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OPINIÓN
el
casi suspende las “mañaneras”. La “obediencia ciega” no es buena consejera. Resulta que en San Lázaro aprobaron cambios a la convocatoria para la consulta popular (quesque para enjuiciar a los expresidentes), porque había un precepto para suspender toda, y toda es toda, propaganda gubernamental. Ya publicado el decreto respectivo, como porteros los soldados de Morena debieron maniobrar para frenar el autogol. Obviamente la oposición los criticó, pero los morenistas ni se inmutaron.