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Paraísos perdidos, los destinos turísticos marcados por la violencia

El sexenio del presidente Enrique Peña Nieto terminará en cinco meses y ya se posicionó como el periodo más violento en la historia del país

Escrito en ESPECIALES LSR el

En diciembre de 2012, la guerra contra el narcotráfico que se había declarado en sexenio de Felipe Calderón estaba a punto de quedar en el pasado. El día 1 de diciembre comenzaría un nuevo gobierno, con un partido político destino, por lo que se vislumbraba un cese a los homicidios, a las ejecuciones, a los "levantones" y a las decapitaciones.

Sin embargo, la realidad no fue así. El sexenio del presidente Enrique Peña Nieto terminará en cinco meses y ya se posicionó como el periodo más violento en la historia del país. Lejos de disminuir este tipo de delitos, han ido en aumento.

No sólo en los estados que ya eran sinónimo de homicidios en el gobierno de Felipe Calderón, sino que en esta administración entidades donde una balacera entre criminales o ejecuciones se escuchaban lejanos, ahora son el pan de cada día.

Estados como Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato, donde se ubican los principales destinos turísticos del país hoy en día se ven envueltos en la violencia, con disputas por la plaza entre cárteles de la droga.

En LA SILLA ROTA te mostramos cómo se ha perdido la tranquilidad en estas entidades y los incrementos que se han registrado de ejecuciones, secuestros y desaparecidos de un sexenio a otro.

BAJA CALIFORNIA SUR

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2012 se registraron 37 homicidios durante todo el año; es decir, sólo 5 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Sin embargo, en 2017 los asesinatos incrementaron casi 20 veces, con 738 casos con carpetas de investigación ante el ministerio público.

En este destino turístico se reciben alrededor de 2.5 millones de visitantes cada año, de distintos países, entre ellos celebridades.

Por lo que en agosto del 2017 se prendieron las alertas cuando se presentó un enfrentamiento a balazos en plena zona turística de Los Cabos, en la playa, la cual fue captada en video por distintos visitantes. Tres personas murieron.

En enero de este año la escena se repitió, pero en esta ocasión fue un intercambio de balas entre elementos de la policía y la Marina, que dejó seis muertos.

Además, en noviembre del año pasado fue asesinado a tiros el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Silvestre de la Toba Camacho cuando viajaba en su vehículo acompañado de su hijo, quien también murió en la escena.

De acuerdo con especialistas, el incremento a la violencia se debe a la disputa entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el trasiego de la droga desde el pacífico, así como del control del narcomenudeo en la zona.

La presencia de estos grupos criminales también se ha reflejado por los cuerpos abandonados en distintos puntos de la ciudad de Los Cabos y La Paz, los cuales, en su mayoría se encuentran maniatados y con signos de tortura.

A inicios de este 2018, las cifras de incidencia delictiva indicaron que Baja California Sur se convirtió en el segundo estado más violento, sólo por debajo de Colima, con una tasa de 103.64 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Debido a este incremento de violencia, en marzo del año pasado Estados Unidos emitió una alerta de viaje para sus ciudadanos donde destacan además de otros puntos del país, las ciudades de Los Cabos y La Paz.

Por su parte, el gobernador Carlos Mendoza Davis ha intentado ocultar las cifras de violencia, al no mencionar los reportes. Durante el funeral del ombudsman fue increpado por sus familiares de no poder con el trabajo.

QUINTANA ROO

Esta entidad es también uno de los puntos turísticos más importantes del país y, al igual que Baja California Sur se ha visto envuelta en la violencia por disputas entre grupos criminales.

En 2012, último año de Felipe Calderón y el primer mes (en diciembre) de Enrique Peña Nieto en Quintana Roo se registraron 156 homicidios, con 11 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Pero, cinco años después, para 2017 los homicidios dolosos habían incrementado a casi el doble, con 359 casos.

En este lugar visitado por turistas de Estados Unidos, Canadá y otros países de Europa no era común escuchar sobre balaceras en bares abarrotados de visitantes, ejecuciones a plena luz del día y cuerpos mutilados abandonados en la vía pública.

En abril del 2017 un comando armado ingresó a un centro nocturno conocido como Santino Night Club & After y asesinó a cuatro personas y dejó a dos más heridas de gravedad. Los sicarios dejaron sobre los cuerpos una lona con la leyenda ““VENIMOS x LA PLAZA C.J.N.G”.

Días antes, el gobierno de Carlos Joaquín González había anunciado la entrada de 300 elementos de la Policía Federal y 600 efectivos del Ejército, con el fin de salvaguardar la seguridad de la zona.

Esto no detuvo la violencia. Incluso, las instalaciones de la Fiscalía de Quintana Roo fue atacada a balazos, donde murieron cuatro elementos.

En enero de este año, otro bar fue blanco de ataque. Esta vez, uno que lleva por nombre Oasis, donde un comando de personas armadas y encapuchadas llegaron al lugar y dispararon contra el dueño y otras personas que se encontraban en el lugar.

El incidente dejó un saldo de tres muertos y cuatro heridos, con lo que sumaron 32 ejecutados tan solo en el inicio de este 2018.

De igual manera, otro echo conmocionó a los quintanarroenses con el abandono de cinco cuerpos en un automóvil. Los cadáveres presentaban extrema violencia, pues les habían sacado el corazón para introducirlo en su boca y cocerles los labios con alambres.

A uno de ellos le introdujeron un palo de un metro en su trasero. También tenían en la piel cortes con un objeto filoso en forma de “Z”.

Según especialistas, la plaza de narcomenudeo, principalmente es disputado entre células del CJNG, remanentes de Los Zetas y del Golfo, al igual que otros grupos independientes.

El gobierno de Quintana Roo no ha aceptado abiertamente la presencia de cárteles de la droga, sino sólo menciona grupos de narcomenudistas.

GUANAJUATO

El estado es conocido por sus calles coloniales, su arquitectura y sus museos, como el de las momias; sin embargo, en los últimos años la violencia no lo ha soltado.

En lugar de notas culturales, como el Festival Internacional Cervantino, las acaparan las de ejecuciones y homicidios.

Durante el año 2012, Guanajuato registró 694 asesinatos, con 12 por cada 100 mil habitantes.

Para 2017, último año del presidente Enrique Peña Nieto los homicidios dolosos habían incrementado más del doble con 1,435 carpetas de investigación ante el Ministerio Público.

Es decir, con 22 homicidios por cada 100 mil habitantes.

A diferencia de Quintana Roo y Baja California Sur, donde los grupos criminales se disputan el narcomenudeo entre turistas y habitantes del lugar, en Guanajuato el principal motivo es el robo de combustible.

En esta entidad, pasan ductos de Petróleos Mexicanos, por lo que en los últimos años se han formado grupos de ‘huachicoleros’ como son conocidos los que se dedican a la extracción ilegal de hidrocarburos.

Esto no exenta que cárteles de la droga estén detrás de los asesinatos, pues son quienes controlan también el robo de gasolina.

En agosto del 2017 se dio el hallazgo de tres cabezas humanas abandonadas en la glorieta de uno de los accesos a la cabecera municipal de Abasolo, sobre la carretera de Irapuato. Más tarde, ese mismo día se encontró el resto de sus cuerpos.

Para el mes de octubre, en una jornada de 30 horas habían ejecutado a un total de 21 personas en distintos puntos del estado; la mayoría en León y Salvatierra.

A cinco de ellos los asesinó un grupo armado en un domicilio ubicado a cinco cuadras del centro histórico de la capital.

En días pasados, el procurador de Justicia, Carlos Zamarripa culpó a Pemex por el incremento de violencia en la entidad, ya que argumentó que la petrolera no ha aplicado las medidas necesarias de seguridad para la protección de los ductos, por lo que propicia el robo de combustible; y, por ende, el enfrentamiento entre bandas.

Además, este mes se presentó otra jornada violeta con 46 muertos en cuatro días, en 15 municipios del estado.

En Celaya, a pesar de contar con presencia de elementos de la Policía Federal y del Ejército un comando ingresó a un restaurante de mariscos y asesinó a cinco personas.

El gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez ha declarado que el incremento de homicidios se debe a la crisis de inseguridad que hay a nivel nacional, con cifras históricas en el país.

AJ