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¿Para qué se reunió AMLO con Colosio, dos días antes de que lo asesinaran?

El hoy presidente narra en su libro “Entre la historia y la esperanza” cómo se dio y qué pasó en esa cena en casa de Clara Jusidman

Escrito en NACIÓN el

Era 1994, Luis Donaldo Colosio era el abanderado a la Presidencia por parte del Partido Revolucionario Institucional. Andrés Manuel López Obrador aún militaba en el Partido de la Revolución Democrática y fue designado candidato al gobierno de Tabasco.

Cuauhtémoc Cárdenas era en aquel entonces candidato del PRD a la Presidencia de la República.

López Obrador, hoy presidente de México por Morena, dio a conocer que cenó con Colosio dos días antes de que lo asesinaran.

En 1994, año en que ocurrió el asesinato de Colosio, López Obrador también se encontraba activo en la política, específicamente en el PRD, cuyo abanderado presidencial era Cuauhtémoc Cárdenas.

López Obrador se convirtió en candidato del "sol azteca" el 6 de febrero de 1994, poco después, el 23 de marzo, Colosio fue asesinado en Lomas Taurinas de Tijuana.


Tras el homicidio, López Obrador rechazó una propuesta de quien sucedió a Colosio como candidato, Ernesto Zedillo, quien pretendía que el tabasqueño tuviera una candidatura común del PRD y del PRI.

Según narra López Obrador en su libro Entre la historia y la esperanza, "muy respetuosamente respondí que estaba convencido de la necesidad de la democracia, que luchaba por eso y que lo principal no era la gubernatura". 

Le dije que lo único que pedía era juego limpio: elecciones libres y justas”

López Obrador perdió las elecciones ante Roberto Madrazo, quien se convirtió en gobernador y con quien volvió a competir en los comicios del 2006, pero para la Presidencia.

Roberto Madrazo asumió la gubernatura el 31 de diciembre de 1994. Tras el triunfo de Madrazo, AMLO denunció en la Ciudad de México cajas con presuntas pruebas en las que se demostraba que el PRI hizo fraude en las elecciones para gobernador de Tabasco.

López Obrador cuenta que el 21 de marzo cenó en la casa de una amiga de ambos, él y Colosio, Clara Jusidman. Así lo cuenta en un fragmento de su libro "Entre la historia y la esperanza" publicado por la revista Proceso.

“El me buscó, consulté al ingeniero Cárdenas y me autorizó verlo. Colosio llegó impecablemente vestido, con un traje azul. Venía de su casa, de tomarse fotografías y videos con su familia para la imagen de su campaña”, relata.

En general la plática fue cordial, me expresó su interés de buscar un acercamiento con el ingeniero Cárdenas y con el PRD nacional"

“Me preguntó sobre mi propuesta de empleo, la idea de abrir frentes de trabajo, con la construcción de viviendas y de obras y servicios públicos para reactivar rápido la economía en zonas con altos índices de desocupación. Luego de escucharme dijo, convencido, que había que regresar a Keynes”, agrega.

“Yo le pregunté sobre su relación con Camacho Me contestó que acababa de verlo, que habían limado asperezas, que el problema era entre Camacho y Salinas. La entrevista se prolongó casi dos horas, nos despedimos, quedamos en volvernos a ver. El salió al día siguiente a su gira por Sonora y Baja California, de donde ya no regresó con vida”.

Andrés Manuel López Obrador considera que Colosio pintó su raya antes de tiempo, porque las circunstancias lo obligaron.

“El celo y el menosprecio a que estaba sometido por el férreo tutelaje de Salinas, el surgimiento del conflicto en Chiapas, las simpatías de la gente hacia los zapatistas, la condena popular al gobierno por las operaciones bélicas de los primeros días y el activismo de Camacho, habían eclipsado su campaña, Colosio ya no era noticia de primera plana”, escribe.

Concluye diciendo que él era norteño y tenía carácter, por lo que tomó la iniciativa de actuar con luz propia y optó por un discurso político diferente al de Salinas, que lo acreditara ante la opinión pública. Sin embargo, eso mismo fue lo que precipitó su ruptura con los hombres de Los Pinos.

JGM