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Pide Trump poco para combatir narco; muro su prioridad

Trump, pidió hoy al Congreso 27.8 mil millones de dólares para reducir la demanda y oferta de drogas en el año fiscal 2018

Escrito en MUNDO el

CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió hoy al Congreso 27.8 mil millones de dólares para reducir la demanda y oferta de drogas en el año fiscal 2018, un monto más alto que el aprobado para el año fiscal pasado, pero inferior a la petición del último año de Barack Obama.

Aunque la administración Trump reconoció la semana pasada su papel como el mayor mercado de consumo de drogas en el mundo, el presupuesto para la Oficina Nacional de Control de Políticas Antidrogas (ONDCP), refleja mayores fondos para combatir la oferta que la demanda.

Los fondos solicitados para iniciativas internacionales, decomisos y aplicación de la ley ascienden a 15.6 mil millones de dólares, mientras los recursos para tratamiento y prevención serán de 12.1 mil millones de dólares, de los cuales 10.8 mil millones son en especial para rehabilitación.

“La petición presupuestal 2018 del presidente pide una mayor inversión en la política de control de las drogas, que la aprobada en el año fiscal 2017”, señaló el director en funciones de la ONDCP, Richard Baum.

Del total de recursos de reducción de la demanda, unos 500 millones de dólares serán canalizados específicamente a la Ley CURES para reducir la adicción de los estadunidense a los derivados de opio y mejorar el acceso a tratamiento, prevención y rehabilitación.

“Este presupuesto demuestra el compromiso de la administración Trump para detener las drogas que entran al país y apoyar los esfuerzos de tratamiento para encarar la creciente epidemia de opiáceos”, añadió Baum.

La tasa de uso de drogas entre el público estadunidense de 12 años o más aumentó de manera gradual desde los últimos 13 años, de 8.3 por ciento en 2002 a 10.1 por ciento en 2015, un aumento de 22 por ciento, según cifras de la Encuesta Nacional sobre Drogas.

El mayor incremento se registró entre consumidores de mariguana, que pasaron del 6.2 por ciento en 2002 a 8.3 por ciento en 2015, un aumento de 14 por ciento.

Pero los 12.1 mil millones de dólares solicitados por la administración Trump para reducir la demanda son 23.4 por ciento inferiores a los 15.8 mil millones de dólares que solicitó la ONDCP para el presupuesto del año fiscal 2017 en el último año completo del gobierno de Obama.

Se trató en su momento de la primera vez en la historia que un presidente (Obama) solicitaba al Congreso estadunidense una cantidad de recursos similar para el combate a la oferta, que a la demanda, para un total de 31.1 mil millones de dólares.

La petición del presidente Trump incluye en cambio inversiones por 468.8 millones de dólares para apoyar la propuesta de la Casa Blanca de construcción de infraestructura tactiva de alta prioridad, así como tecnologías de seguridad fronteriza contra el tráfico de drogas y personas.

Otra partida de 246.5 millones de dólares será canalizada al programa de Áreas de Tráfico de drogas de Alta Intensidad (HIDTA) y 91.9 millones de dólares para el apoyo a los programa de Comunidades Libres de Drogas, que de acuerdo con ONDCP se trata de niveles récord de financiamiento.

Construcción del muro 

Trump propuso al Congreso una partida de 1,600 millones de dólares en su presupuesto de 2018 para iniciar la construcción del muro en la frontera con México. La barda representa una de sus tres prioridades presupuestales, dijo hoy la Casa Blanca.

Los fondos integran los 44,100 millones de dólares solicitados para el Departamento de Seguridad Interna (DHS), 6.8 por ciento más que la partida pedida por la administración anterior para el año fiscal 2017, casi una cuarta parte de los cuales será destinada a tareas de aduanas y protección fronteriza.

“Somos absolutamente serios sobre la construcción del muro. De hecho, luego de ocuparnos de la seguridad nacional y los veteranos, me atrevo a pensar que (el tema) está entre los tres primeros en la mente del presidente y sé de hecho que así es”, dijo el director de la Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.

La propuesta sobre el muro establece que los primeros tramos de la nueva estructura prometida por el mandatario en su campaña presidencial se ubicarán en porciones fronterizas de los estados de Texas y California con México.

Un tramo de 51.2 kilómetros de muro será construido a lo largo de la franja entre las ciudades de Reynosa y Matamoros, donde la frontera natural del Río Bravo parecía hasta ahora hacer innecesario la construcción de barreras físicas.

Otro más de 22.4 kilómetros será levantado en una porción del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza para reemplazar la actual infraestructura, y donde de acuerdo con el DHS, ocurre el mayor volumen de detenciones de inmigrantes indocumentados que tratan de cruzar la frontera.

En conferencia de prensa, Mulvaney explicó que los 1,600 millones de dólares cubrirán no sólo la construcción de estos tramos del nuevo muro, sino el reemplazo de infraestructura obsoleta y la adquisición de los terrenos donde será construidá la nueva barrera.

“Hay que tener presente que el muro no va a ser construido por arte de magia a la mitad, donde no existe nada. Hay que construir carreteras para llegar ahí, y con frecuencia hay que extender también servicios, como por ejemplo colocar alumbrado eléctrico”, precisó.

Mulvaney dijo que la administración no ha tomado aún una determinación sobre el mejor tipo de muro.

“Creo que ahora estamos en medio de una competencia. Creo que hay 4 u 8, no recuerdo bien, diferentes tipos de prototipos que están siendo diseñados y construidos, mientras tratamos de determinar cual será el tipo apropiado”, dijo.

De acuerdo con las especificaciones de la Oficina de Aduanas y Protección (CBP), en algunas porciones de la frontera, la pared de más de nueve metros de altura será una barrera metálica que permita a los agentes fronterizos ver lo que está pasando en el lado mexicano.

Parte de las especificaciones requieren una construcción con cimientos profundos que dificulte la construcción de túneles para cruzar la frontera y eludir así las dificultades que presentará su altura.

La dependencia explicó que cada uno de los prototipos “se diseñarán para disuadir la entrada ilegal a Estados Unidos”.

Los dos tipos de muros considerados por la dependencia serán paredes construidas con acero y hormigón, y deberán tener una resistencia que impida su perforación por métodos manuales o mecánicos, pero a la vez deberá resultar “estéticamente agradable” del lado estadunidense.

Mulvaney reconoció que aunque el gobierno no obtuvo los fondos que solicitó en su presupuesto suplementario de 2017 presentado en marzo, mantendrán su insistencia para que se aprueben las partidas requeridas para esta tarea.

“Así lo dejamos en claro a la gente del Congreso. Aunque no vamos a obtener tanto dinero como quisiéramos para seguridad fronteriza en el presupuesto de 2017



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