particular utilizado como Estación Migratoria provisional.
Las autoridades del INM se negaron a explicar e informar sobre las quejas, e incluso con el apoyo de la policía desalojó del lugar a los reporteros.
Los inmigrantes inconformes denunciaron en el caso de una mujer embarazada que se sentía mal durante dos días sin que fuera trasladada a un hospital.
Los indocumentados pedían su deportación inmediata al considerar que es demasiado tiempo de que las autoridades migratorias mexicanas los han mantenido mucho tiempo en “cautiverio”.
En el operativo participaron elementos de la Policía Estatal, Ejército y Policía Federal, para pedirles volvieran la estancia migratoria.