La violencia amenaza a las autoridades municipales, el gobierno más próximo a los ciudadanos y el más expuesto al poder del crimen.
Rumbo al proceso electoral, que inició formalmente el 8 de septiembre, han sido asesinados 12 candidatos a alcaldes y siete ediles en funciones.
Estos asesinatos se dieron en la recta final de un sexenio especialmente violento para los presidentes municipales.
De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Alcaldes de México, durante la administración de Enrique Peña Nieto se han asesinado a 23 ediles en funciones, 5 electos y 44 exalcaldes.
Esos 71 homicidios se suman a 46 casos del mismo tipo registrados en el sexenio de Felipe Calderón.
Además, según lo documentado por Reforma, en los últimos seis meses, 52 funcionarios, exfuncionarios y dirigentes partidistas han sido asesinados en lo que va del proceso electoral. Y al menos cinco familiares de aspirantes a un cargo local.
Según la ANAC, que haya más de 100 homicidios contra ediles en 12 años es reflejo de una estrategia del crimen organizado para debilitar al Estado atacando su eslabón más débil.
"Los ataques por parte de los cárteles contra alcaldes, ya sean en funciones, electos o ex alcaldes, están pensados como una forma de presionar al Estado para que evite la confrontación y restablezca un espacio en el que las organizaciones delictivas puedan funcionar bajo un alto grado de impunidad.
"Cuando un municipio se encuentra en el centro del territorio de un grupo criminal y no cuenta con la capacidad humana ni económica para hacerle frente a las situaciones propias de sus circunstancias, queda claro que está desamparado", señala la AMAC.
Frente al incremento de la violencia contra munícipes, la asociación consideró urgente diseñar un "Protocolo para la Seguridad y Protección de Alcaldes" que propuso al Gobierno y al Congreso.
Con informaciòn de Reforma