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Pedimos respeto al presidente López Obrador: Ruiz Massieu

La presidenta nacional del PRI exige respeto para que nadie se entrometa en el proceso de renovación de la dirigencia tricolor

Escrito en NACIÓN el

Claudia Ruiz Massieu se planta ante el presidente Andrés Manuel López Obrador: “le pedimos respeto”.

Hasta ahora, la presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se había mantenido firme, pero ahora exige respeto en todos sentidos, sobre todo para que nadie se entrometa en el proceso de renovación de la dirigencia tricolor.

Los señalamientos de corrupción en el sector salud pegan a uno de los siete aspirantes a presidir al PRI, el doctor José Narro.

El salón Presidentes de la sede nacional del PRI luce renovada. Dos cuadros, uno de Plutarco Elías Calles, el rudo sonorense fundador del partido, y otro del principal ideólogo que ha tenido, Jesús Reyes Heroles. Son los más grandes, los de los exdirigentes son más pequeños. El del expresidente Enrique Peña Nieto ya no está.

Con 12 gobernadores, más de 500 municipios gobernados y presencia en todos los ayuntamientos y congresos del país, además de 6.5 millones de militantes, Ruiz Massieu se alista para dar la batalla ante Morena.

Pide Ruiz Massieu cesar abucheos y no reducir gasto a partidos

- ¿Qué opinión tiene sobre los primeros 100 días de gobierno de López Obrador?

Mira, 100 días en los que el nuevo gobierno nos ha demostrado su visión de cómo se debe ejercer la función pública.

Primero, una visión centralista y autoritaria que cancela los contrapesos y agrede a quienes piensan distinto, que divide y confronta a los mexicanos, que desestima la experiencia y el profesionalismo en la función pública, y que privilegia una visión ideológica y un proyecto de consolidación del poder, más que un proyecto de profundización de la democracia.

Nos preocupa lo que hemos visto en estos 100 días, porque hemos visto un gobierno que tiene buenas intenciones, pero que tiene muy malas decisiones.

Un gobierno que ha fijado prioridades que compartimos: el combate a la pobreza, el combate a la corrupción, pero que a la hora de instrumentar las decisiones de gobierno para hacerles frente, pues muestra inexperiencia de sus miembros, contradicción evidente entre muchos de los más prominentes integrantes del gobierno, poco conocimiento no solo técnico, sino de la realidad y de los impactos y alcances de las decisiones que se toman.

Y esto ya nos ha costado en credibilidad, en confianza del inversionista, en proyección de crecimiento, nos ha costado en el impacto directo también a las familias, a la gente que más lo necesita, particularmente a las mujeres, para quienes se han reducido prácticamente todos los apoyos del gobierno de la República, de becas, de estancias, de refugios para la violencia, de créditos, entonces, hay una tendencia preocupante, regresiva que vamos a estar atentos, pero bueno, en 100 días creo que esto ya es mucho como para echar las campanas al vuelo.

- ¿Cómo valora el referéndum revocatorio avalado en la Cámara de Diputados?

Los mecanismos innovadores de democracia directa son importantes y complementan el sistema de la democracia representativa, pero tenemos que entender para qué son y cuál debe ser su alcance.

(Lo propuesto) no es compatible con el Estado democrático y no se debe apoyar. Los mecanismos de revocación de mandato, primero, los utiliza la ciudadanía para ejercer un control sobre los gobernantes, no los gobernantes para reafirmar y tener su estancia en el poder.

No son mecanismos que en un sistema presidencial deban prevalecer. Los mexicanos elegimos a nuestros gobernantes por un tiempo definido, es una responsabilidad que se debe desahogar en ese tiempo definido, no está sujeto a vaivenes políticos. No nos parece que se deba incorporar en el esquema de las elecciones intermedias, donde se distorsionaría toda la naturaleza del proceso.

- Con tantos votos, mayoría de legisladores en el Senado, Diputados, en los congresos locales, ¿no se sienten avasallados como institución?

Ha sido un reto aprender a ser oposición en este nuevo contexto. Lo habíamos sido, pero en un contexto muy distinto. Hoy hay una nueva hegemonía, un nuevo oficialismo de Morena junto con sus aliados, pues realmente han mostrado que tienen muy poca vocación democrática, les gusta imponer, les gusta mayoritear, no les gusta escuchar otros puntos de vista.

Ha sido difícil para nosotros y para todas las oposiciones entender cómo debemos plantear nuestros temas, y la primera es tener claridad absoluta de lo que queremos defender.

Y eso defenderlo siempre, a muerte, con argumentos, nunca descalificando en función de una visión ideológica, sino más bien cada cosa en sus méritos, con argumentos sólidos, técnicos, respetuosos, políticos, constitucionales.

- ¿Qué van a defender?

El régimen de libertades y derechos que hemos construido los mexicanos durante décadas, el sistema constitucional, la separación de poderes, la autonomía del Poder Judicial, el sistema federal, la soberanía de los municipios y de los estados, las mujeres, los derechos humanos.

- ¿No sólo estar golpeteando?

Claro. Somos una oposición decidida a ser muy firme, muy crítica, porque sabemos que una oposición en una democracia tiene un papel, y ese es contrastar, señalar insuficiencias de gobierno y proponer alternativas.

- Da la impresión de que hay división en el PRI…

No, no hay de ninguna manera división. Claramente somos un partido muy diverso, donde hay una multiplicidad de puntos de vista, pero tenemos hilos conductores muy claros: principios, visión histórica, identidad y el proyecto en el que militamos siendo un partido histórico que surge de la Revolución.

-Dulce María Sauri nos dijo para un reportaje en LA SILLA ROTA que, a diferencia de la transición del 2000, cuando el PRI perdió con su enemigo político, natural, que era Acción Nacional, en 2018 perdieron con alguien de los suyos, es decir, con un priista de los 70’s…

Creo que siguiendo un poco esta línea que tú presentas, en esta ocasión perdimos contra nosotros mismos. Y no sólo porque el presidente López Obrador haya militado en el PRI y tenga una concepción más propia del PRI de los 70’s, de los 60’s, son porque perdimos contra nosotros mismos en el sentido de que perdimos, en mucho, por cosas que nosotros hicimos o dejamos de hacer, durante muchos años, no fue de un año, no fue tema de tres años, muchos años. El partido dejó de hacer cosas y también hizo otras que tuvieron consecuencias, impacto en la elección del año pasado.

- ¿La corrupción?

Uno de los temas, sin duda. Ese es un tema que la ciudadanía obviamente reprueba y un tema muy sensible que nos achacó. Y creo que el partido tuvo, otra vez esto que hizo poco o a destiempo o no con fuerza, de una actitud poco asertiva en el momento indicado. No supimos deslindarnos a tiempo de algunos militantes. Es uno de los temas que sin duda nos lastimó. Nos va a costar mucho tiempo recuperar la confianza de la gente. Pero no fue el único.

- 90 años del Revolucionario Institucional, ¿cómo llega?

Llegamos en un momento definitorio; son 90 años de existir como instituto político, son 90 años de estar en la arena pública, de empujar un proyecto surgido de la Revolución. Y en ese sentido, en 90 años, tiene que haber de todo; tiene que haber grandes aciertos y tiene que haber también errores, también excesos, y tiene que haber transformaciones del partido, como las ha habido.

Después de una elección como la del 2018, con el resultado que tuvimos, no podemos permanecer igual.

- ¿Tiene futuro el PRI? Y se lo pregunto porque en 1997, cuando por primera vez pierden la mayoría en la Cámara de Diputados, José Antonio Crespo publicó un libro bajo el título “¿Tiene futuro el PRI?” y prácticamente lo desahuciaba. ¿Está desahuciado el PRI?

Claro que no. La pérdida de competitividad viene desde los 90’s, efectivamente; es natural, porque el sistema democrático se va profundizando, hay más partidos, hay más oferta política; los ciudadanos dicen: hay otros partidos.

En 2000 nos desahuciaron; en 2003 recuperamos la primera minoría de la Cámara; en 2006, perdimos una elección presidencial, pero en 2009 volvimos a tener una primera minoría muy potente, muy importante y nos pudimos rearticular para ganar la Presidencia en 2012.

¿Qué sabemos en democracia? Que va a volver a haber elecciones y, por lo tanto, una nueva oportunidad. La democracia no te da todo y para siempre, ni te lo quita para siempre.

- Pareciera que Morena está construyendo para siempre...

Esa es su obligación como partido en el gobierno: buscar maximizar el respaldo popular de ese gobierno. Lo que no se vale es que lo haga sometiendo, erosionando el sistema democrático y el sistema de partidos que tenemos.

 - ¿Hay gobernadores traidores al Revolucionario Institucional, que hayan trabajado a favor de Morena en la elección pasada?

De ninguna manera. No, el PRI salió, como siempre sale, a buscar ganar, en condiciones extremadamente difíciles y adversas y yo reconozco mucho a nuestra militancia porque hizo un gran esfuerzo sabiendo que el contexto no nos favorecía y que teníamos debilidades muy importantes.

- Enrique Peña Nieto. ¿Qué es Peña Nieto para el PRI?

No sólo es un expresidente, es el candidato que nos permite volver a la presidencia, el candidato que permite al PRI recuperar este ánimo y esta idea de que podíamos ganar.

Creo que es un presidente que el priismo reconoce como un presidente transformador, que tomó decisiones necesarias para México, buscando consenso plural y que hoy, pues como priista, es un militante más.

Un cuadro de partido distinguido, apreciado por muchos y que representa parte, son sólo de la historia de nuestro partido, sino representa parte de quién es hoy nuestro partido.

- Pero está distante del partido, yo diría en plan enamorado…

El presidente no está participando activamente en el partido desde que dejó la administración, eso es claro y nosotros lo respetamos, no por ello deja de ser un militante del partido, pero no está participando de la vida, digamos, y de los procesos en los que estamos ahorita.

- ¿Ni abierta ni encubiertamente?

Ni abierta ni encubiertamente. Está pues en su vida privada y planteándose su vida después de la presidencia, que, yo creo, implica un reto grande para cualquier ex presidente y nosotros, pues a lo nuestro que es seguir en los procesos tan importantes definitorios que vive el partido hoy.

- ¿Cómo está ese proceso interno? Hay, no sé, creo que cinco o seis ya tiradores, tiradoras, tienen mujeres ahí importantes peleando…

Va muy bien. Tenemos, a la fecha, siete militantes, mujeres y hombres, que han expresado su interés de participar. No hay convocatoria todavía, no sabemos quiénes se van a inscribir. El Consejo Político nos autorizó solicitar al INE que coadyuve con nosotros en la organización del proceso y vamos a esperar a que nos conteste para detallar.

- Sale caro, ¿no?

Pues no sabemos todavía. Pero queremos un proceso democrático, transparente, abierto a la militancia, con reglas claras, piso parejo para todos y que cuide la cohesión del partido, para que la siguiente dirigencia pueda llegar con una gran fuerza y legitimidad para la elección de 2021.

- ¿Se está metiendo el presidente de la República en el proceso interno del PRI? Y lo digo por el caso de José Narro, de quien ha salido en últimas dos semanas información en el sentido de que en el sector salud hubo corrupción, siendo que él fue secretario de Salud…

Este es un proceso que es de los priistas. Nosotros no queremos que intervenga nadie, mucho menos gente de otro partido o el gobierno de la República en nuestro proceso interno.

Es un proceso que los priistas, todos, tenemos obligación de cuidar y de mantener dentro del ámbito del partido.

Y respecto a estos señalamientos que tú apuntas en contra del doctor Narro, creo que se suman a muchos señalamientos que, desde el gobierno, se hacen sin fundamento, sin presentar pruebas, un poco en esta dinámica que se tiene de señalar a los demás, pero de manera irresponsable no acompañar ni de pruebas ni de acciones de la autoridad.

Creo que esto es algo que también a todos nos debe preocupar, independientemente de quiénes sean los destinatarios, porque, la verdad, es que de pronto agarran parejo, no importa si es un exfuncionario, el titular de un organismo autónomo, el integrante de otro poder del Estado mexicano, los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil, las calificadoras internacionales.

Es decir, hay una disposición muy negativa y antidemocrática, de señalar a los demás, a los que no piensan como ellos, a los que tienen un cargo o una responsabilidad que entraña un contrapeso dentro del sistema democrático mexicano, y hacerlo irresponsablemente sin pruebas y sin una acción de las autoridades que pudiera, eventualmente, ayudar a deslindar responsabilidades.

- ¿Pediría la presidenta del partido respeto, no sólo a López Obrador, sino a todo el gobierno?

Por supuesto. A ver, en una democracia todos los órganos del Estado mexicano, los poderes, los partidos, se tienen que respetar. Se puede tener, se deben tener diferencias, pues somos una sociedad plural, pero se pueden expresar estas diferencias con respeto, se pueden debatir con argumentos, pero no con descalificaciones, no con atropellos y eso es lo que, muchas veces, estamos viendo en estos 100 días.

Y un poquito más del oficialismo en las cámaras del Congreso de la Unión, desde septiembre, pues una tendencia a despreciar a los opositores, a apabullarlos, a quererlos atropellar y, francamente, pues esto creo que ni le abona a la democracia ni enriquece la calidad del debate público, y no son actitudes que deban prevalecer en un país como el nuestro, mucho menos de una mayoría que quiera acompañar a un gobierno en un proyecto, que ellos mismos dicen, debe ser transformador.

La presidenta del partido sale a toda prisa. Llevará al INE la petición de que les organice su proceso interno, de tal forma que en unos meses se dé el relevo. Mientras tanto, está con un pie en el Senado y otro en la dirigencia del tricolor.

mlmt