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Un hombre de confianza

En medio de la expectación, un señor rubio de ojos claros y regordete, se acercó al “Pentapichichi” para animarlo a empezar al evento | OMAR PÉREZ

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Escrito en HIDALGO el

Hugo Sánchez se paseaba nervioso en el túnel del Estadio Hidalgo que va del vestidor a la cancha. Era la noche del 18 de mayo de 2012; Pachuca lo presentaba como su nuevo director técnico bajo fuegos pirotécnicos y ante 10 mil aficionados en la tribuna.

En medio de la expectación, un señor rubio de ojos claros y regordete, se acercó al “Pentapichichi” para animarlo a empezar al evento…

- “¡Al toro, macho!”

Gritó el hombre con marcado acento ibérico, como si el goleador del Real Madrid fuera un torero a punto de partir plaza.

Hugo arrancó decidido, sin embargo, su aventura terminó siendo un rotundo fracaso al frente de los Tuzos. Desde entonces no ha vuelto a dirigir.

Ese personaje de apariencia bonachona y origen español era José Manuel Sanz, famoso representante de futbolistas. Entre sus clientes destacan el mismo “Hugol” y Cuauhtémoc Blanco.

La relación con el ídolo de Tepito se fortaleció cuando logró firmarlo con el Valladolid de la Liga Española; en ese momento se volvió el hombre de toda su confianza para cualquier asunto sobre su carrera.

Sanz, de 66 años y avalado como agente por la Real Federación Española de Futbol, negoció el regreso del “Temo” a México y también su salto a la MLS, con el Chicago Fire.

En 2015, cuando el Partido Social Demócrata le propuso ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca, en Morelos, lo primero que hizo el ex futbolista fue consultar el ofrecimiento con su amigo.

Días después, el 17 de enero de ese mismo año, como si el PSD fuera un equipo, Blanco firmó un contrato por siete millones de pesos para ser candidato.

Nadie imaginó que acabaría ganando la elección y sería alcalde de la capital morelense; por supuesto, José Manuel igual entró en la nómina de la presidencia municipal como asesor.

Ahí comenzaron los señalamientos sobre el cercano colaborador, incluido pleito con dirigentes del PSD, a quienes desconocieron y eliminaron de la presidencia municipal con el paso del tiempo; al representante se le acusó de no ser mexicano ni ciudadano de Morelos. Ninguna acusación tuvo eco.

Hábil en las relaciones públicas e inteligente para moverse en la política como si fueran despachos de clubes deportivos, Sanz supo operar el salto de su muchacho al PES en alianza con MORENA y concretar su candidatura a la gubernatura de esa entidad. Volvieron a ganar.

Las quejas no cesan. Desde 2016, diversos actores políticos de Morelos han señalado al ahora funcionario por actos de corrupción, incluso la Unidad de Inteligencia Financiera abrió una investigación por hacer fuertes movimientos de dinero en efectivo.

Cuauhtémoc dijo que evaluaría separar de su puesto al Jefe de la Oficina del Gobernador cargo que, por cierto, fue creado ex profeso para su brazo derecho.

Cuando muchos pensaban que estas palabras se las llevaría el viento, el nombre del José Manuel Sanz Rivera ha vuelto a escena por mover millones de dólares en el extranjero, a través de paraísos fiscales, como reveló la investigación llamada “Pandora Papers”.

Ser representante de futbolistas es un buen negocio pero, al parecer, serlo de un gobernador es mucho más lucrativo.

REMATE

“Pandora Papers” es un trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que puso al descubierto que más de tres mil mexicanos han hecho opacas maniobras financieras en el extranjero para ocultar enormes sumas de dinero a las autoridades fiscales. Muchos están ligados a la 4T. ¿Habrá consecuencias?