procurador de Justicia de Michoacán, está en la mira de la CNDH, la cual está preparando un extrañamiento hacia el gobernador Silvano Aureoles por el actuar del procurador en varios casos, pero particularmente en el del periodista Salvador Adame, quien estaba desaparecido desde el 18 de mayo y del que ayer fueron hallados sus restos calcinados. El funcionario, en una investigación con tiempo de resolución “récord”, dijo que fue por problemas personales por lo que lo asesinaron e, incluso, ya había declarado que el periodista tenía “líos de faldas”. Resulta increíble que, en un gobierno de transición, como el de Aureoles, se haya mantenido a este funcionario con el antecedente de ser herencia del cuestionado Alfredo Castillo, comisionado federal en Michoacán en 2014.
MARTÍN GODOY CASTRO,
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